EL DINOSAURIO DIABOLICO

EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS
¡ALERTA DE EXPOILERZ!

Una colección americana de 1978, que sería publicada en España por Vértice un par de años después. A pesar de ser una obra personal de uno de los artistas más apreciados de momento (Jack Kirby) aquí solo llegaron a venderse cuatro números. No muchos más, en realidad, de los que se vendieron en América. Teniendo en cuenta como estábamos todavía en esa época, y una vez veáis algunas particularidades del comic, comprenderéis el porque de su rápida cancelación.

El dinosaurio diabólico es un comic de aventuras ambientado en la prehistoria. O al menos, en la prehistoria tal como generalmente se entendía en aquella época: con cavernícolas y dinosaurios compartiendo el mundo.  

Teóricamente el protagonista es Muchacho Luna, un joven troglodita de una de las primeras tribus humanas, que logra hacerse amigo de Diablo, un gigantesco tiranosaurio rojo extremadamente fiero e inteligente. Pero en verdad las historias giran en torno a Diablo, y Muchacho Luna está allí para que tengamos junto al dinosaurio un personaje capaz de hablar, de comunicarse con otros humanos, y de dar explicaciones sobre la trama del capítulo si es necesario.

Los humanos de esa tribu aparecen como extremadamente primitivos. Aunque hablan perfectamente y tienen un vocabulario amplio y una excelente dicción (mejores que los de algunas personas que conozco) son prácticamente monos con cabezas humanas sobre los hombros. El efecto es un tanto perturbador, ya que las caras podrían representar a personas actuales, pero los cuerpos están totalmente cubiertos de pelo. En realidad, hombres y mujeres, van completamente desnudos, pero tienen tal cantidad de pelo cubriéndoles el cuerpo, que parecen ir disfrazados de wookiee y habérseles olvidado la careta. En el caso de las mujeres, se les dibujaba una especie de doble melena que, forzando un poco el autoengaño, podía interpretarse como una capucha de pelo, creando la impresión que podría estar realmente llevando un ceñido vestido de pelaje animal, pero esto parece más una medida para tranquilizar conciencias que otra cosa.

Hay que tener en cuenta que a día de hoy, en América, sigue habiendo una considerable cantidad de gente que considera que la Teoría de la Evolución es falsa, y los humanos no están de ningún modo emparentados con los primates. Imaginaos como debió sentarle en el 78, a esa parte del público, una historia protagonizada por seres que son aún más monos que hombres, que deambulan desnudos y más peludos que un hippy de un lado a otro, y que son protegidos por un poderoso monstruo rojo (¿comunista?) llamado Dinosaurio Diabólico.  

Admito que puede parecer exagerado que se cancelara una colección por detalles como estos, pero veamos que historias nos cuenta el único número que tengo, titulado Árbol-demonio.

Tres miembros de la tribu de Muchacho Luna (un anciano de larga barba blanca y una pareja joven) se acercan a investigar un extraño árbol luminoso. Lo que ellos interpretan como un árbol es en realidad parte de la computadora (con forma de columna ramificada) de una nave alienígena estrellada en la Tierra. La computadora es parcialmente funcional, y siguiendo su programación básica de proteger a los tripulantes, al notar la presencia de los humanos cerca crea una cúpula de energía impenetrable que envuelve tanto a si misma como a ellos. Ningún peligro exterior puede atravesar la cúpula, pero tampoco los humanos pueden abandonarla. Seguidamente crea dentro de la cúpula una exuberante vegetación que les provee de alimento, y filtra un gas tranquilizante para mantenerlos calmados y sumisos.

Pero la computadora está dañada, y la radiación que pierde basta para matar al anciano. Esto incita al macho a atacar a la computadora, provocándole más daños. Su escudo de energía se debilita, y debido a ello Diablo logra atravesarlo cuando lo embiste, destruyendo el ordenador y liberando a los humanos. El capitulo termina con los humanos alejándose en compañía de Diablo, libres al fin para vivir sus vidas como les plazca, y una nota que nos dice que la historia de ese extraño suceso sería contada una vez tras otra por las sucesivas generaciones, que terminarían por cambiarla poco a poco y hacerla llegar hasta nuestros días totalmente errada. 

No hace falta darle muchas vueltas para ver la historia que se nos está contando aquí. Un hombre y una mujer primitivos (Adán y Eva) están confinados en un paraíso artificial, en compañía de un benevolente anciano (Dios). El anciano muere (la pareja joven pierde su guía) y el “árbol” es desafiado y dañado (se pierde la inocencia), lo que permite que un reptil diabólico (la serpiente) libere (o provoque la expulsión) de la pareja de humanos de ese falso paraíso. Una reinterpretación cuanto menos curiosa.

Esta historia, aparecida en el último número publicado en España, fue quizá lo que motivó el cierre de la colección en nuestro país. Sinceramente, me extraña incluso que llegara a publicarse en un principio, en una época en la que se daban clases obligatorias de Cristianismo como una asignatura más en la escolarización básica, junto a Lengua y Matemáticas, y las parábolas bíblicas se estudiaban  dándoles la misma importancia que a los hechos históricos.

La segunda aventura del número es más convencional. Diablo es capturado por miembros de una tribu diferente a la de Muchacho Luna. Esta tribu es más avanzada: usan ropas, cuerdas, y están acostumbrados a capturar y domesticar dinosaurios. Muchacho Luna convencerá a su pacífica tribu para que lo ayuden a liberar a Diablo, llegando a matar para ello a varios humanos del otro grupo, por procedimientos tales como descalabrarlos a pedradas o hacerles caer en arenas movedizas.

Árbol-demonio. 1980. Jack Kirby (guion e ilustraciones). El dinosaurio diabólico nº 4. Mundi Comics/Vértice.