LA DESPENSA
¡Saludos, hambrientos y hambrientas!
Esta vez quería enseñaros un par de figuritas de monos con platillos, al estilo del tan famoso Jolly Chimp (chimpancé alegre).
El Jolly Chimp original fue un muñeco mecánico de gran tamaño, con aspecto de mono, que tocaba los platillos, movía los ojos y sonreía. Pretendía ser gracioso, pero a la gente le pareció mas siniestro que otra cosa. Fueron fabricados en Japón en los años cincuenta, y hoy en día son uno de los juguetes con más leyenda negra a su alrededor. Stephen King llegó a convertir a uno de ellos en el villano de uno de sus relatos cortos más aterradores, titulado El mono.
Estas dos figuritas tienen poco que ver con el Jolly Chimp original, salvo por el concepto de mono que toca los platillos, y que resulta gracioso, pero tiene un involuntario toque siniestro. Son cabezales de tubos de caramelos, y de diferentes años (aunque no sabemos cuáles).
El que aparece en la izquierda de la foto es claramente más antiguo. Aparte de un mayor desgaste en la pintura, los platillos son metálicos, algo que ya no se estila. El de la derecha tiene los platillos de plástico, con lo que el sonido que hace al juntarlos es más un chasquido que verdadero sonido de platillos.
En la base tienen una palanquita que podemos accionar cómodamente con el pulgar mientras sostenemos en monito. Al hacerlo, el mono choca los platillos sobre su cabeza. Un muelle devuelve la figura a su posición de reposo en cuanto soltamos la palanquita.
Además de hacer chocar los platillos, el chimpancé abre y cierra la boca al accionar la palanquita, y aquí vemos otra diferencia. En la figura de la izquierda, más antigua, el interior de la boca está decorado con una pegatina que muestra una mueca demente, con la lengua asomando entre los dientes. El de la izquierda, la versión más reciente, muestra las dos filas de dientes juntas, y están directamente pintadas sobre el plástico.
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