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martes, 2 de octubre de 2018

TOXIC CRUSADERS: BATALLA DE TROMAVILLE

ALMACÉN DE MUNDOS COPRIMIDOS
En la actualidad, Falomir es una compañía que produce principalmente juguetes infantiles de buena factura. Pero sus inicios fueron muy diferentes, y por ello casi todo el mundo sigue relacionando a día de hoy la marca Falomir con juegos de mesa de escasa calidad, en la mayoría de los casos, plagios descarados de otros que estaban de moda en ese momento. Soy muy aficionado a los juegos de Falomir precisamente porque hay que reescribir, modificar y cambiar muchísimo las reglas para convertirlos en algo interesante o tan solo jugable. Y eso es algo que me tomo como un desafío: convertir uno de los juegos de imitación de la época mala de Falomir en algo que valga la pena a base de alterar, quitar y añadir. Sobre todo, añadir.

Este, sin embargo, no es uno de los típicos juegos de mesa de Falomir. Porque lo más extraño del caso es que cuando sacaban un juego en el que no imitaban nada, en el que no plagiaban a otro, o en el que no te vendían simplemente un parchís camuflado como otra cosa, cuando lo que hacían era un juego original sin imitar a nadie… hacían buenos juegos.

Los juegos que Falomir hacía “desde cero” eran muy superiores a los que sacaban con el único fin de subirse a la ola del tema de moda. Eran juegos simples, desde luego (nada de complicadas estrategias ni docenas de opciones, porque seguían siendo juegos para niños después de todo) pero eran buenos. Este es uno de ellos.

Toxic Crusaders: Batalla de Tromaville está basado en la serie de dibujos Toxic Crusaders, que a su vez deriva de la saga cinematográfica El Vengador Toxico, uno de los superhéroes más asquerosos, irreverentes, iconoclastas, ultraviolentos, y divertidamente obscenos de la historia del cine.

En 1992, al año siguiente que comenzara… y terminara... la serie de televisión Toxic Crusaders, la compañía Falomir compró los derechos para hacer un juego de mesa sobre ésta, por lo que el juego forma parte oficial de la franquicia de El Vengador Tóxico. Todo un logro para una empresa española, porque, si destacamos lo que hacía mal Falomir, es de justicia destacar igualmente lo que hacía bien.

El juego es, como decía, muy sencillo por estar destinado a un público infantil, pero es mucho más complejo que otros juegos también de Falomir como Motorratones de Marte o Sailor Moon en los que nos encontrábamos simplemente con un recorrido de unas 30 casillas en las que únicamente en seis de ellas pasaba algo, y ese algo eran cosas como “Dos turnos sin jugar”, “Tira otra vez” o “Avanza hasta la casilla tal”.

Aquí nos encontramos con un tablero acompañado de ilustraciones que respetan el arte característico de la serie, dos mazos de cartas, y una ruleta, además de las típicas fichas planas de colores y uno o dos dados comunes.

La temática del juego es limpiar la ciudad tanto de maleantes como de contaminación. Comenzaremos nuestro día de patrulla partiendo del basurero de Tromaville, armados con tres cartas al azar de “Hombres buenos”. En estas cartas aparecen alguno de los habitantes de Tromaville que, al igual que nosotros como jugadores, combaten el mal por las calles, y no son otra cosa que los protagonistas de la serie. Cada uno lleva impreso un número que indica su “nivel” como luchador. Así en estas cartas podemos encontrarnos a Junkyard (nivel 2), Headbanger (nivel 3), Nozone (nivel 4), Major Disaster (nivel 5) y al propio Toxie (nivel 6, como no).

Tirando el dado avanzaremos por la ciudad, y será el ganador el primero que, habiendo dado la vuelta completa al tablero, regrese de nuevo a nuestra base en el basurero tras una dura jornada limpiado (en todos los sentidos) las calles. El resultado del dado puede hacernos caer en casillas donde otro "Hombre bueno" se unirá a nosotros (cogemos otra carta al azar de este tipo), nos ocurre algo (típicas casillas de avanzar, retroceder, o coger cartas a otros jugadores) o una casilla de combate. 

Los combates no tiene que librarlos el jugador que cae en la casilla, que sería lo normal, si no que éste designa a otro jugador para hacerlo. Este es un detalle importante porque añade un cierto factor de estrategia al hacer que los jugadores puedan atacar a aquellos que estén más próximos del final, o a aquellos con los que hallan adquirido un “pique” durante la partida, por el motivo que sea. El sistema de combate es sencillo: el atacante (el jugador que cayó en la casilla del combate) designa una victima y saca una carta del mazo de "Hombre malo". Tras ver cual es, el defensor elige una de sus propias cartas de "Hombre bueno". A continuación, cada uno tira un dado y suma el resultado al nivel de su luchador, ganando el que obtenga un total mayor, repitiendo las tiradas en caso de empate. Si gana el "Hombre malo", el jugador afectado retrocederá cierta cantidad de casillas, y las avanzará si el "Hombre bueno" resulta vencedor. Las cartas empleadas se descartan sin importar el resultado.

Los "Hombres malos" que aparecen en las cartas son los villanos de la serie: Radiation Rangers genéricos (nivel 2 o 3), Psyco (nivel 4), Bonehead (nivel 5) y el Doctor Killemoff (nivel 6).

Aparte de medir nuestras fuerzas con la escoria de la ciudad, también podemos caer en casillas de "Residuos nocivos", que nos afanaremos en limpiar. Para esto se emplea la ruleta: un resultado de "Toxie" indica que limpiamos la suciedad con éxito (volvemos a tirar el dado para mover, como recompensa) y un resultado del "Doctor" indica lo contrario, con lo que nos quedamos donde estamos. Hay seis casillas de "Desastre toxico", que son como las de "Residuos nocivos", pero de mayor gravedad. En estas, si fallamos la tirada en la ruleta en lugar de quedarnos donde estamos, lo que haremos será retroceder.
Y poco mas hay que contar… pero para ser un juego de Falomir de su “época cutre”, lo contado ya es mucho. Y para ser además un juego orientado a un publico muy joven no está nada mal.

2 comentarios:

  1. De la serie de dibujos no recuerdo nada. Solo vi la primera de las películas que me dejó con una sensación indescriptible entre "me ha gustado" y "¿Qué narices es esto?".
    Como juego de mesa no pinta mal, me encantaría probarlo.

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    1. La serie de dibujos fue bastante corta, solo trece episodios. No tuvo mucho éxito porque era básicamente una serie para niños pero incluía varios chistes para adultos que en teoría los niños no iban a entender (y quizá en el 91 los niños no los entendían, pero hoy en día…). Pero también incluía mucha critica social encubierta y muchos temas incómodos, y todo eso mezclado con las tramas infantiles no terminaba de cuajar bien, y quizá por ello no tuvo un publico muy destacable en cifras de audiencia. A mi me resultaba muy graciosa, en general mejor que las películas. Recuerdo en particular una escena en la que la novia de Toxic es raptada y se la llevan por mar en una barcaza de basura. Toxic y sus amigos están a punto de lanzarse al mar para ir nadando a rescatarla y entonces aparece la madre de Toxic y les suelta la charla de "No podéis meteros en el agua porque hace menos de dos horas que habéis comido y tendréis un corte de digestión"... y ahí acaba la heroica tentativa de rescate, con todos los protagonistas viendo alejarse el bote "incapaces" de llegar hasta él para rescatar a la dama en apuros. Todavía me rio cada vez que recuerdo esa escena.

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