EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, ávidos lectores.
¡Feliz Día de las hormigas! No lo busquéis en las listas de los días especiales, porque es una celebración propia de El Planeta del Espacio que además cambia de fecha continuamente. Aquí se corresponde al día del año en que volvemos a ver aparecer hormigas entre las plantas del porche una vez pasa el invierno. Este año se han retrasado más de lo normal, o quizá es que como estamos centrados en otras cosas no hemos prestado la suficiente atención.
Como cada año, si en cuanto llega este día resulta que tenemos algo relacionado con hormigas pendiente de comentar, aprovechamos para mostrarlo. Hoy toca un bolsilibro de título engañoso pero de contenido hormigueante.
Comenzamos con un científico llamado Stanley que, como todos los científicos de los bolsilibros, está obsesionado de un modo enfermizo. Pero no con su trabajo, que es lo normal en estos casos, sino con Patricia, la hija de su jefe, el profesor Wilke. Padre e hija son también científicos y los tres trabajan en el mismo laboratorio. Su trabajo consiste en modificar especies de insectos que son inofensivas para los cultivos para que, además, destruyan a los insectos que sí suponen una plaga. Últimamente están desviando tiempo y materiales en otra dirección: desarrollar el cerebro y por ende la inteligencia de las hormigas.
Por otra parte tenemos a Alan y Fred, un par de periodistas sin una noticia que presentar en la redacción. Es pleno verano, la temperatura es asfixiante y debido a ello las calles están inusualmente tranquilas porque ni los delincuentes tienen ganas de exponerse al sol. A falta de nada mejor con lo que llenar las páginas, el director los envía a entrevistar al profesor Wilke.
Este les habla de la extraordinaria capacidad de las hormigas como cirujanas. Afirma que hay ciertas especies que utilizan sus pinzas mandibulares para practicar cortes y mutilaciones en las larvas. Esto las hace desarrollarse con alteraciones que les facilitan el cumplir funciones específicas dentro de la colonia al llegar a su forma adulta. Alan parece impresionado con esto, y Patricia… parece impresionada con Alan, detalle que no pasa desapercibido al pobre y obsesionado Stanley.
Stanley, por cierto, llevaba una temporada hablando tras el trabajo con un misterioso amigo de bar del que en realidad no sabía gran cosa, pero al que ya le había contado toda su vida. este misterioso amigo siempre encuentra la forma de convencerle para que beba mas de la cuenta, y de sonsacarle datos precisos sobre su trabajo entre una y otra conversación intrascendente. Esa noche, sin embargo, lo que hace el amigo de bar es citarle de memoria una fórmula que, según él, desarrollará enormemente la inteligencia de las hormigas si la mezcla con su alimento. De este modo Stanley podrá atribuirse el mérito de haber inventado él la fórmula e impresionar a Patricia, de modo que esta caerá rendida en sus brazos… o eso se imagina él. entusiasmado por el regalo de su amigo de bar, corre de vuelta al laboratorio para preparar la fórmula, que se lleva cuidadosamente anotada.
El misterioso amigo de bar se retira discretamente, y se nos revela que su cuerpo es artificial, un disfraz que emplea para interactuar con los humanos. En realidad es una hormiga del espacio, que ha trascendido más allá de su pequeño cuerpo a una forma de energía y pensamiento. En todos los planetas, las hormigas han seguido este proceso, pero han descubierto que las colonias que establecieron en La Tierra millones de años atrás no han podido hacerlo por una deficiencia en su desarrollo temprano. La fórmula que ha entregado a Stanley es para corregir esa deficiencia de un modo acelerado, y que también las hormigas de La Tierra alcancen su potencial y tomen el papel que les corresponde como cima de la pirámide evolutiva. Y bien… como explicación, me vale. Más original que el típico bidón de residuos tóxicos que se derrama junto a un hormiguero.
La fórmula provoca el despertar intelectual de la hormiga Ikson, que de pronto es consciente de estar encerrada en un hormiguero artificial y ser sujeto de experimentos por parte de los seres humanos. Encuentra el modo de escapar del terrario y trepa hasta la nuca de Stanley, que duerme la mona en una de las sillas del laboratorio. Ikson hunde sus mandíbulas en la nuca de Stanley y le corta unas terminaciones nerviosas, convirtiéndolo en poco más que un vegetal ambulante. A medida que las otras hormigas despiertan, se van escapando de los diferentes terrarios hasta protagonizar una fuga en masa. El profesor Wilke y su hija descubren esto a tiempo de sellar el laboratorio y correr a poner sobre a viso al gobernador de la ciudad.
Este ordena montar un dispositivo en torno al laboratorio y llenarlo de insecticida para acabar con las hormigas, pero curiosamente las líneas telefónicas parecen haber sido cortadas, y se tarda en organizarlo todo más de lo que se debería. Además, el personal encargado de fumigar el laboratorio empieza a alejarse de este, andando a trompicones con aspecto de zombis. Por toda la ciudad (esto ocurre en Boston) empiezan a aparecer personas con las terminaciones nerviosas de la nuca cortadas, arrastrando los pies con la mirada perdida. Las hormigas están “operando” a las personas que pillan dormidas o desprevenidas, además de cortar cables telefónicos y eléctricos por doquier, comprendiendo que de algún modo los humanos dependen de ellos. Parecen ser capaces de transmitir químicamente esa evolución acelerada que han sufrido a las hormigas comunes que no estaban en el laboratorio, y pronto las calles están cubiertas de mantos de hormigas de los parques y las afueras, entre las cuales deambulan al azar humanos de todas las edades convertidos en una especie de zombis.
El gobernador ordena evacuar la ciudad. Fred, Alan y Patricia están entre los que se quedan atrapados en ella, y se refugian en la planta más alta de uno de los edificios precipitadamente abandonados. El ejército interviene enviando aviones a bombardear la ciudad con DDT, pero las hormigas han neutralizado también a un destacamento de la Guardia Nacional, y además una hormiga controla a cada uno de esos hombres, aferrada a su nuca y enganchada a sus terminales nerviosos. Los soldados de la Guardia Nacional, controlados ahora por las hormigas, se dedican a derribar con lanzamisiles a los aviones que se aproximan a la ciudad. Por su parte, Ikson, la primera hormiga evolucionada, que al parecer coordina a las otras, envía a unas pocas a cazar y apoderarse de los humanos que quedan en Boston. Fred, Alan y Patricia son esclavizados y convertidos en autómatas, como el resto.
Hasta aquí la historia está bien. se podría haber hecho una buena película con ella en los 80. Ahora ya no, porque las hormigas serían de CGI y seguramente quedarían fatal. El caso es que a partir de aquí, para mi gusto decae. Stanley, el ayudante del profesor Wilke, ha sido llevado a Washington junto con este, por ser el primer humano operado por las hormigas. Gracias una complicada cirugía se restablecen todas las conexiones que le fueron limpiamente cortadas por Ikson, y este revela de donde obtuvo la fórmula. Mediante una serie de procesos deductivos el profesor Wilke llega a la conclusión que todo ha sido orquestado por extraterrestres, e idea un modo para localizarlos… está todo muy pillado por los pelos, así que no me extenderé resumiendo unas explicaciones que ya en su versión completa no me han parecido muy sólidas.
El caso es que el gobierno localiza a los alienígenas, que se escondían en una granja, y los obliga a que les proporcionen un método para deshacerse de las hormigas. Estos aceptan bajo amenaza y les entregan una nueva fórmula que, rociada sobre un grupo de hormigas evolucionadas, hará que todas ellas, por medio de su mente colmena, tengan una alucinación terrorífica que las deje permanentemente paralizadas mientras se las elimina cómodamente. El plan es puesto en práctica, las hormigas alucinan y son eliminadas, y todos aquellos humanos a los que esclavizaron pueden ser recuperados mediante cirugía.
Y esto contradice lo que se nos dijo al principio, eso de que los alienígenas son hormigas que han trascendido más allá de lo físico y emplean cuerpos artificiales para interactuar con los humanos y “liberar” también a las hormigas de la Tierra. Lo que se nos cuenta en este final es que los alienígenas son seres de naturaleza cristalina que pueden adoptar cualquier forma, y que querían evolucionar a las hormigas de la Tierra para que estas acabaran con la humanidad, y luego acabar ellos con las hormigas evolucionadas con su fórmula para hacerlas alucinar. Es un absoluto sinsentido, pero creo que se a que se debe.
El tema de la alucinación colectiva es algo de lo que se nos habla deprisa y corriendo en la antepenúltima página, y de ahí se pasa a las dos ultimas páginas, que son un epílogo en el que vemos que todo ha terminado bien y Alan y Patricia están juntos. Es un pegote metido con calzador, seguramente para aprovechar la portada. Puede que se mandara imprimir por error una portada con un título a un departamento mientras se mandaba imprimir un texto que no se correspondía al de esa portada a otro, o algo parecido. El final parece una reescritura precipitada para dar sentido al título de Alucinación colectiva. No se como estarían los costes de producción de esa época, pero probablemente cambiar una portada en color impresa en cartulina fuera mucho mas caro que cambiar media docena de páginas de texto impresas en papel de pulpa. Quizá se vieron con una portada que no era la que tocaba al texto que debía albergar, y les salía más rentable cambiar el texto que la portada, dados los escasos márgenes de tiempo y beneficio que tenían los bolsilibros. O puede que sea yo mismo el que este alucinando y nada de esto pasara, pero es la impresión que me da.
¡Aparecen dos palabras salvajes! Mientras leíamos este librito nos atacaron dos palabras salvajes, micrótomo y autoclave. Las buscamos y resulta que un micrótomo es un aparato empleado en microcirugía para cortar tejidos en finas rebanadas y poder analizarlas. Los autoclave son recipientes metálicos y con cierre hermético preparados para soportar altas temperaturas y presiones, empleados para la esterilización de materiales mediante vapor de agua. También pueden utilizarse para deshidratar alimentos. ¡Palabras salvajes capturadas!
Puedes repasar otros libros del mismo autor pulsando aquí.
Alucinación colectiva. 1982. Law Space [Enrique Sánchez Pascual] (texto) Fabá (portada). Héroes del espacio nº 134. Ediciones Ceres S.A.
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