MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!
Mostrando entradas con la etiqueta vampiros.... Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta vampiros.... Mostrar todas las entradas

sábado, 14 de junio de 2025

DRÁCULA, PRINCIPE DE LAS TINIEBLAS

 EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                                      ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

Presentado por... Pecky.
 

¡Saludos, amigos cinéfagos!

Aprovechando que estamos a 14 de junio, Dia internacional del donante de sangre, vamos a repasar otra de las películas que la Hammer dedicó al que quizá sea el más famoso promotor de la donación (involuntaria) de sangre: el conde Drácula. Es la tercera de la saga. No tenemos Las novias de Drácula, que es la segunda, pero sí os diremos que en ella no aparecía Drácula sino que se centraba en otro vampiro. En esta tampoco tiene muchas apariciones, y ni tan solo llega a pronunciar palabra.

La historia tiene lugar diez años después de la primera, en la que Drácula fue destruido por Van Helsing. Cuando el castillo volvió a quedar en silencio, un criado sometido a su poder recogió sus cenizas y anillo, y los ha conservado todo ese tiempo, esperando a que las cosas se calmaran y se le presentara una buena oportunidad de revivir a su señor. Esta oportunidad llega al fin cuando dos matrimonios de viaje pasan por la zona. Son extranjeros (ingleses) y se toman a broma todas las supersticiones locales.

Los viajeros son Alan, su esposa Helen, Charles (que es hermano de Alan) y su esposa Diana. En una etapa de su camino, llegan hasta una posada donde conocen al abad de Kleinberg, el padre Sandor. Es un cura atípico respecto a lo habitual en esta clase de películas: maleducado, mordaz, muy robusto, siempre con un fusil cargado al hombro, y con tendencia a levantar la voz cuando habla. Sandor les advierte sobre los peligros de viajar de noche y sobre regiones a evitar, pero el grupo está decidido a seguir adelante. La siguiente parada de su recorrido es Carlsbad, y en teoría habrán llegado allí antes de que anochezca.

Pero las cosas no van a salir como esperan. El carruaje que han contratado para llevarlos hasta Carlsbad tiene un accidente y se le sale una rueda. El cochero tarda mucho en repararla, y cuando lo hace, la noche ya se les está echando encima. Aunque solo faltan dos kilómetros para su destino, el cochero decide dar la vuelta. Tras una fuerte discusión entre Alan, Charles y el cochero, al que le reclaman que cumpla por el trabajo por el que se le ha pagado, este los abandona a un lado del camino junto con sus equipajes… peligrosamente cerca de cierto castillo que parece abandonado. 

Dos kilómetros a pie puede no sonar a mucho, pero sobre un camino irregular de tierra desnivelada, de noche en una región fría, y cargando con maletas, es algo que se les hace muy cuesta arriba. Todavía están hablando entre ellos sobre qué hacer a continuación, cuando oyen cascos de caballos acercándose. Otro carruaje se dirige hacia ellos y se detiene a su lado, pero está vacío, sin pasajeros ni cochero. Pensando que es un increíble golpe de suerte, se suben al carruaje y tratan de dirigirlo hacia Carlsbad… pero los caballos ignoran sus demandas y enfilan directamente hacia el castillo.

Pese a que por fuera parece abandonado, por dentro el castillo está muy bien conservado. El único habitante parece ser Klove, el criado del difunto conde Drácula. Este les recibe con una espléndida cena y habitaciones ya preparadas para ellos. Afirma que su señor, proveniente de un antiguo y noble linaje, dejó instrucciones de que siempre se ofreciera hospitalidad a cualquier viajero que pasara por la zona. Es una situación extraña, pero dentro de lo que cabe, mejor que pasar la noche al raso. Únicamente Helen tiene una persistente sensación de que están en un grave peligro.

Durante la noche, Helen y Alan oyen ruidos en el pasillo, y este último sale a investigar. Encuentra un pasaje oculto tras un tapiz que lo lleva a un sótano donde parece estar preparándose algún tipo de ritual. Mientras trata de entender el significado de lo que está viendo, Klove aparece a su espalda y lo mata con un cuchillo. A continuación, suspende el cuerpo de Alan, cabeza abajo, sobre un sarcófago de piedra en el que vierte las cenizas de Drácula, que ha guardado en una arqueta desde que este fue destruido. Finalmente, degüella a Alan para que la mayor parte de su sangre se derrame sobre las cenizas. Esto provoca la reaparición de Drácula, reconstruido a partir de las cenizas gracias al efecto regenerador de la sangre fresca. Y es posible que sea la primera vez que esto ocurrió en el cine o la literatura.

Según las creencias originales sobre vampiros y también según la propia novela de Bram Stoker, cuando un vampiro es destruido, lo es para siempre. Y hasta donde yo sé, en las películas anteriores a esta, el vampiro aparecía siempre ya activo o bien en un largo sueño similar a la hibernación cuando los personajes tomaban contacto con él. Me gustan mucho las películas de vampiros clásicas y no recuerdo ninguna anterior a esta en la que un vampiro previamente destruido fuera regenerado. Esto es uno de tantos poderes o capacidades que la gente fue inventando sobre la marcha para hacer a los vampiros cada vez más poderosos y peligrosos, y que han terminado por incorporarse al mito. Si conocéis alguna película o relato anterior a 1966, donde un vampiro vuelva a la existencia –que no a la vida– tras ser destruido, hacédmelo saber, por favor.

El caso es que a partir de esta película (a falta de referencias más antiguas), los vampiros destruidos pudieron regresar a escena a base de cosas como retirar de su cadáver reseco la estaca que atravesaba su corazón, verter sangre fresca sobre sus restos, mediante invocaciones mágicas… incluso pudimos ver algunas variantes bastante curiosas, como en El poder de la sangre de Drácula, en la que un hombre bebe un vaso de sangre de Drácula, pensando que esto le dará sus poderes, y lo que ocurre es que la sangre muta su cuerpo y mente para convertirlo en una réplica de Drácula.

Una vez Drácula se regenera, Klove logra, mediante engaños, que Helen baje por su propio pie al sótano para que su señor pueda alimentarse. Al día siguiente, Charles y Diana se desesperan buscando a Alan y Helen, o aún a Klove, por todo el castillo, pero los tres parecen haber desaparecido. Ya cerca de la noche, Charles encuentra el cadáver de Alan embutido dentro de un arcón. Helen aparece convertida en vampira, y Drácula lo hace poco después. Charles y Diana solo logran salvarse del ataque de los vampiros gracias a que ella llevaba un crucifijo al cuello, y se dan cuenta de que esto repele a los monstruos. 

Charles obtiene otro crucifijo improvisándolo con una espada rota, y es así como logran salir del castillo.

Se refugian en la abadía del padre Sandor, que, tras escuchar su historia, les pone al corriente de la verdadera naturaleza, poderes y debilidades de Drácula. Aquí se nos presenta a Ludvig (un personaje claramente inspirado en Rendfield) que reside en la abadía en un estatus impreciso entre invitado, paciente y prisionero. Ludvig fue un viajero que quedó traumado por algo que le ocurrió en el castillo de Drácula y, desde entonces, ha desarrollado verdadera obsesión por comer insectos. Atrapa todas las moscas que puede y les pone nombres de apóstoles antes de tragárselas. Por otra parte, es un excelente artesano y orfebre, y aprovecha su estancia en la abadía para adornar las portadas de los libros de la biblioteca con ornamentos y filigranas doradas de una exquisita factura.

Drácula no ha renunciado a sus presas y, en cuanto cae la noche, va a buscarlas a la abadía. En realidad, es Diana quien le interesa. Recordemos que los vampiros no pueden entrar en un edificio en el que vive gente, salvo que alguno de sus habitantes les dé permiso explícito para hacerlo. Es por ello que envía a Helen contra Diana. La vampira engaña a su amiga para que le abra la ventana de su habitación, haciéndole creer que ha escapado de Drácula y se encuentra bien. Diana, sin terminar de fiarse pero queriendo creerla, abre la ventana y Helen se lanza a morderla. Afortunadamente, no es la primera vez que los monjes de la abadía han combatido contra vampiros y tienen cierta experiencia en el tema. Helen es atrapada y Sandor clava una estaca de madera en su corazón. Habiendo sido privado de esta esclava, Drácula recurre a Ludvig. Obviamente, este es también otro de sus esclavos, aunque es posible que Drácula se hubiese olvidado de él, pues las vidas humanas, ni tan solo las de sus más fieles servidores, tienen ningún valor para los vampiros. Pero cuando Ludvig nota la presencia de su señor en las inmediaciones, él mismo le abre la puerta de la abadía.

El permitir entrar en un recinto habitado a un vampiro hace también que las protecciones que pueda haber en la casa (ristras de ajos, espejos, incluso crucifijos) pierdan todo o la mayor parte de su poder. Mediante excusas, Ludvig lleva a Diana hasta una habitación donde Drácula ya la espera. Valiéndose de su capacidad hipnótica, dado que el crucifijo que ella lleva al cuello ya solo le supone una ligera molestia, Drácula ordena a Diana que se desprenda de él. A continuación, se la lleva de vuelta al castillo. Cumplida su misión y, puesto que ya no lo necesita para nada, Ludvig es simplemente dejado atrás por el conde.

Sandor y Charles salen en persecución del carruaje del conde, que está siendo conducido por Klove. En su interior, metidos en sendos ataúdes, viajan su señor y la que está destinada a ser su nueva sierva. El marido y el cura logran interceptar al carruaje y Charles dispara contra Klove, matándolo. Pero los caballos son tan servidores de Drácula como lo era el cochero, y, aún sin nadie que los dirija, continúan su viaje hasta el castillo. Aquí el destino decide ponerse al fin de parte de los humanos. Una de las ruedas del carro, debilitada por la velocidad a la que este ha estado desplazándose, se daña justo mientras el carruaje cruzaba el pequeño puente sobre el foso del castillo. El ataúd en el que está Drácula cae del carruaje y termina deslizándose por la gruesa capa de hielo que cubre el agua del foso.

Charles y Sandor llegan hasta el castillo pisándole los talones (metafóricamente) al carruaje, ahora detenido. Tras sacar a Diana de su ataúd y comprobar que se encuentra bien, Charles corre hacia el ataúd de Drácula con un martillo y una estaca, dispuesto a eliminarlo. Sin embargo, la noche cae sobre ellos. Drácula brota del ataúd, ya sin temor a la luz del sol (la alternancia de horas nocturnas y diurnas está un poco forzada en esta película), y se lanza contra Charles para matarlo. Diana toma el fusil de Sandor, puesto que este se niega a usarlo por considerarlo inútil contra Drácula, y dispara a los pies del vampiro. Su intención es apartarlo de su marido, pero la bala quiebra la capa de hielo, haciendo que de esta brote agua.

Recordemos que una de las debilidades clásicas de los vampiros es el agua corriente. El agua bendita les quema, sí, pero las grandes masas de agua corriente son casi igual de peligrosas para ellos, puesto que los vampiros no pueden nadar ni flotar, y se hunden en el agua como piedras. Además, se debilitan mucho solamente por el hecho de encontrarse sobre agua en movimiento. Es por ello que en la novela Drácula pudo permanecer durante años en su castillo sin apenas probar la sangre humana, debilitándose poco a poco, y, en cambio, durante su viaje en el Deméter terminó alimentándose de toda la tripulación por encontrarse sobre el mar, por la continua pérdida de fuerzas que eso le suponía.

Viendo el miedo reflejado en los ojos de Drácula, Sandor toma el fusil y comienza a disparar alrededor de sus pies, creando un patrón de grietas para romper el hielo y hacer que el vampiro se hunda. Drácula se precipita a las gélidas aguas, donde queda atrapado cuando la capa de hielo se vuelve a formar. Atrapado, congelado, … pero no destruido.

Este final es también muy original. Antes de esta película, a los vampiros siempre se les había destruido con los medios tradicionales: exposición al sol, estaca en el corazón, decapitación, pegándoles fuego, mediante objetos mágicos o benditos… pero aquí se le derrota con munición convencional, agua normal y corriente, e ingenio. Era como una forma de decirnos que no hace falta nada extraordinario para derrotar al mal. No hacen falta armas especiales ni poderes mágicos, solo tener la voluntad de querer hacerlo y estar dispuesto a arriesgarse a intentarlo. ¡A menudo no intentamos siquiera resolver un problema porque nos parece mucho más difícil o arriesgado de lo que resulta ser en realidad!

De hecho, esta saga de películas de la Hammer se caracterizó entre otras cosas por reinventar el género de los vampiros, añadiéndole no solo nuevos poderes como la posibilidad de volver tras la muerte, sino por la posibilidad de liquidarlos de formas más creativas de las vistas hasta ahora. 

Me gusta mucho Cristopher Lee como actor y me gusta mucho el personaje clásico de Drácula, pero, siendo sincero, en esta película el criado Klove (interpretado por Philip Latham) lo eclipsa hasta el punto de ser, a mi parecer, el verdadero villano principal. 

Drácula tiene un comportamiento plano y automático, como si solo su cuerpo se hubiese reconstruido y actuase por instinto, repitiendo un patrón. Klove, aun siendo solo un humano normal, me transmite más sensación de peligro y de contar con más recursos que su amo vampiro. 

Muchos años después, siendo ya un actor consagrado, Cristopher Lee revelaría en una entrevista que nunca sintió estas como películas de Drácula porque no hacían honor al personaje, y que se le escribieron diálogos para esta, pero él se negó a recitarlos porque le parecieron demasiado absurdos.

Puedes ver más películas de vampiros pulsando aquí.

Dracula, Prince of Darkness. 1966.   Jimmy Sangster, Anthony Hinds (guion) Terence Fisher (director) Christopher Lee, Francis Matthews, Andrew Keir (actores principales) Suzan Farmer, Barbara Shelly (actrices principales) Hammer Productions. Esitado en DVD en 2002 por Manga Films.

lunes, 26 de mayo de 2025

DRÁCULA

 EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                                      ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

Presentado por... Pecky.
 

¡Saludos, amigos cinéfagos!

Siendo hoy el Día Mundial de Drácula lo suyo es comentar alguna de las películas dedicadas a este personaje. Yo creo que sería mejor llamar a esta fecha Noche Mundial de Drácula, pero es igual. Hemos escogido la primera que realizó la Hammer como parte de su ciclo de siete en la que el famoso vampiro era interpretado por el no menos famoso Christopher Lee, cuya imagen ya quedó asociada a esta criatura. El título original es Horror of Drácula, probablemente porque ya había alguna titulada simplemente Drácula.

Comienza como en la novela, con Jonathan Harker viajando a Transilvania para ponerse a disposición del conde Drácula. No para concretar la venta de unos terrenos, si no para organizar su biblioteca clasificándola y haciendo un archivo de los numerosos volúmenes de esta. Harker es amablemente acogido por Drácula, que le ofrece una suculenta cena, una bien amueblada habitación, y le da la llave de la biblioteca para que tenga pleno acceso a ella. Harker es en todo momento correcto con su anfitrión, como corresponde, pero en cuanto se queda solo y comienza a hacer anotaciones en su diario (del cual una voz en off nos hace partícipes) nos damos cuenta que él ya sabe que Drácula es un vampiro y que ha aceptado ese trabajo únicamente por la oportunidad que le brinda de poder acercarse a él sin levantar sospechas, y destruirlo. Este es el primer cambio importante respecto a la novela, puesto que aquí Harker no es la presa y Drácula el cazador, sino al revés.

Es un cambio extraño porque no se nos pone en antecedentes. No sabemos por qué Harker conoce ya de la existencia de Drácula cuando en la novela original ni tan solo sabía de la existencia de los vampiros. No sabemos que le impulsa a ir a buscar al conde Drácula para acabar con él, como si tuviera algún tipo de motivo personal para ello, cuando resulta obvio que no se conocían. No parece haber razón por la cual una persona normal y corriente como es Harker pondría en juego su vida viajando a otro país para enfrentarse a un ser legendario que no le ha hecho ningún tipo de daño a él ni a su familia. Es todo bastante extraño, más aún porque si aceptamos que ya sabe de la existencia de los vampiros, es difícil asumir que se deje engañar tan fácilmente por una clásica novia de Drácula con la que se encuentra esa misma noche. Harker sale de su habitación y, paseando por el castillo, una novia de Drácula se acerca él. Haciéndose la desvalida y lloriqueando para activar su modo de hombre protector, la parásita chupasangre se refugia en los brazos de Harker y aprovecha la cercanía para morderle en el cuello. Para ser alguien que conoce de la existencia de los vampiros, y para estar allí con la intención de destruir al más poderoso de ellos, no toma ni tan sólo la precaución básica de no dejarse abrazar por una pálida desconocida.

El caso es que Harker despierta muchas horas después (de nuevo en su habitación) con una mordedura en el cuello y una preocupante pérdida de sangre. Decidido pese a todo acabar con Drácula saca de su maletín de documentos unas cuantas estacas y un mazo y comienza a buscar al conde. Bueno, lo de buscarlo es un decir porque se dirige directamente hacia un pequeño anexo que tiene el castillo donde el conde y la mujer vampira descansan en sendos sepulcros de piedra. Harker ya parece saber exactamente dónde tiene que ir, dónde va a encontrarse con el conde, y va allí directamente. Tiene demasiada información que no debería tener, habida cuenta que nunca ha estado en el castillo. Y con toda la información que parece tener, comete su segundo error de novato. En lugar de estacar primero al conde, estaca a la mujer vampiro. Naturalmente, el estridente grito de esta al sentir la estaca de madera hundiéndose en su negro corazón despierta al conde. Y aunque el conde no tenga todos sus poderes por estar en horario diurno, sigue estando a cubierto y dentro de su castillo, y Harker se encuentra debilitado por su reciente pérdida de sangre. Drácula se acerca con pasos lentos hacia Harker y un fundido en negro hace que no tengamos muchas esperanzas sobre lo que le ocurre a continuación.

Algunos días después llega al pueblecito cercano al castillo el doctor Van Helsing (interpretado por Peter Cushing) y se nos empieza a aclarar el porqué del extraño comportamiento de Harker. Este trabajaba con Van Helsing desde el principio. Fue Van Helsing quien envío a Harker para acabar con Drácula y le informó sobre la naturaleza de los vampiros. De algún modo Van Helsing se enteró de que Drácula había solicitado un bibliotecario para poner orden y clasificar sus libros. Y o bien estuvo moviendo hilos para que ese bibliotecario fuera Harker o bien Harker fue elegido desde el principio por el Conde y al enterarse de esto Van Helsing se puso en contacto con él para convencerle de que actuar así. En ambos casos sigue pareciéndome una explicación cogida por los pelos.

Van Helsing interroga a las gentes del pueblecito sobre la ubicación exacta del castillo y lo que puede haber ocurrido con Harker. Se estrella con un muro de silencio que solo la hija del tabernero se atreve a romper. Es gracias a la ayuda de ésta que Van Helsing logra encontrar el castillo de Drácula, justo en el momento en que dé este sale a toda velocidad un carruaje fúnebre llevando un ataúd. 

Van Helsing registra el castillo pero no halla nada más de interés que el cadáver ya vampirizado de Harker. Él mismo le atraviesa el corazón con una estaca y luego lo incinera para librarlo de la maldición. También nota que en el portarretratos que Harker tenia de Mina (su prometida) las fotos de esta han desaparecido.

De regreso a Inglaterra Van Helsing le notifica lo ocurrido a Arthur (que aquí es el hermano de Mina) y su ya esposa Lucy. Arthur es interpretado por Francis Michael Gough, un actor que llegó a hacer papeles tan dispares como el del mayordomo Alfred en las cuatro primeras películas de Batman, el doctor Flammond en Top Secret, o la voz original del dodo en la Alicia en el País de las Maravillas de Tim Burton. Arthur y Lucy tienen a Mina bajo su cuidado y deciden no informarla por el momento. Ella está debilitada por una reciente enfermedad y consideran que no es el mejor momento para perturbarla con malas noticias. Esa reciente enfermedad, como se entera Van Helsing poco después, no es otra cosa que anemia. Una anemia bastante extraña puesto que resiste todos los tratamientos habituales, como si la sangre simplemente se diluyera en su cuerpo noche tras noche. Durante el tiempo que Van Helsing ha tardado en volver desde Transilvania el conde ha sido capaz de realizar ese mismo trayecto mucho más rápido y ya lleva varios días haciendo visitas nocturnas a Mina para alimentarse de ella. Sabiendo lo que se les viene encima, Van Helsing ordena llenar la habitación de Mina de cabezas de ajo. Pero ésta, que ya está en un estado de transformación en vampira bastante avanzado, siente el olor del ajo como algo extremadamente desagradable y le pide a la criada que lo retire todo y abra las ventanas de par en par para que la habitación se ventile. 

Al amanecer Mina es encontrada muerta, aunque no permanece mucho tiempo en la tumba. A la noche siguiente tras su entierro Mina es vista deambulando por la región. Intrigado, Arthur se acerca al cementerio para comprobar si el sepulcro donde la dejaron ha sido violado o sigue intacto. Y como era de esperar, encuentra el sepulcro vacío. Mina aparece poco después llevando con ella a la hija pequeña de la criada de Arthur, sin haberse alimentado de ella todavía. Al encontrarse con Arthur se lanza hambrienta a por él, pero afortunadamente Van Helsing estaba al acecho, sabiendo que Mina se iba a transformar en vampira antes o después, y acaba con ella.

Valiéndose de las credenciales de médico de Van Helsing y de la nada desdeñable fortuna de Arthur, ambos logran averiguar el trayecto que siguió el ataúd que el primero vio salir del castillo de Drácula en el coche fúnebre. Este resulta terminar en una dirección del propio Londres, el almacén de una funeraria. Visitan el lugar pero el ataúd ya no se encuentra ahí. Peor aún, durante su ausencia Drácula ha atraído a Lucy mediante engaños y la ha vampirizado, dejándola marchar a continuación de regreso a su casa. 

Afortunadamente no tardan mucho en darse cuenta de lo que le ha ocurrido a Lucy pese a que ella trata de ocultarlo, y esa noche se la pasan en el exterior de la casa vigilando continuamente por si Drácula trata de alimentarse de nuevo de ella. Sin embargo Drácula lleva más de quinientos años existiendo y conoce una infinidad de trucos para colarse en las casas de sus víctimas sin ser visto. 

Al amanecer, cuando Artur y Van Helsing, agotados tras la larga guardia nocturna vuelven a entrar en la casa creyendo haber mantenido a Lucy a salvo, la encuentran desangrada casi hasta la extenuación, y se hace necesario una transfusión de emergencia para salvarla.

Después de haber estado buscando la guarida de Drácula sin éxito, Van Helsing la encuentra por casualidad. Arthur le indica a la criada que traiga una botella de vino de las bodegas, y esta le responde que Lucy le indicó recientemente que bajo ninguna circunstancia bajara a las bodegas hasta nueva orden. Esto hace que Van Helsing salga disparado hacia las bodegas con una terrible sospecha en mente, y tal como pensaba, ahí está el ataúd de Drácula, lleno de tierra. Aprovechando las ausencias en las que los dos hombres buscaban su posible escondrijo por los alrededores, y contando con la ayuda de Lucy ya bajo su dominio, Drácula hizo trasladar su ataúd a las bodegas de la propia casa de sus víctimas. Van Helsing coloca un crucifijo de plata en el ataúd, inutilizándolo como refugio. El vampiro clásico solo puede reponer fuerzas si pasa las horas de luz acostado en un lecho de la misma tierra donde fue enterrado por primera vez, lo cual le obligará a regresar a Transilvania. Sabiéndose descubierto, Drácula rapta a Lucy y se la lleva con él.

Arthur y Van Helsing siguen su rastro y se dirigen directamente hacia el castillo, dando por supuesto que habrá ido a refugiarse allí. Aquí nos saltamos un poco las leyes de la física, porque tal como se nos muestra parece que salgan de Londres y lleguen al castillo de Drácula en una sola noche. En la novela, Jonathan Harker parte desde Londres y se nos dice que viaja en tren pasando por Múnich, Budapest y Bistrița. Luego sigue en carruaje hasta el castillo, sin duda la parte más incómoda y difícil del viaje. No se menciona su recorrido por mar, pero el puerto más cercano a Múnich es Hamburgo, y por esas fechas Hamburgo ya tenía conexión ferroviaria con Múnich. Con los barcos de la época un viaje de Londres a Hamburgo, con el viento a favor y la mar en calma, podía efectuarse en el mejor de los casos en un par de días. A esto habría que añadir cuatro o cinco más por la etapa del viaje por tierra. No es por ponerme tiquismiquis, pero si Drácula necesita dormir cada noche en un lecho de su tierra natal debía tener otro ataúd de reserva y llevarlo con él, porque pese a la inmediatez que el montaje de las imágenes sugiere tiene por delante al menos una semana de viaje.

Cuando llegan al castillo, encuentran a Drácula enterrando viva a Lucy en las inmediaciones de este. Arthur corre a rescatarla mientras que Van Helsing lo persigue por salas y corredores. En esta época, el fin del vampiro solía representarse de una forma elegante y estática, con el héroe encontrando al vampiro en su ataúd y estacándolo antes de que despertase. La tensión se lograba haciendo que este encuentro tuviese lugar segundos antes del anochecer, y mostrando al público como las dudas o cualquier pequeño percance le restaban al protagonista parte del escaso y valioso tiempo del que disponía. 

Uno de los motivos por los que esta película fue revolucionaria, fue por la incorporación de la acción al terror. Aquí, en lugar de la habitual escena del ataúd, Van Helsing y Drácula se enfrentan físicamente; saltan uno contra el otro, se lían a golpes, y parece que va a vencer Drácula debido a su fuerza aumentada por la condición de vampiro. Entonces Van Helsing logra zafarse, se sube de un salto a una larga mesa de banquetes y corre a lo largo de esta pateando todo tipo de trastos, yendo hacia los cortinajes que hay al otro lado de la habitación. Salta hacia a estos y los agarra, arrancándolos de cuajo con su peso y haciendo que una oleada de luz solar engulla al malvado conde. No contento con esto, agarra un par de porta velas de plata y los cruza ante la cara del conde, formando una cruz la visión de la cual lo paraliza, impidiéndole huir del destructivo poder del sol. 

Hoy en día una escena como esta puede saber a poco, pero cuando se hizo era un despliegue de acción sorprendente e inesperado para una película de terror. El Drácula de esta película era también más violento que los vistos hasta ahora. Al principio se muestra educado y amable con Harker, pero cuando el hambre se apodera de él es una bestia viciosa y salvaje.  Fue también la primera película de Drácula en color, con lo que a esto debemos añadir lo visceral que resultaba ver la sangre que manchaba la boca del conde como un líquido rojo en lugar de gris. 

Se recurrió también a una variante del truco de “no mostrar la amenaza”. Aunque Drácula aparece al principio, cuando Harker va a su castillo, ya no le volvemos a ver más que en las escenas donde se alimenta de Lucy y Mina, y durante el combate final. Sabemos que está ahí y todo el tiempo se siente su presencia como la malvada mente maestra tras todos los males que aquejan a los protagonistas, pero se logra esto sin que le veamos. No es el Drácula social, ansioso por integrarse en la vida de Londres que nos muestran otras películas. Este es un Drácula parásito que va a los suyo, olvidándose muy pronto de toda sutileza.

Y por supuesto, está la imagen de cierre de la película, tan imitada luego en múltiples variantes; una corriente de aire arrastra las cenizas a las que Drácula ha quedado reducido, dejando a la vista algo, un anillo... un anillo con una joya dentro de la cual parece brillar una luz diminuta. Y así como aquí es un anillo en otras películas sería un último huevo puesto por el monstruo de turno, una última fuente de contaminación, un último insecto de la mortífera colonia...  ese final de "algo ha quedado" que ha terminado por convertirse en un clásico del cine de terror.

Como habréis notado, pese a que por su inicio parece que va a ser más o menos fiel a la novela cambia muchas cosas de esta, no solo por acortar la trama. Quizá el cambio más notable, o el que a mí me llamó más la atención la primera vez que la vi, es que los papeles de Lucy y Mina están intercambiados. Al morir Harker al inicio (cosa que tampoco pasa en la novela) la vida de su prometida Mina pasa a ser menos importante para la trama, y la amiga superviviente pasa a ser Lucy. Esta, además, comienza estando ya casada con Arthur Holmwood. De sus otros dos eternos pretendientes, el dr. Seward es solo un hombre muy entrado en años que ejerce de médico de la familia y no se implica en la caza del vampiro. Tampoco se hace ninguna referencia a su manicomio, debido a que el personaje de Renfield no aparece. El tercer pretendiente de Lucy, Quincey Morris, es otro de los personajes eliminados y ni tan solo se le menciona.

Puedes ver otra película de esta saga pulsando aquí.

Horror of Dracula. 1958. Jimmy Sangster (guion) Terence Fisher (director) Christopher Lee, Peter Cushing, Francis Michael Gough (actores principales) Melissa Stribling, Carol Marsh (actrices principales) Hammer Films Productions. Editada en DVD en 2008 por Impulso Records.  

sábado, 19 de octubre de 2024

BUFFY CAZAVAMPIROS Temporada 2 (capítulos 9 a 12)

 EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                                      ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

Presentado por... Pecky.
 

¡Saludos, amigos cinéfagos!

Vamos con cuatro capitulitos más de Buffy Cazavampiros. Aquí encontraremos seres feos y espantosos de todo tipo: vampiros, robots, gusanos... ¡hasta humanos! Si os creéis preparados para soportarlo, empezamos ya.

¿Qué es lo mío? 1/2 (Guion de Howard Gordon & Marti Noxon, dirigido por David Solomon): en el instituto de Sunnydale están celebrando la Feria de las Profesiones, en la que mediante una serie de test de aptitud se trata de determinar cuál es la profesión para la que cada alumno tiene más cualidades. A Xander le toca guardia de prisiones, lo cual no le hace ninguna gracia. A Buffy, que aún mantiene su sueño infantil de ser bailarina profesional, le fastidia ver que su mejor opción es policía. Willow está frustrada porque siendo una de las mejores estudiantes su nombre ni tan solo aparece en las listas. Más adelante vemos que el realidad todo el tinglado de la Feria de las Profesiones era algo que organizaba una empresa de informática para localizar antes que nadie a jóvenes talentos. Todo esto solo sirve como vehículo para que Willow y Oz se conozcan y empiecen a verse con frecuencia.  

Entretanto Spike cree haber encontrado una forma de curar a Drusilla en un libro que uno de sus vampiroides robó de la biblioteca de Giles en un capítulo anterior. Cuenta con la ayuda de Dalton, un vampiro erudito. Este, sin embargo, no es capaz de traducir el libro porque se encuentra en una clave que desconoce. Para descifrarlo necesita un objeto conocido como La Cruz de DuLac, el cual se encuentra guardado (casualmente)  en una cripta del cementerio de la propia Sunnydale.

Durante una de sus rondas nocturnas Buffy ve a un par de vampiros trasteando en el cementerio y acaba con uno de ellos, aunque el otro se le escapa llevándose con él la cruz. Supuestamente en su condición de vampiros no deberían ser capaces de tocar ni de mirar directamente el objeto por tener forma de crucifijo. De hecho, el único sentido práctico que tendría codificar la clave de transcripción de un código secreto en la superficie de un crucifijo sería precisamente que los vampiros o demonios no pudieran emplearla, pero esto no parece afectarles. Por otra parte se comenta que DuLac fue excomulgado por la iglesia, por lo que esto podría explicar que su cruz no tenga el efecto habitual en los vampiros.

A pesar de tener tanto el libro como la cruz, Dalton va a tardar un tiempo en transcribir al inglés todos los entresijos del ritual. Para que Buffy no interfiera mientras tanto, Spike contrata a la Orden de Taraka, una organización de asesinos fundada en tiempos de rey Salomón. La Orden de Taraka se caracteriza por admitir entre sus filas tanto a humanos como a monstruos de todo tipo, y sus miembros tienen absoluta libertad para emplear el método de ejecución y armas que prefieran. Drusilla, que está jugueteando con sus cartas de Tarot especiales, revela tres de ellas dándonos a entender que predicen la naturaleza de los tres asesinos que la Orden de Taraka va a enviarles. Estas muestran un demonio de un solo ojo, un ciempiés, y un jaguar saliendo de la espesura.

A continuación vemos a tres individuos llegando a Sunnydale. Un tipo corpulento y tuerto con un cierto aire al wrestler El Enterrador, que baja de un autobús en la estación. Un vendedor a domicilio que ronda la casa de Buffy. Y una chica que sale de la bodega de carga de un avión donde aparentemente iba de polizona. El tuerto es el primero en atacar a Buffy cuando esta se encontraba en una cita con Ángel. Es tan fuerte que parece capaz de acabar con ambos a la vez, pero finalmente consiguen matarlo. En su cripta, Drusilla percibe su fracaso y voltea la carta del demonio de un solo ojo. 

Ángel reconoce el símbolo de la Orden de Taraka en un anillo que llevaba el tuerto y va en busca de Willy, un humano que hace de intermediario entre humanos y vampiros trapicheando información en el bar que dirige. Este afirma no saber nada sobre movimientos recientes de la Orden de Taraka, pero lo hace de forma que al espectador le resulte evidente que está mintiendo. Mientras Ángel está entretenido haciendo hablar a golpes a Willy, la polizona aparece y le da una paliza demostrando tener, al igual que el tuerto, una fuerza superior a la que le proporciona a Ángel su condición de vampiro. Lo lleva agolpes hasta una jaula en la trastienda del bar y lo deja encerrado allí. la jaula está posicionada respecto a una ventana de modo que cuando salga el sol incida sobre esta. La chica interroga a Ángel sobre Buffy, porque estaba observándolos a escondidas cuando estos luchaban con el tuerto. 

Aunque Ángel se niega decirle nada, ésta se marcha y encuentra a Buffy por su cuenta, tratando de matarla. La fuerza y habilidad de una y otra están perfectamente igualadas, y pronto sabremos por qué. Cuando entre ataque y bloqueo Buffy pregunta a la chica quien es, ésta le responde que su nombre es Kendra. Kendra La Cazavampiros.   

¿Qué es lo mío? 2/2 (Guion de Howard Gordon & Marti Noxon, dirigido por David Solomon): como Kendra parece tener sus mismos poderes y ya había quedado establecido que estos pasan de una cazadora a otra, por lo que solo puede haber una a la vez, Buffy propone a Kendra una tregua para aclarar todo el asunto con Giles. Tras reflexionar sobre ello y oír hablar a Kendra de su Observador, Giles llega a la conclusión que Kendra sí es también una Cazadora en activo. Especula con la posibilidad de que este suceso sin precedentes se deba a que Buffy estuvo “muerta” en parada cardiorrespiratoria durante varios minutos cuando se enfrentó a El Maestro en La chica de la profecía. Los poderes de Cazadora debieron en ese momento despertar en Kendra, pero cuando Xander reanimó a Buffy, esta los conservó por seguir viva. 

Esto plantea muchas preguntas que los guionistas no parecen haber tenido en cuenta o que deliberadamente han decidido pasar por alto. Para empezar, Buffy no se ha vuelto más débil desde su breve muerte, por lo que el poder de La Cazadora no se divide entre todas las cazadoras activas, lo cual explicaría por que solo debe haber una cada vez (para que este poder no se difumine hasta volverse irrelevante). Y si varias Cazadoras pueden tener los mismos poderes simultáneamente sin que esto los haga disminuir, nada debería impedir que estuviesen activas tantas como fuera necesario a la vez. Por otro lado, Kendra parece haber sido concienciada y entrenada como cazavampiros desde que era niña, solo a la espera de recibir algún día los poderes de La Cazadora para empezar a actuar. Y esto significa que se previó que ella estaba predestinada a ser una cazavampiros. Todas estas cosas chocan con lo que sabíamos hasta el momento. A Giles le encanta el hecho de que ahora haya dos Cazadoras, pero Buffy lo ve como una oportunidad para retirarse y tener al fin una vida normal.

El motivo por el que Kendra atacó a Buffy fue porque la vio besándose con Ángel cuando derrotaron al tuerto, y supuso que ella era también una vampira o una servidora de estos. Hablar de ello le recuerda que dejó a Ángel encerrado en una jaula listo para un bronceado. Ambas corren a rescatarle, pero y Willy se les ha adelantado. Aprovechando que se encuentra débil por la proximidad del amanecer lo ha sacado de la jaula y se lo ha vendido a Spike. La energía vital de Ángel, por ser aquel que convirtió en vampira, resulta ser el ingrediente clave en la recuperación de Drusilla.

Entretanto, el vendedor a domicilio de cosméticos llama a la puerta de casa de Buffy, pero allí solo están Cordelia y Xander. El vendedor es otro de los asesinos de la Orden de Taraka, un amasijo de gusanos que pueden adoptar forma humana, pero al parecer no indefinidamente. Cordelia es tan pesada que le hace un montón de preguntas sobre los cosméticos y le pide muestras de colores muy específicos, hasta que el amasijo no puede mantener más su apariencia y se desmorona en una masa de gusanos que empiezan a perseguirla a ella y Xander. Por algún motivo se esconden en el sótano en lugar de subir a la planta de arriba, que sería lo lógico (a un gusano siempre le costará más trepar un escalón que dejarse caer al de abajo). Y nos quieren hacer ver que por la tensión del momento, atrapados en el sótano, Cordelia y Xander se lanzan uno en los brazos del otro y se besan apasionadamente. Y este es el inicio de la relación menos creíble y menos orgánica de la serie, y estamos hablando de una seri donde una cazadora de vampiros se lía con un vampiro, y una bruja se lía con un hombre lobo… y luego con otra bruja… pero no adelantemos acontecimientos. Dejémoslo en que es un intento muy torpe de emparejar con alguien a absolutamente todos los personajes de la serie, tenga sentido o no. El caso es que Xander y Cordelia consiguen salir de la casa con vida dejando en ella al amasijo de gusanos. 

Lo que queda claro de esto es que el amasijo de gusanos era lo que representaba la carta del ciempiés. Pero… si la carta del demonio cíclope era el asesino tuerto, la del ciempiés es el amasijo de gusanos, y Kendra no es de la Orden de Taraka, eso significa que todavía falta un asesino por aparecer. Todo en Kendra, desde el color de su piel hasta el de sus ropas, así como su peinado y sus joyas sugieren un origen africano, por lo que era lógico asociarla con la carta del leopardo, pero no. Eso nos lo mostraron para despistar.

El tercer asesino se manifiesta al día siguiente en la escuela. Una policía que había acudido a la feria de las Profesiones como orientadora para quien estuviera interesado en dedicarse a eso, saca su pistola tan pronto como ve a Buffy y dispara contra ella. No tiene nada de sobrenatural, es completamente humana pero también forma parte de la Orden de Taraka. Ella es la tercera carta, el leopardo saliendo de la espesura, el depredador que se mantiene oculto (bajo un uniforme de policía, en este caso) hasta que llega el momento de atacar a su presa. 

A pesar de la ventaja que le supone contar con un arma de fuego (algo a lo que muy pocos villanos de esta serie recurren, aunque la gran mayoría son capaces de entender su uso y manipularlas), la asesina no contaba con la presencia de una segunda Cazadora, y entre Buffy y Kendra la derrotan con relativa facilidad.  A todo esto Giles ha averiguado al fin para que quería Spike el libro que le robó. Va a realizar el ritual de restablecer sus fuerzas a Drusilla valiéndose de la energía vital de Ángel. Buffy y Kendra vuelven al bar de Willy y le convencen a golpes para que les revele donde han llevado a Ángel (¡para que luego digan que la violencia no resuelve nada!).

Las dos cazadoras, seguidas por toda la pandilla, irrumpen en la iglesia abandonada. El ritual no se ha completado aunque Drusilla ha absorbido ya una gran cantidad de energía de Ángel. Entre todos desbaratan el tinglado; Giles y Willow se cargan algunos vampiros, Xander y Cordelia acaban con el amasijo de gusanos pegándolos al suelo con un bote de cola, Kendra acaba con la falsa policía (que ahora emplea cuchillos en lugar de pistolas) y Buffy obliga a Spike a huir. Este pega fuego a la iglesia y trata de llevarse a Drusilla, pero Buffy le lanza a Spike un botafumeiro volteándolo como si fuera unas boleadoras y lo estampa contra un viejo órgano de tubos que se desmorona sobre él y Drusilla. Una pelea bastante chula, la verdad, y no tanto por las escenas de acción en sí como por el hecho de ver a todo el elenco protagonista luchando juntos.  

La pandilla se marcha cargando con Ángel, y parece que va a ser el fin de Spike y Drusilla. Al día siguiente Kendra se despide de Buffy y regresa con su Observador, esta vez como pasajera en el avión y no como polizona entre el equipaje. Y para seguir estableciendo parejitas, Willow y Oz empiezan a salir.

De vuelta en los restos de la iglesia, vemos salir de entre los escombros a Spike y Drusilla, pero sus papeles han cambiado. Ahora es Spike el que ha quedad gravemente lesionado y Drusilla quien ha recuperado gran parte de sus fuerzas. Y por la forma burlona en que la veremos tratar a Spike ahora que no lo necesita, queda claro que el amor que Spike tenía por ella no era tan mutuo como él pensaba. 

Ted (Guion de David Greenwalt & Joss Whedon, dirigido por Bruce Seth Green): tras el incidente en la iglesia Sunnydale está viviendo una época de tranquilidad. Buffy dedica más tiempo a salir con los amigos y menos a patrullar. Una noche que llega tarde a casa sorprende a Joyce, su madre, besándose con un hombre. Ella le explica que el hombre se llama Ted, y que ha empezado a salir con él hace poco.

Buffy se lo toma bastante mal, porque después de todo su relación con su padre (él y su madre están divorciados) es muy buena, y a sus ojos su madre está tratando de sustituirlo por otro. El problema aumenta cuando sus amigos también lo conocen, porque Ted parece caerle bien a todo el mundo. Es un experto en informática que le consigue gratis a Willow carísimos programas y un excelente cocinero cuyos postres todos (especialmente Xander) adoran. Solo Buffy parece no tragar con él, y los demás lo achacan a que no se hace la idea de que otro hombre que no sea su padre pueda mantener relaciones con su madre.

Sin embargo, aunque Joyce y Ted no han hablado siquiera de la posibilidad de vivir juntos ni mucho menos casarse, éste adopta rápidamente el papel de padrastro, hablándole a Buffy como si fuera una hija rebelde a la que debe disciplinar. Se muestra estricto con ella y con Joyce, imponiendo normas de conducta en una casa y una familia que ni tan solo son suyas, y Joyce se muestra extrañamente mansa con esto, dándole la razón en todo.

Sospechando de las verdaderas intenciones de Ted, Buffy comienza a investigarlo por su cuenta, preguntando por él en su trabajo. Allí uno de los empleados le dice que hace poco comentó que va a casarse en breve. Esto y otras intromisiones y pullas mutuas entre Ted y Buffy provocan que ambos terminen peleando. Ted abofetea primero a Buffy y esta reacciona sin pensar en que su fuerza, como Cazadora, está muy por encima de la humana. A resultas de los golpes que recibe por parte de Buffy, Ted termina rodando escaleras abajo y quedando tendido en el suelo, inmóvil, sin respiración ni pulso.

Un equipo de paramédicos acude a llevarse el cadáver y la policía interroga a Buffy. Esta alega defensa propia porque Ted la golpeó primero, pero uno de sus poderes de Cazadora consiste en recuperarse muy rápido de las heridas. Debido a esto ni tan solo le ha quedado la marca del moratón y esto hace que su historia no tenga mucho peso. Aun así lo ocurrido no está claro y no se la arresta por el momento hasta tener el informe del forense.

Joyce, que creía haber descubierto de nuevo el amor en un hombre solo para que su propia hija lo mate poco después, no se ve apenas capaz de mirar o dirigirle la palabra a Buffy. Y esta se encuentra en shock porque una cosa es acabar con demonios y vampiros y otra matar a un ser humano. Xander, Willow y Cordelia tratan de animarla buscando algo turbio sobre Ted que haga ver a todos que no era buena gente, y terminan por encontrar más de lo que esperaban. Concretamente, cuatro certificados de matrimonio a su nombre pero ninguno de divorcio o viudedad. Y está el pequeño detalle de que al analizar una de las galletas que a Xander aún le quedaban por consumir, resulta estar llena de drogas euforizantes y calmantes, que son lo que provocaban que toda la gente de su entorno, a la que Ted preparaba postres con regularidad, lo relacionaran con una imagen de felicidad y tranquilidad. También encuentran una oficina a su nombre que parece abandonada. Sin embargo, el sótano está decorado como una casa de los años cincuenta, con ventanas que dan a muros de cemento. Y con un pequeño armario, en el que Ted fue guardando los cadáveres resecos de sus cuatro esposas anteriores.

Entonces ocurre algo aún más inesperado que la muerte de Ted: su regreso. Ted se presenta en casa de Buffy, en su habitación y comienza a desvariar mientras la ataca. En esta otro pelea Buffy hiere a Ted en un brazo provocándole un profundo corte, por el cual asoman cables y mecanismos, revelando que en realidad se trata de alguna clase de avanzado robot.  Esta vez Ted no se contiene y aturde a Buffy de una patada en la cabeza. Luego baja a buscar a Joyce y le dice que el diagnostico de los paramédicos fue apresurado, que en realidad solo se encontraba en un leve coma de cual tardó un día en salir. La historia de Ted y su comportamiento parecen inconsistentes, y Joyce empieza a dudar de su salud mental. Ted se enfurece rápidamente ante cualquier intento de Joyce de aclarar las cosas con Buffy y termina dejándola inconsciente de un golpe. Se dispone a llevársela (con toda seguridad al sótano que vimos antes) cuando Buffy (que recordemos, se recupera muy rápido de los golpes) se le hecha encima y logra desactivarlo nuevamente a puñetazos y patadas.

Paramédicos y policías acuden para proceder (por segunda vez) al levantamiento del cadáver de Ted, comprendiendo cada vez menos del asunto. Pero si algo está claro, es que como Ted era un robot, Buffy no cometió asesinato ninguna de las dos veces que lo derribó a golpes, por lo que la dejan en paz. Reuniendo lo que han llegado a saber entre todos del asunto, la pandilla concluye que sí existió un verdadero Ted, un genio de la programación y la robótica. Se estaba muriendo de una enfermedad y su esposa decidió abandonarle en ese momento. Con sus últimos meses de vida construyó esa réplica mecánica de sí mismo, cuya misión era recuperar el amor de su mujer cuando él muriera. El problema es que el Ted mecánico logró su objetivo demasiado bien. Levó a la exmujer de su creador a ese sótano que imitaba una casa, y no la dejó salir de allí hasta que murió. Como su programación se limitada a ese objetivo, siguió repitiendo el proceso una y otra vez con mujeres que se ajustaran lo más posible a las características de su objetivo original.

Huevo sorpresa (guion y dirección de Joss Whedon): a los estudiantes de ciencias les han impuesto la tarea infantil de cuidar de un huevo durante una semana y llevarlo con ellos a todas partes sin que se rompa. En teoría esto aumenta su sentido de la responsabilidad. Xander, al que la cosa ni le va ni le viene hierve el huevo para que se ponga duro y así reducir el riesgo de que se rompa, pero el resto de estudiantes parecen tomarse la tarea en serio.

En otro orden de cosas, dos vampiros, los hermanos Gorches, llegan a la ciudad. Son famosos por ser un par de bestias sanguinarias que arrasaron un pueblo entero y mataron a todos sus habitantes… antes de convertirse en vampiros. Pero no son ni de lejos los peores monstruos que nos vamos a encontrar en este capítulo. Resulta que los huevos que han sido entregados a los estudiantes no son de gallina, a pesar de tener el mismo tamaño y aspecto que estos. Son huevos de bezoar, un tipo de criatura prehistórica y subterránea que ha ido moviéndose lentamente hacia la superficie a través de eras y estratos, hasta topar con los sótanos del instituto de Sunnydale. El bezoar pone esos huevos de apariencia inofensiva y gallinácea, y de él brotan unos bezoars en miniatura que se enganchan con tentáculos y zarcillos a la espalda de la gente y la controlan. El supuesto experimento de cuidar los huevos fue solo una forma de esparcir sus crías entre los estudiantes. También hay varios profesores siendo controlados, y es de suponer que alguno de ellos fue el primero en encontrar un huevo de bezoar que había aflorado a la superficie junto a la criatura, y el primero en quedar controlado por ésta.

El mini bezoar del huevo de Buffy rompe el cascarón e intenta adherirse a esta, pero ella logra deshacerse de la criatura clavándole unas tijeras. Al día siguiente le lleva el bicho muerto a Giles. Xander, que estaba hambriento e intentó comerse el huevo que había hervido se encuentra en su interior el cadáver de otro bicho, aun en desarrollo. Las dos criaturas son llevadas a uno de los laboratorios, pero Giles no se presenta y Cordelia y Willow, que ya están siendo controladas por los bezoar, noquean por sorpresa a Buffy y Xander. Luego los encierran en un trastero donde dejan un par de huevos a punto de eclosionar. Tras esto se unen a un grupo de profesores y alumnos con picos y palas que están excavando en el sótano del instituto. El bezoar madre ha quebrado el suelo pero por su gran tamaño no es capaz de salir a la superficie por si solo.

Buffy, como de costumbre, se recupera antes de lo normal. Los huevos del bezoar aún no hay eclosionado, y simplemente los aplasta. Siguiendo a un estudiante que actúa raro, ella y Xander bajan hasta el sótano donde contemplan toda la excavación. 

Entonces, para liarla más, llegan los hermanos Gorches, que han estado todo el capítulo siguiéndola, observándola y hablando de ella, pero aparentemente no tienen nada que ver con el asunto del bezoar. Están tan sorprendidos y asqueados como Buffy por lo que están viendo. Se inicia un combate a tres bandas con Buffy y Xander por un lado, los humanos controlados por el bezoar por otro (entre los cuales, además de Willow y Cordelia están Giles y Joyce) y los hermanos Gorches. Uno de estos últimos es atrapado por uno de los tentáculos del bezoar madre, que lo arrastra a su foso y lo engulle entero. 

Su siguiente víctima es Buffy, a la que también atrapa y arrastra al foso. Pero Buffy es un bocado difícil de digerir. Segundos después de ser tragada vuelve a salir del foso, cubierta de la oscura sangre del bezoar madre. La criatura muere y esto mata también a todas sus crías, que se desprenden de los humanos a los que estaban controlando. El otro de los Gorches huye, y nos quedamos sin saber el motivo por el que buscaban enfrentarse a Buffy. Quizá era por la mera bravuconería de ser ellos los que derrotaran a la Cazavampiros.   

Puedes repasar la serie desde el inicio pulsando aquí o darle un vistazo a la colección extraoficial de figuras de acción de Buffy pulsando aquí.

Buffy the Vampire Slayer T2. 1997-1998. Creada por Joss Whedon. Sarah Michelle Gellar, Alyson Hannigan, Charisma Carpenter (actrices principales) Nicholas Brendon, Anthony Stewart Head, David Boreanaz (actores principales). Editado en DVD en 2003 por Twenty Century Fox Home Video.

sábado, 12 de octubre de 2024

ZAGOR (nº 188 y 189). El reino de las tinieblas & El horrible contagio

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, ávidos lectores.

Estamos a doce de octubre, Dia de la hispanidad. Lamentablemente hoy no tenemos nada adecuado a mano para reseñar en estas fechas, como sí hemos hecho en años anteriores. En lugar de eso veremos otro de nuestros queridos comics italianos que además cumple con la intención que teníamos este año de dedicar todo el mes de octubre al terror en sus diferentes formas. 

Se trata de Zagor, una curiosa historia iniciada en 1961 que introducía elementos como científicos locos, tecnología anacrónica, alienígenas, espectros y zombis, todo ello dentro del marco general del Salvaje Oeste americano. Casi con toda seguridad sirvió de inspiración a la serie The Wild Wild West (Jim West, en España y Espías con espuelas en Hispanoamérica) de 1965 que a su vez dio lugar a la película Wild Wild West de 1999 (que dicho sea de paso, considero genial).

El protagonista es Patrick Wilding, un europeo al que los nativos americanos creen la encarnación de un espíritu benigno. Ellos lo llaman Za-gor-te-nay (El espíritu que empuña el hacha) debido a que lucha empleando un tomahawk de piedra que le entregó un chaman. Lo acompañaba Chico Felipe Cayetano López Martínez y Gonzalez (Cico, para abreviar), un mexicano que hace el papel de ayudante gracioso y torpón, pero leal y buen amigo hasta la médula. Un momento... ¿Mexicano? Eh, pues parece que después de todo la hispanidad sí va a tener una pequeña representación 😁🌵. 

Las aventuras de este par generalmente tienen lugar en las inmediaciones de una región ficticia llamada Darkwood (Bosque oscuro), especialmente propensa, por lo que se ve, a atraer a todo lo sobrenatural.

No tenemos muchos números de Zagor, por un motivo. Al contrario que otros que ya hemos comentado como Dylan Dog o Legs Weaver, cuyas historias tienen una misma extensión y son autoconclusivas, las de Zagor no. Cada tomo puede presentar el inicio de una nueva trama pero no su conclusión, o la conclusión de una historia iniciada en el anterior y el comienzo de una nueva trama, o ser uno de los tomos intermedios de una historia larga. 

Y no veo mal que se dediquen más páginas a las historias que los autores crean que se les puede sacar más miga, y que no se trate de alargar artificialmente otras que no dan para más. Me parece lo ideal para una colección que tienes la oportunidad de comprar regularmente. Pero si adquirirla depende de cuando se te presente la oportunidad de viajar al país donde se vende, el que no sean historias autoconclusivas es una desventaja. Cuando empezamos a coleccionar comics italianos eso de comprar cosas por internet a gente de otros países (o de tu propio país, de hecho) no era algo habitual, por lo que dependías casi exclusivamente de aquello a lo que pudieras echar mano en persona.

Los que vamos a comentar hoy son El reino de las tinieblas y la primera mitad de El horrendo contagio, en los que, respectivamente, se continúa y se concluye una historia iniciada en el numero anterior, El retorno del vampiro, que no tenemos. Cada tomo comenzaba con un brevísimo resumen de lo acontecido en el número anterior, así que más o menos podemos presentar la historia completa.

El reino de las tinieblas (nº 188): por lo que nos cuentan en el resumen, el brujo zíngaro Molnar ha devuelto a la vida mediante magia al malvado barón Bela Lugosi Rakosi, un vampiro. Este no pierde el tiempo y empieza a transformar el lugar en su coto de caza privado. Zagor y Cico unen sus fuerzas al doctor Metrevelic para tratar de acabar con el vampiro. Cico, que al parecer es especialmente sensitivo para estas cosas, sostiene un péndulo sobre un mapa de la región, tratando de localizar el escondrijo del vampiro, y este se queda fijo señalando a un pueblecito cercano llamado Bergville, donde casualmente, vive la hija del doctor Metrevelic, Aline. Bergville está relativamente cerca (en cuanto a kilómetros de distancia se refiere) de donde se encuentran los personajes, pero el camino no es directo sino que serpentea por peligrosos y abruptos pasos de montaña. A pesar de su cercanía, Zagor calcula que tardarán cuatro días a caballo en llegar a Bergville.

Entre tanto, en el pueblo, los hombres organizan una batida por los alrededores para buscar la pequeña Maida, una niña que ha desaparecido. Ha sido una de las victimas del vampiro, cuya presencia todavía ignoran. Tras buscarla infructuosamente durante un par de días todos vuelven entristecidos a sus quehaceres diarios. Entonces Maida regresa por su propio pie a casa, pero ya no es ella. El barón la ha transformado en una pequeña vampira para extender el vampirismo por todo el pueblo y la ha enviado como una trampa de la que nadie sospecharía. 

Maida se alimenta de su madre, y esta a su vez del padre. Solo Josif, el hermanito de Maida, se salva porque nota desde el principio que lo que ha llegado a casa ya no es su hermana y se asegura de llevar un crucifijo al cuello en todo momento. Porque como decía Stephen King “Cuando somos pequeños sabemos que la magia es real y que los monstruos existen, pero cuando crecemos se nos olvida”.

Mientras Zagor y su grupo viajan por el inhóspito paraje, el vampirismo va extendiéndose por el pueblo. Los que aún no se han contagiado no se deciden a actuar, debatiendo sobre si se trata de una enfermedad desconocida o alguna clase de maldición. Finalmente parecen concluir que se trata de vampiros y comienzan a tomar medidas, pero ya es tarde. Cuando esto ocurre ya hay más vampiros que humanos en el pueblo, y el barón se pasea impunemente por las calles a la vista de todos en plena noche, rodeado de sus siervos. Uno de ellos apuñala a Albert, el marido de Aline, la hija del profesor, de la que el barón se ha encaprichado. Este bebe la sangre de la joven y se la lleva a su guarida para convertirla en una vampira verdadera, no en una mera vampira sirviente como al resto.

Albert sobrevive al ataque, y puesto que no ha sido mordido continúa siendo humano. Muy debilitado y dándose cuenta que él solo no puede hacer nada por el pueblo, huye a caballo con la intención de buscar ayuda en el exterior. Zagor, Cico y el profesor se lo encuentran desangrado y delirando a medio camino hacia Bergville y tras confirmar que el vampiro se encuentra en ese lugar gracias a las pocas palabras que Albert logra pronunciar, lo dejan al cuidado del médico de otro pueblecito cercano. Por su parte, Molnar el zíngaro (que es el único sirviente vivo del barón) tiene sus propios planes. A espaldas de éste pero valiéndose del control que le ha otorgado sobre los vampiros menores, Molnar está saqueando las magras riquezas del pueblo, haciendo que todos entreguen el dinero y objetos de oro y plata que tienen, la mayoría de los cuales son reliquias familiares. Esconde su botín en el único lugar en el que el barón no lo buscará: la iglesia. Su plan es estacar él mismo al barón cuando lo tenga todo, mientras este permanezca aletargado durante las horas diurnas.

Cuando finalmente los tres viajeros llegan al pueblo, son rodeados por una multitud de sirvientes vampíricos. Se encuentran en un estado intermedio entre seres humanos y vampiros verdaderos: vulnerables al daño convencional pero incapaces de sentir dolor. Como no quiere disparar contra ellos porque ese estado aún es reversible si se acaba con el vampiro maestro, Zagor trata de rechazarlos a patadas y golpes con su tomahawk, pero son demasiados y no tienen mas remedio que huir de ellos. 

Corriendo a la desesperada llegan junto a la iglesia y se dan cuenta que los sirvientes vampíricos no se atreven a acercarse a ella. Naturalmente se encierran en su interior, comprendiendo que posiblemente se trate del único lugar seguro del pueblo. Buscando comida por la iglesia, pues las emociones le abren el apetito, Cico encuentra el botín que Molnar escondió allí.

En esas estamos cuando cae la noche y el barón se despierta en la cueva que emplea como escondrijo diurno, cerca de la cual hay otra cueva en la que retiene a Aline hasta que su transformación en vampira verdadera se complete. El barón sale de su ataúd y vuela convertido en murciélago hasta Bergville, donde Molnar le pone al corriente de la situación.

El horrendo contagio (nº 189): el barón conmina a gritos a Zagor y los demás a que abandonen la iglesia y le sirvan como vampiros menores, puesto que su única alternativa es morir de hambre encerrados allí. Éste le responde conminándole a él a que libere de su control a todos sus sirvientes vampíricos y abandone la región para siempre. Aprovecha para sembrar cizalla entre el barón y Molnar diciéndole que ya han encontrado el botín que ocultaban en la iglesia. Es un palo a ciegas porque Zagor solo puede suponer que fue Molnar quien lo escondió allí sin decir nada al barón, pero logra su propósito. El barón empieza a recelar del zíngaro y regresa a su cueva, dejándole al cargo de capturar a los intrusos. Sin embargo, ya está planeando deshacerse de él.

Molnar ve al pequeño Josif rondando el pueblo, consumido por el hambre y el agotamiento, y lo captura con facilidad. En un intento de reconciliarse con su señor encierra al niño en la misma cueva que Aline, a modo de tributo. Pero el barón ya se ha hartado de él. Cuando Molnar regresa al pueblo los sirvientes vampíricos, mentalmente controlados de forma directa por el barón, caen sobre él, lo linchan, y lo arrojan por un barranco. 

Sin embargo Molnar tiene el pellejo duro y sobrevive a la ordalía. Con el cuerpo ensangrentado y roto pero manteniéndose en pie por puro odio, vuelve arrastrando los pies hasta las cuevas. El control mental que el barón aun tiene sobre él es demasiado como para ser capaz de estacarlo aunque lo sorprenda dormido en su ataúd, ahora que este no lo considera de fiar, así que en lugar de eso decide liberar a Aline y Josif. Estos aguardan encerrados en una cueva cuya entrada está cubierta por una roca. Con sus mermadas fuerzas Molnar no logra moverla lo suficiente para que salga Aline, pero sí para que el pequeño Josif se escurra por ella y escape. Cuando el barón va en busca de Aline para completar su transformación en vampira verdadera, se encuentra junto a la cueva al moribundo Molnar y lo remata él mismo quebrándole la columna.

En el pueblo, los siervos vampiro también han recibido mentalmente órdenes respecto a los intrusos, y están lanzando antorchas contra la iglesia para incendiarla y obligarlos a salir, o morir calcinados. Zagor y los demás se lo están pensando cuando aparece el Séptimo de Caballería… o casi. Un grupo de hombres a caballo reclutados por Albert, ya restablecido de su herida, llega abriéndose paso entre los siervos vampíricos. Zagor, Cico y el profesor aprovechan para salir, montar en unos caballos extra que los hombres han traído con ellos, y huir todos juntos del pueblo. 

Albert y sus hombres tienen un campamento cercano al pueblo, donde unos y otros se ponen al tanto de lo que cada otro sabe. Lo más importante, el escondrijo exacto del vampiro, es algo que siguen ignorando. Lo único que pueden hacer es registrar los alrededores del pueblo por si lo encuentran de pura casualidad. Afortunadamente a quien encuentran es a Josif, que viene precisamente de la cueva del vampiro y guía al grupo hacia ella.

Zagor, más ágil y fuerte que el resto, trepa directamente por la pared de roca hasta la entrada elevada de la cueva, mientras los demás suben por la estrecha y sinuosa cornisa que lleva hasta ella. Entra a la cueva a tiempo de impedir que le barón mate a Aline y la transforme en vampira verdadera. Pero con las prisas del momento no ha tenido la precaución de llevar consigo una estaca, y no dispone de armas con las que acabar con él. Lo que hace es golpearlo para ir empujándolo hacia la entrada de la cueva y terminar arrojándolo por el barranco, con la esperanza de que la caída lo destruya. 

Con lo que no contaba (los conocimientos que tienen aquí los personajes sobre los vampiros no son muchos, y eso es un detalle que me gusta) es con que se pudiera transformar en murciélago. El barón cambia de forma y remonta el vuelo mientras se burla de Zagor… con lo que no presta atención a Albert, que ya ha llegado a la cueva por el estrecho sendero. Este empuña una estaca de más de un metro de largo, y la arroja como una jabalina contra el murciélago, atravesándolo de parte a parte. La criatura cae a plomo mientras regresa a su forma humanoide y se hunde en un caudaloso rio.

Esto termina con el control que el barón tenía sobre los ciudadanos de Bergville, que vuelven a ser humanos. Albert y Aline se reúnen, el pequeño Josif regresa a casa con sus padres y hermana, los primeros vecinos en vampirizarse se disculpan con aquellos a los que mordieron, y todo termina bien… pero lo último que vemos del barón Bela Rakosi fue como se hundía en la corriente del rio. No lo vemos convertirse en polvo, ni estallar ni nada de eso, solo caer con una estaca clavada en el pecho a un rio cuya corriente lo aleja rápidamente del lugar, por lo que su destrucción puede que no sea definitiva. 

Ya sabéis que de estos bichos no se puede uno fiar.  

Il regno delle tenebre & Lórrendo contagio. 1986. A. Castelli (guion) G.Ferri (ilustrador). Reimpresión de 1996.