Presentado por… el Supervisor General.
Antes que la era de internet, para bien o para mal, nos atrapara a todos, había un
tipo de libro bastante popular llamado Cosas que hacer los días de lluvia. Estos
libros eran, tal como su título indica, una serie de propuestas (juegos,
manualidades, actividades) que llevar a cabo los días que no era posible salir
a la calle por el clima o por estar enfermo. Porque antes de internet, los niños jugaban principalmente en la
calle. No es una crítica, solo un dato.
Yo nunca tuve problemas con la lluvia ni necesité estos libros. Sabía bien
que hacer cuando llovía. Cogía un folio y me liaba a dibujar casillas, escribía
algo dentro de algunas de ellas, dibujaba naves o monstruos en los huecos que
quedaban entre el serpenteante recorrido de casillas, y con cuatro garabatos hacía un juego de mesa. A la mayoría nunca jugábamos luego, pero me encantaba hacerlos y colorearlos.
Y
aquí estamos otra vez. Encerrados en casa, y no por la lluvia. Y sigo haciendo
juegos de mesa, aunque ahora me quedan un poco mejor que antes. Hacer un
juego de mesa puede ser tan entretenido como jugarlo, y es algo que todo
aficionado a los juegos de mesa debería probar. Y la
forma más rápida y sencilla de hacerlo, es reaprovechar material de alguno de los juegos
de mesa que ya tengamos, o crear una variación de ese juego.
Hace
unos años, coincidiendo con la convalecencia de una lesión, me entretuve una mañana creando una variante del Monopoly. Con monstruos gigantes. Porque... bueno, porque todo es mejor con monstruos gigantes.
Para
los que quieran probar esa variante y echar unas risas, que es algo que
nunca viene mal, os la explico a continuación. Para jugarla solo es necesario un Monopoly
o Superpoly. Son juegos muy comunes, y si se trata de uno en los que aparecen nombres de ciudades
reales, mejor. Y una figurita de monstruo, al menos.
Se
seguirán las reglas oficiales del juego empleado como base, con las excepciones
y cambios indicados a continuación. Como de uno a otro juego puede haber
pequeñas variaciones puede ser necesario algún trabajo de ajuste adicional.
1º/
En lugar de comenzar con todos los terrenos sin propietario, se hace a la
inversa. Todos los Títulos de propiedad se reparten al azar y a partes
iguales entre los jugadores. Si hay Títulos de propiedad sobrantes, los
jugadores lanzan dos dados, y en orden de mayor a menor puntuación obtenida,
cada uno va escogiendo uno de los títulos que queden.
2º/
Cada jugador recibe inicialmente el doble del dinero que se le entregaría
habitualmente en una partida normal. En caso de querer hacer partidas más
cortas, cada jugador recibirá únicamente la cantidad inicial habitual. Cada uno
cuenta también con una ficha que le representa. Si se dispone de fichas más
adecuadas que las propias del juego, es mejor usarlas, por mera estética. Si
no, cualquier ficha servirá mientras sea claramente distinguible de la de los
otros jugadores. Puesto que los jugadores van a representar a militares al
cargo de la defensa de las ciudades, la ficha que les represente pueden ser
pequeños tanques o aviones. En caso de carecer de algo más apropiado, pueden
emplearse las figuras habituales del juego.
3º/El
Kaijupoly no trata de comprar propiedades y crear un monopolio inmobiliario. Al
contrario, se trata de evitar que un terrible Kaiju que anda paseándose por el
mundo destruya las ciudades que se han asignado a cada jugador. Los jugadores
(en adelante el texto se referirá a ellos como Generales) deben emplear los
fondos de los que dispongan para reforzar las defensas de sus ciudades.
4º/
El juego comienza como de costumbre. Siguiendo el orden de turnos, cada General
lanza dos dados y se desplaza en el sentido de las agujas del reloj. Si cae en
una de sus ciudades, puede invertir cualquier cantidad de dinero que tenga
disponible en comprar Pelotones y Cuarteles.
Los
Pelotones representan contingentes de tropas, y los Cuarteles
instalaciones fijas y reforzadas. Son el equivalente a las Casas y Hoteles,
y cuestan la misma cantidad.
Es
decir, si un General cae sobre una de sus ciudades y el correspondiente título
de propiedad indica que construir una Casa en ese terreno cuesta 20.000€
y un Hotel 80.000€, puede situar en esa ciudad un Pelotón por
cada 20.000€ que invierta, y añadir un Cuartel por 80.000€ una vez
alcanzado el máximo de cuatro Pelotones.
Inicialmente
solo es posible situar tropas cuando se cae en una ciudad propia desprotegida.
Pero al final de su turno, un General puede adquirir tropas también para
cualquiera de sus ciudades en las que tenga situado al menos un Pelotón.
En cambio, no pueden situarse tropas en una ciudad en la que todavía no se ha
caído, o en la que se ha caído y se ha abandonado sin situar tropas en
ella. No es necesario tener todas las ciudades de un mismo lote para poder
situar tropas en ellas.
Si
no dispones de miniaturas más adecuadas (por ejemplo, soldaditos con fusiles
para representar los Pelotones y soldaditos con bazoocas para representar los
Cuarteles), puedes emplear las Casas y Hoteles normales.
Si
un General cae en una ciudad que no está a su cargo, entregará al General al
cargo de esa ciudad una cantidad equivalente al alquiler del terreno vacío, sin
importar las defensas situadas en esa ciudad. Siempre se paga al otro General
una cantidad equivalente al mínimo, que representa el gasto de recursos que
ocasiona con sus continuos desplazamientos organizando la apresurada defensa
contra el Kaiju. Los Generales que caigan sobre ciudades ya destruidas deben
pagar el coste mínimo del terreno igualmente para representar el gasto de
recursos de sus viajes, incluso si la ciudad ahora destruida estaba
originalmente a su cargo. Al caer en una ciudad destruida, esta cantidad se
paga a la banca, en lugar de a otro General.
5º/
Las casillas especiales funcionan de la siguiente forma:
Salida:
cada vez que un General de una vuelta completa al mundo, recaudando fondos para
mejorar las defensas de las ciudades, cobra la cantidad establecida por el
juego.
Cartas:
a gusto de los Generales (deben decidirlo antes de comenzar la partida), las
casillas en las que al caer se toma una carta al azar de uno de los mazos
pueden ser casillas sin efecto, o tener su efecto normal. En este segundo caso,
el General que ha caído en esa casilla toma una carta y gana o pierde las
cantidades que se indiquen, o lleva a cabo las acciones que se le ordenen.
Naturalmente, el texto debería adaptarse al juego, pero esto puede improvisarse
sobre la marcha. La típica “Haga reparaciones en todas sus casas” puede
leerse como “Provea de víveres y municiones a todas sus tropas”. La
improvisación siempre es divertida, pero al final el efecto de las cartas será
el mismo.
Impuestos
y gastos de lujo: estas casillas se entienden como averías en los
equipos o gastos imprevistos durante su viaje, que ocasionan al General la
pérdida de recursos indicada.
Compañías
de transporte y servicios: son similares a las cartas de
ciudades. Los Títulos de propiedad de estas se reparten al azar mezclados
con los de las ciudades al inicio del juego. No hay ningún efecto negativo por
caer sobre una de estas casillas controladas por otro General. Cuando el
General que controla uno o más transportes o servicios públicos pasa por la
casilla de Salida y cobra la cantidad correspondiente, añade a esta un extra
según cuantas de estas cartas controle. El extra que se añade es lo que
cobraría en el juego base si otro jugador terminara su turno en la casilla de
esa compañía o servicio público. En la foto de ejemplo (abajo) si el jugador amarillo controla la Compañía Eléctrica, las líneas de autobuses y las gasolineras, al pasar por la Salida cobraría 40.000€ por la vuelta
completa al tablero, +10.000€ por ser capaz de proveer de combustible y
transporte público a los civiles, 2d6x800€ por ser capaz de proveer a las ciudades
de luz eléctrica.
Parking:
una casilla sin efecto.
Cárcel
y Vaya a la cárcel: un General que es “enviado a la cárcel” queda
empantanado en una serie de discusiones e informes con el Comité de Defensa
Mundial, perdiendo turnos hasta que logra liberarse por los procedimientos
normales del juego.
6º/
El Kaiju: los Generales juegan una primera vuelta completa totalmente a
salvo del Kaiju. Cuando todos han pasado por la Salida en una ocasión, coloca
una figura adecuada para representar al Kaiju en la casilla de Salida. El Kaiju
juega su turno en el último lugar, tras el turno del último General de la
ronda. Uno de los Generales deberá ser designado para hacer de Kaiju (igual que
se designa a uno para hacer de Banca). Lo mejor es que se encargue del Kaiju el
que juega en último lugar cada ronda.
El
Kaiju avanza lanzando dos dados, pero lo hace en el sentido contrario a las
agujas del reloj. Las casillas de Salida, Carta, Parking, Cárcel y Vaya a la
Cárcel no le afectan. Cuando cae sobre una casilla de ciudad, la ataca.
Si
la ciudad está desprotegida, la destruye automáticamente.
El General al cargo de esa ciudad deja el Título de propiedad en el
centro del tablero.
Si
la ciudad tiene Pelotones o un Cuartel que la protegen,
estos tratarán de rechazar al Kaiju. El Kaiju no puede ser destruido, pero si
se le daña bastante se retirará. Se lanzan dos dados por el Kaiju y se suman
los resultados. El General al cargo de esa ciudad lanza un solo dado y añade +1
por cada Pelotón que la proteja, o un +5 si tiene un Cuartel. Si
el Kaiju obtiene un total mayor, destruye el Cuartel (cámbialo por
cuatro Pelotones) o destruye uno de los Pelotones, si no había Cuartel.
Si destruye el último Pelotón de la ciudad, destruye también la ciudad y
el General entrega el Título de propiedad. Además, el combate continúa
hasta que el General gane una vez y rechace al Kaiju, o hasta que el Kaiju
destruya la ciudad.
Si
es el General el que obtiene un total mayor, el Kaiju es
rechazado. No daña a las tropas y cesa su ataque. A su siguiente turno, el
Kaiju lanzará los dados para seguir avanzando con normalidad.
Si
se produce un empate, repite el combate hasta obtener otro resultado.
En
caso que el Kaiju obtenga un doble 6 al lanzar los dados,
habrá usado su mega ataque especial, destruyendo el Cuartel y un Pelotón,
o dos Pelotones de golpe, y prosiguiendo el combate con
normalidad.
Si
el Kaiju cae sobre una casilla de transporte o servicio público,
la destruye automáticamente y el General entrega el Título de propiedad.
Las
ciudades destruidas pueden marcarse situando algún tipo de ficha
especial sobre la casilla para recordar que están destruidas y distinguirlas
claramente de las que están vacías por no haber situado todavía ninguna tropa
sobre ellas. Una simple piedrecita de grava (para indicar que la ciudad ha
quedado reducida a escombros) o cualquier otra ficha o marcador que indique
esto claramente servirá.
7º/
Arruinado. Si en algún momento un General queda arruinado, debiendo más dinero
del que dispone, el Comité de Defensa Mundial lo irá relevando de sus
funciones, retirándole el control de algún territorio. El General deberá
cambiar por dinero todas las tropas que tenga en una de sus ciudades (por el
procedimiento normal de vender Casas y Hoteles) y la propia
ciudad. Obtendrá su valor de hipoteca, pero el Título de propiedad se
dejará en el centro del tablero y se considerará una ciudad destruida. Esto representa
ciudades cuya defensa se da por imposible y son totalmente evacuadas. Las
ciudades “vendidas” de este modo se consideran destruidas a todos los efectos.
Si el General no puede saldar sus deudas con la cantidad obtenida, deberá hacer
lo mismo con otra de sus ciudades. Un General que pierde todas sus ciudades,
por falta de recursos para mantenerlas o porque el Kaiju las haya destruido, es
eliminado de la partida. El primer jugador en ser eliminado pasa a encargarse
de lanzar los dados para mover y combatir con el Kaiju.
8º/
El juego continúa en esta dinámica hasta que solo queden ciudades protegidas
por un solo General, momento en el que el Kaiju se calma y se echa una larga
siesta de unos cuantos siglos. Este General es el ganador.
Variante
“Rey de los Monstruos”
Es
una variante de la idea anterior, pero más sencilla, orientada a pasar un rato
con niños pequeños. Todos los jugadores son Kaijus, y cada uno debe disponer de
una figurita de monstruo o dinosaurio adecuada que le represente. Las casillas
de Salida, Carta, Parking, Cárcel y Vaya a la Cárcel no le afectan. Se juega
sin dinero. Al inicio de la partida, coloca un Cuartel en cada ciudad.
1º/
Los jugadores (en adelante el texto se referirá a ellos como Kaijus) parten de
la casilla de Salida. Pueden elegir, cada turno, lanzar uno o dos dados para
mover.
2º/
Cuando caen en una ciudad, la atacan como se ha explicado para el juego
anterior, lanzando el Kaiju dos dados y la ciudad un dado +5 si tiene un Cuartel,
o +1 por cada Pelotón que conserve.
Si
el Kaiju obtiene un total mayor, destruye el Cuartel
(cámbialo por cuatro Pelotones) o destruye uno de los Pelotones,
si no había Cuartel. Si destruye el último Pelotón de la ciudad,
destruye también la ciudad. El combate continúa hasta que el Kaiju destruya la
ciudad o las tropas lo rechacen.
Si
es la ciudad la que obtiene un total mayor, el Kaiju es
rechazado. No daña a las tropas y cesa su ataque. A su siguiente turno, el
Kaiju seguirá avanzando con normalidad.
Si
se produce un empate, repite el combate hasta obtener otro resultado.
En
caso que el Kaiju obtenga un doble 6 al lanzar los dados,
habrá usado su mega ataque especial, destruyendo el Cuartel y un Pelotón,
o dos Pelotones de golpe, y prosiguiendo el combate con normalidad.
3º/
Si el Kaiju cae sobre una casilla de transporte o servicio público, la destruye
automáticamente.
4º/
Siempre que el Kaiju destruya una ciudad o inutilice un servicio público, coge
el Título de propiedad correspondiente. El juego termina cuando todas
las ciudades han sido destruidas. En ese momento, el Kaiju que haya destruido
más ciudades, se convierte en el Rey de los Monstruos.
5º/
Como algo opcional, los Kaiju pueden pelear entre ellos. Siempre que un Kaiju
caiga en la casilla ocupada por otro, le atacará. Ambos lanzan dos dados,
repitiendo empates. El que venza al otro deja tumbada su figura en la casilla.
Un Kaiju tumbado dedica todo su siguiente turno a ponerse en pie, no pudiendo
hacer nada más. Si un Kaiju coincide con otro que está en una casilla de ciudad
sin destruir, deberá pelear primero con el otro Kaiju, y solo si le derriba
podrá atacar a continuación a la ciudad.
Puedes descargar una copia en PDF de este reglamento para imprimirla y probarlo en casa aquí.
Muy original la verdad. Imagino que ahora con la cuarentena desarrollarás nuevos juegos. Podrías publicar aunque solo sean las fotos de los juegos que creaste (si es que los conservas). Pd en la extinta revista Dragón eran muy habituales los artículos para hacer un juego. Recuerdo uno que era de dinosaurios contra soldados. Habría que recuperar esas buenas costumbres
ResponderEliminarYa había pensado de ir publicando mis juegos aquí, pero hay dos problemas principales. El primero es que me gustaría publicarlos como PDF´s descargables para que quien los viera interesantes pudiera imprimir las cartas, tablero y reglamento. Pero no tengo ni idea de como hacerlo. Confieso que soy un absoluto inútil en lo que a informática se refiere. No paso de los más básico. Pero si me entero de como, los iré subiendo. Creo que hay algunos bastante buenos.
EliminarEl segundo problema es que, como en principio los hice para uso personal, solo para jugar con la familia y amigos, emplee como ilustraciones de las cartas las que fui encontrando por internet que me parecieron adecuadas. Naturalmente tendría que cambiarlas por otras de uso libre o hechas por mi, y estéticamente al menos el juego sería mucho peor ^_^U
Pero la idea de publicarlos sigue ahí. Ya averiguaré como.
Bueno, tal como decía Sean Connery en Indiana Jones y la última cruzada; “A veces me siento a esperar, y el problema se resuelve solo”. Quizá no fueran exactamente esas las palabras, pero es bastante aproximado.
EliminarAyer alguien me escribió al Despacho del Supervisor General para que le enviara las instrucciones del Kaijupoly a su correo para probar a jugarlo en casa. No se como no pensé en ello, siendo la solución más fácil. Me ahorro el ir subiendo mis juegos caseros o modificaciones a un sitio desde donde se puedan descargar y colocarles un link y todo eso. Según modifique los juegos para cambiar todas las imágenes por otras libres, y los presente aquí, iré recordando esto para quien quiera el reglamento o elementos imprimibles en un PDF.
Me parece una pasada esta version del monopoly. Ojalá tenga la posibilidad de probarlo porque lo encuentro divertidísimo. Mi enhorabuena
ResponderEliminarGracias. La idea era hacer un juego "nuevo" con elementos que casi todo el mundo tuviera a mano por casa o pudiera conseguir con facilidad, como el típico Monopoly.
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