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domingo, 10 de abril de 2022

PERDIDO CADAVER, GRATIFICARÉ DEVOLUCIÓN

EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, ávidos lectores.

No suelo leer bolsilibros de otras temáticas que el terror, la aventura y la ciencia ficción, pero en ocasiones aparece alguno que me llama la atención por algún motivo. Este, por ejemplo, a pesar que ni el autor ni la temática son muy de mi gusto, lo leí más que nada por ver cómo se justificaba el título.

Se escribió en 1972, poco después del atentado en el aeropuerto de Tel Aviv. En dicho atentado, un grupo terrorista palestino contrató a tres asesinos japoneses para llevar a cabo un ataque contra un grupo de pasajeros cristianos y judíos que estaban haciendo una especie de peregrinación. El atentado se saldó con un centenar de víctimas entre muertos y heridos. Una de las cosas que más desconcertaron a las autoridades, es que los asesinos no parecían tener ningún plan de huida. Simplemente se presentaron en el aeropuerto con fundas de violín llenas de armas automáticas y granadas, y se quedaron allí matando gente hasta ser abatidos.

El bolsilibro tira de ese suceso para construir su historia. Alguien quiere hacer un atentado similar al de Tel Aviv, esta vez en Estado Unidos, y busca para ello asesinos dispuestos a llevar a cabo un atentado suicida.

El protagonista es Rock Contry, un agente del FBI que está investigando un caso aparentemente sin relación con lo anterior. Tiene ordenes de detener a Glenda, la dueña de una funeraria a la que se ha visto relacionarse con dos terroristas internacionales. Esto le plantea dos problemas. Por una parte, él sabe que el encuentro y la breve interacción que hubo entre Glenda y los terroristas fue casual, y no tiene ninguna relación real con ellos. Por otra parte, sabe esto porque Glenda es su novia, una relación afectiva de la que tenía la obligación de informar al FBI, pero no lo hizo.

Cuando se presenta en la funeraria de Glenda, le propone un plan. Ella debe desaparecer durante una semana. El cerco que se ha tendido sobre los terroristas se cerrará antes de eso, y entonces ella quedará libre de sospechas. En cambio, si llegan a detenerla e interrogarla, aunque luego quede en libertad, su imagen estará dañada para siempre y todo el mundo le perderá la confianza. Rock pretende que ella se quite de en medio una semana simulando una excursión a algún paraje aislado para despejarse del trabajo. Él dirá que al ir en su búsqueda no la encontró y no pudo presentarle la orden judicial de su detención. Por tanto, cuando ella se deje ver una semana más tarde podrá alegar no saber que había sido requerida por el juez, y presentarse voluntariamente en el juzgado ya con todo el problema resuelto.

Como no puede quedar registro de sus movimientos, no puede usar ni su coche (por la matricula) ni alquilar uno o comprar billetes de tren o avión. Rock propone que se meta en un ataúd de lujo que su funeraria debe enviar hasta otro estado. Él tomará el mismo tren y durante el viaje la sacará del ataúd, en el vagón de carga, y bajarán en alguna estación intermedia.

Cuando Rock, a mitad del viaje, se dispone a sacar a Glenda del ataúd, de este surge en su lugar un sicario con ametralladora que intenta matarlo sin dar explicaciones. Rock le destroza la cabeza a puñetazos y luego salta del tren, preguntándose donde estará Glenda.

A partir de ese momento, vaya a donde vaya se encuentra con alguien que intenta eliminarlo. Un francotirador le dispara desde lo alto de una montaña rusa. Un asesino con katana intenta cortarle en rodajas en un vagón del metro. Dos sicarios tratan de cargárselo desde una ventana disparando un bazuca contra el tráfico, haciendo estallar coches y conductores mientras Rock salta de un capó a otro como si fuera SuperMario… a todos ellos consigue matarlos de un modo u otro. El texto está en realidad más enfocado a relatar la acción que al proceso de investigación. 

El aguante físico del protagonista está muy exagerado. Se pasa todo el relato corriendo y peleando casi sin pausa, llevándose únicamente unos pocos rasguños. El único momento en el que descansa es en un par de ocasiones en las que queda inconsciente: una por ser atropellado por una vagoneta de la montaña rusa y caer luego desde lo alto de ella, y otra en la que una bala le roza la sien. ¡El amor lo mantiene en movimiento! 

Y en realidad, mantenerse en movimiento es casi lo único que puede hacer, porque el asunto no parece tener ni pies ni cabeza. Hay implicados americanos, judíos, árabes y japoneses. Todos ellos parecen intentar matarle sin un motivo que él entienda, y no sabe tampoco que interés podrían tener en raptar a Glenda. En realidad, solo sacaron a Glenda del ataúd y están tratando de matarlo a él porque han interferido en su intento de apoderarse del ataúd, que es lo que realmente les interesa. El cadáver destinado a ocuparlo era un alto cargo del gobierno, y muchos otros altos cargos van a reunirse en su funeral, congregados en torno al ataúd, con el que pretenden preparar el atentado.

Como no puede ser de otro modo, Rock logrará acabar con todos los asesinos que envíen contra él, rescatar a Glenda más o menos indemne (la necesita para casarse con ella al final, como en todo bolsilibro decente), e impedir el atentado.

Lo que más me ha gustado, es que los organizadores del atentado contratan a un intermediario que se encarga de conseguir terroristas suicidas comprándoselos a sus lideres políticos y religiosos. Estos solo los adoctrinan para luego venderlos como títeres a quien pague por ellos, llenándoles la cabeza con toda esa perorata de que luchan por un noble ideal, que irán a parar a tal o cual paraíso reservado a los mártires, que sus nombres serán recordados por siempre, etc. 

En realidad, son solo una mercancía; individuos tan ideologizados que aceptan sacrificar sus vidas y matar a inocentes sin dudar, ignorando que los están comprando y vendiendo como a ganado. La idea de que hay un mercado establecido de terroristas suicidas que ignoran que se está haciendo dinero a costa de sus muertes es bastante interesante.

Perdido cadáver, gratificaré devolución. 1972. Silver Kane [Francisco González Ledesma] (texto). Servicio Secreto nº 1168. Editorial Bruguera S.A.

2 comentarios:

  1. No lo he pensado mucho, pero hubiese molado que Glenda estuviese involucrada en las mafias estas siendo la novia del poli 😂

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    1. Hubiera estado bien, pero ya sabes como funcionan los bolsilibros... al final la novia estaría involucrada, pero obligada por algún villano que le hacía chantaje o algo así, y de un modo u otro quedaría exculpada. Yo creo que si la cosa no terminaba en boda, el autor no cobraba 😂

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