LA DESPENSA

¡Saludos, hambrientos y hambrientas!
¡Por fin es Halloween! Estamos a pocas horas de una de esas noches en las que hay que andar con mil ojos, porque los disfraces abundan y nunca puedes estar seguro de cuantos de los monstruos que tienes alrededor son reales y cuantos no: vampiros, brujas, fantasmas, humanos… ¡quién sabe con qué nos podemos cruzar!
Para
echar una mano con eso de andar con mil ojos, nada hay mejor que unos cuantos
ojos adicionales. Estos ojos de gominola son aún más grandes que los ojos
humanos reales, e igual de sabrosos.
Además de para devolver la vista por una noche a los cráneos parlanchines que tenemos por aquí (seguro que agradecen ver cosas nuevas de vez en cuando) nos pueden servir para alimentar a los hambrientos monstruos que pasen por la puerta de la base reclamando chuches.
Los
ojos son blanditos (¡pero masticadlos bien antes de intentar tragarlos, que os
conozco!), están rellenos de un jarabe dulce y denso (¡como los ojos de
verdad!) y los iris vienen en cuatro colores diferentes (verdes, azules,
amarillos y rojos), para satisfacer el máximo de paladares y fetiches posible.
Y eso es todo por hoy. Una entrada cortita, porque todavía tenemos muchas cosas que preparar para esta noche 👻🦉
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