LA PLANTA DE RECICLAJE
Aquellos de vosotros que en vuestra vida cotidiana uséis a menudo un
compás probablemente tengáis montones de
estos cilindros vacíos, perdidos en el fondo de los cajones de vuestra mesa de
trabajo.
Estos cilindros son perfectos como complementos para las figuras de
acción del tamaño adecuado. Tras limpiarlos bien de la "carbonilla"
de las minas (probad con bastoncillos para los oídos o algo similar) y rellenarlos con unas gotas de algún liquido denso de color
misterioso (los lavavajillas verdes y azules van muy bien para esto) tendréis
un estupendo vial de virus con el que extender (o erradicar) una plaga zombi,
un frasco de Mutogen, o algún otro desastre químico similar.
("Puaj...")
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