MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

viernes, 22 de octubre de 2021

VIGESIMOSEGUNDO RETO ESCRITUBRE 2021. FRANKENSTEIN.

   Presentado por...Zag.

¡Extra! ¡Extra! ¡Entrevista en exclusiva con un cientifico loco! ¡Fotos de su laboratorio! ¡Acepta encargos! ¡Y además el Vigésimosegundo Reto Escritubre! ¡Extra! ¡Extra!

RETO 22: La inspiración para el reto de hoy es el monstruo de Frankenstein, una de mis novelas favoritas. Algunos elementos de esta increíble historia, para que se inspiren: formar una persona (o personalidad) con partes de muchas otras, la separación del cuerpo y el alma, el miedo a las nuevas tecnologías, los engendros que creamos y que nos persiguen... ¡ustedes eligen!


VERSIÓN BETA

La pantalla mostraba una toma fija del interior de una pequeña habitación acolchada, como la de un manicomio. En ella, una criatura lanzaba gritos que no podían ser escuchados, pues la grabación carecía de audio. De cintura para arriba, era un hombre que luchaba contra la camisa de fuerza que le inmovilizaba los brazos. De cintura para abajo, el torso del hombre quedaba unido al cuerpo de un caballo sin cabeza por medio de toscas costuras. Parecía uno de los legendarios centauros de la mitología griega, pero su aspecto era enfermizo y lamentable.

Los cinco hombres y la mujer que observaban la pantalla apenas se inmutaron ante la visión de semejante esperpento. Intercambiaron algunas miradas entre ellos, pero nadie dijo nada. Ni tan solo levantaron los codos de la mesa. El doctor Mortiz, junto a la pantalla, se atusó su desordenada melena blanca antes de explicar:

-El gran problema con el que cuenta la caballería, es la necesidad de disponer de alimentos diferentes para jinete y montura. Y también el hecho de ser, por decirlo de algún modo, soldados en dos piezas. El jinete puede pretender que la montura haga algo que esta no esté dispuesta a llevar a cabo. Si el jinete es derribado, la montura puede huir y abandonarlo. Nada de esto ocurre con el prototipo trece. Jinete y montura pasan a ser uno. La inteligencia del primero con la velocidad, resistencia y capacidad de carga del segundo. Una sola mente, una sola necesidad de alimentación, un soldado en una sola pieza.

Mortiz sonrió a su audiencia, pero estos no parecían impresionados.

-Es interesante- dijo uno.

-Si, interesante- dijo otro. Y ahí terminó todo.

Lanzando un suspiro de frustración, Mortiz esperó a que la grabación del centauro artificial terminara. Tras una serie de rayadas y marcas de empalme en la cinta, se vio un gran contenedor lleno de agua hasta una altura de un metro y medio. Sentado en el fondo, un hombre desnudo de aspecto miserable miraba a la cámara. Tenia una serie de franjas abiertas a cada lado del cuello y en el pecho, de las que brotaban racimos de burbujas con regularidad. Sus pies, en primer plano, eran más anchos y largos de lo normal, como las aletas de un buceador.

-El prototipo catorce. Perfecto para trabajos subacuáticos. Está preparado para respirar bajo el agua, evitando el tener que limitar las operaciones de este tipo a la capacidad de las botellas de aire. Un modelo catorce puede permanecer indefinidamente bajo el agua, incluso alimentándose de peces, cangrejos y algas crudas, lo que encuentre. Es el saboteador subacuático ideal. Incluso sus ojos han sido modificados para resistir sin problemas el agua salada.

Nuevamente, la audiencia del doctor permaneció tranquila. Solo la mujer, cuyo uniforme estaba tan cargado de medallas como el de los hombres, apuntó:

- Parece triste.

- Si, bueno… es de esperar. Los sujetos no son voluntarios. Esto son prototipos. El resultado sería mejor con soldados voluntarios ya entrenados antes de ser modificados, si ustedes se deciden a aceptar mis presupuestos y condiciones.

Los militares se miraron entre ellos nuevamente, y uno respondió en nombre de todos:

-Sin duda. Los resultados serán mejores si eso ocurre.

Mortiz sintió deseos de volarle la cabeza de un tiro al que había hablado.

- ¿Y no supone ningún problema para ustedes que experimente con inocentes?

- Pues… hum…

- Eso… hum…

- Lo importante… es ganar la guerra, creo yo.

- Eso es. Ganarla.

- Sería interesante ganar la guerra.

Todos asintieron, con la misma emoción que si les hubiesen preguntado si creían que llovería el siguiente domingo. Mortiz cerró los puños, conteniendo su ira.

La pantalla mostraba ahora otra celda acolchada, vista desde arriba. Una mujer, o algo que parecía una mujer, se movía a cuatro patas por ella trazando círculos. Sus manos y pies eran desproporcionadamente grandes. Parecían hinchadas masas de carne, sin dedos, pero con cuatro enormes uñas cilíndricas en cada una. Su cuerpo estaba sucio de tierra y barro.

- El prototipo quince. Capaz de respirar y moverse con soltura en espacios subterráneos estrechos y en una oscuridad casi total. Su velocidad de excavación sin herramientas es de…- lanzó un nuevo suspiro de hastío, y apagó el proyector.

- ¿Ya ha terminado su presentación?

- Sí… sí, ya ha terminado. ¿Qué más da? Esto es un fracaso absoluto.

- No. Le aseguro que su trabajo no es… hum… un fracaso. Nos parece muy interesante.

- No me refiero a esos prototipos, sino a vosotros.

Se dirigió hacia la puerta y bajó de golpe un conmutador que había en el muro, junto a esta. Los hombres y la mujer sufrieron un espasmo y cayeron de bruces sobre la mesa. A alguno todavía se le movió convulsamente un dedo, o abrió y cerró los ojos un par de veces, agotando los últimos impulsos eléctricos que recorrían su cuerpo. En sus espaldas, ahora eran visibles los ramales de cables de corriente que los conectaban a la instalación eléctrica del edificio y los tubos de líquidos que se hundían en sus cuerpos, provenientes de depósitos adosados al respaldo de las sillas.

- Sois la peor Plana Mayor de prueba que existe. Ni una sola queja seria, ni una pega, ni un dilema moral... ¿Cómo voy a practicar para convencer a los de verdad de que financien mis experimentos, si no me lleváis nunca la contraria?

Mortiz abandonó la sala, apagando el interruptor de la luz de un manotazo mientras se decía a sí mismo - Necesito cerebros más frescos que estos… maldito presupuesto…

Sobre la mesa, el dedo índice de uno de los cuerpos todavía temblaba, y una voz, apenas un susurro, musitó:

- so… co… rro…

4 comentarios:

  1. Muy bueno ese giro, me ha gustado mucho. Para mi gusto yo lo acabria con lo de "maldito presupuesto" y si no cambiaria lo de "socorro" por "padreee" para hacerlo más parecido a Frankenstein.

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    1. Tampoco estaría de más esa referencia adicional, pero creo que da más grima el "socorro". Refuerza la idea de que los experimentos retienen una parte de su mente y saben lo que les está ocurriendo. Un experimento llamando "padre" al doctor Mortiz daría a entender que no recuerda un pasado anterior a su "nacimiento" como experimento y que no es consciente de su vida (o vidas, en el caso del "centauro") anterior, con lo que su situación no sería tan terrible.

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  2. Muy bueno, ¡el mejor relato del escritubre hasta la fecha!

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    1. Y quizá el último (bueno, el penúltimo 😅) porque me estoy quedando sin tiempo para una serie de cosas que tengo que dejar lista antes de fin de mes, así que lo de escribir para este reto está quedando al fondo de la lista de las tareas diarias. Pero bueno ¡veintitrés de treintaiuno tampoco está mal!

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