EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.

Saludos, ávidos lectores.
Hace poco conseguí este tomo recopilatorio de Junji Ito en el que se reúnen las seis partes de Hellstar Remina (Estrella Infernal Remina) y una historia corta independiente titulada Cien millones de solitarios. No es de las obras más conocidas del autor, pero es una de las que más me han impresionado.
Más allá de la típica entidad lovecraftiana que va a destruir el mundo (convengamos que a estas alturas ya no es una temática tan original), está el verdadero horror, el que ocurre a pie de calle. Esta es la tragedia de Remina, una adolescente que, sin tener culpa ninguna, ve cómo de un día para otro toda la población del planeta se convence de que deben torturarla hasta matarla como única forma de salvar la Tierra.
Pero vamos por partes. La historia comienza en un futuro cercano. Vemos una sociedad prácticamente idéntica a la nuestra, salvo por el hecho de que hay modelos de coches voladores y algún que otro jetpack, y que se mencionan pequeñas colonias en la Luna y Marte. La protagonista es Remina, una adolescente japonesa, hija del profesor Ooguro, un famoso astrónomo. Treinta años atrás, el profesor descubrió un agujero de gusano en la constelación de Hidra. Recientemente, los telescopios de alcance extremo registraron la llegada de un nuevo planeta a nuestra galaxia a través de ese agujero de gusano. Al no estar sometido al campo gravitatorio de ningún astro, ese planeta ha estado moviendose erráticamente por el cosmos, alejándose lentamente del sistema solar.
Como descubridor del mayor acontecimiento astronómico de los últimos tiempos, al profesor Ooguro le corresponde el honor de bautizar al nuevo planeta. Se da la coincidencia de que la constelación de Hidra está a dieciséis años luz de la Tierra, y puesto que la imagen del nuevo planeta ha aparecido recientemente, eso significa que en realidad apareció hace dieciséis años, la misma edad de su hija. Es por esto que el profesor Ooguro nombra al nuevo planeta como Remina.
<== ¡Atención al sentido de lectura! <==
Todo el mundo habla del planeta Remina y del origen de su nombre. Esto convierte a la hija de Ooguro en una celebridad sin pretenderlo. Los fotógrafos la persiguen, la gente que la reconoce por la calle (cada vez más) trata de tocarla, y es invitada a entrevistas. Varias marcas comerciales le ofrecen auténticas fortunas para que se convierta en su imagen de empresa. A su pesar, Remina termina cediendo a la presión y se convierte en un personaje público. Después de todo, la gente no va a dejar de acosarla, e incluso lo harán más cuanto más se esconda o los evite. Así pues, Remina acepta ser una estrella mediática. No es actriz, no canta ni hace nada en particular, es simplemente ella, posando para las cámaras y sonriéndole a su creciente número de fans.
Entretanto, el planeta Remina ha pasado de intrigar a los astrónomos a empezar a preocuparlos. La velocidad y dirección de desplazamiento del planeta varía de forma inexplicable. Parece moverse en un amplio zigzag, como si efectuara un patrón de rastreo, y allí por donde pasa, otros planetas van desapareciendo. La información que recopilan los astrónomos es extraña y desconcertante, y prefieren no hacerla pública hasta poder verificarla.
Los meses pasan, la fama de Remina Ooguro crece sin cesar y llega a ser un personaje conocido en todo el mundo. Su bonita cara, su cándida sonrisa, están por todas partes.
<== ¡Atención al sentido de lectura! <==
Ella y Yasumi (un amigo íntimo que se ha convertido en su representante) son invitados a cenar a casa del señor Mineshi, uno de sus principales promotores. Allí conoce a su hijo, Kunihiro, un chaval de su edad, un tanto rarito, que parece obsesionado con ella. Kunihiro la lleva a recorrer la mansión de sus padres, claramente con la intención de impresionarla. Le muestra incluso un gran refugio atómico construido bajo la mansión y aprovecha para insinuársele a Remina, sin que ella, en su inocencia, llegue a ser consciente de esto.
El decimoséptimo cumpleaños de Remina se acerca… pero no es lo único que se acerca. El planeta Remina detiene su errático deambular y comienza a acelerar hasta casi la velocidad de la luz, moviéndose ahora en línea recta directamente hacia la Tierra. Los astrónomos calculan que podría estar entrando en el sistema solar en poco más de un mes, pero apenas tarda un día en hacerlo, desplazándose a velocidades supralumínicas físicamente imposibles. Tan pronto como llega al sistema solar, Plutón, Neptuno y Urano desaparecen. Aparentemente, el planeta Remina ha colisionado con estos otros planetas uno tras otro y los ha pulverizado. Cuando llega a la órbita de Júpiter, Remina se hunde en su blanda superficie gaseosa y lo absorbe de un modo que nadie se explica. Lo que verdaderamente desata el pánico es lo que ocurre cuando llega a la órbita de Marte: Remina no colisiona con Marte, sino que de su interior se extiende lo que parece ser un gigantesco tentáculo que atrapa el planeta rojo y lo engulle entero.
Esta vez la noticia trasciende casi en tiempo real y la población mundial enloquece. ¿Cómo detener a algo capaz de destruir planetas en cuestión de minutos? ¿Cómo huir de algo capaz de moverse más rápido que la velocidad de la luz? ¿Y a dónde huir, cuando la colonia más lejana establecida por la humanidad, la de Marte, ya ha sido destruida? Todo esto estalla el mismo día del cumpleaños de Remina Ooguro. La gente se echa a las calles, en pánico, corriendo enloquecida por el mero instinto de huir, aun sin tener ningún lugar al que hacerlo.
De pronto, alguien relaciona a Remina y a su padre con el planeta. ¿Acaso el planeta Remina no llegó a través del agujero de gusano el mismo año que nació la chica? ¿Acaso ella no es hija del profesor que descubrió al fatídico planeta? ¿No es cierto que toda la fama de ambos se la deben a ese extraño y letal astro?
<== ¡Atención al sentido de lectura! <==
Sus ideas, gritadas a la multitud, calan rápidamente en una masa de gente aterrada y desesperada que busca una salida a lo que parece un apocalipsis inminente. Son los desvaríos de un loco, a los que el día anterior no habrían prestado ninguna atención, pero que ahora les ofrece algo tangible hacia lo que dirigir su miedo y frustración: un chivo expiatorio. Se forma una multitud que cree, o quiere creer, que ambas Reminas están espiritualmente conectadas, y que por tanto destruir a una podría, de algún modo, detener a la otra.
A estas alturas, Remina Ooguro ya es una estrella mundial. Todos los detalles de su vida han salido a la luz en entrevistas de televisión, revistas, libros… La dirección de su casa y del edificio de la productora donde graba son de conocimiento público, y la gente va a por ella. Los equipos de los noticieros que están cubriendo en directo los tumultos emiten imágenes de esta turba y transmiten las consignas que gritan contra Remina, de modo que estas llegan a todo el país y, poco después, a todo el mundo.
<== ¡Atención al sentido de lectura! <==
Y este es el verdadero horror que, en mi opinión, maneja esta historia. No el asunto de que la Tierra va a ser destruida porque, sinceramente, ¿cuántas veces hemos visto ya eso? Un meteorito, una explosión solar, un artefacto alienígena, un dios cósmico… Pero esto otro, el que en el plazo de unas pocas horas la práctica totalidad de la población mundial (que hasta ayer mismo la adoraba como a una diva) se convenza de que apalearla hasta la muerte es su única posibilidad de sobrevivir, es una idea brutal. Aquí, el horror no viene de la probable destrucción de la Tierra, sino del comportamiento humano: la masa que se transforma en verdugo por miedo, la fama como condena, y la vulnerabilidad de una inocente convertida en símbolo de todo lo malo, en aquello que debe ser destruido a toda costa. Lo más inquietante no es el apocalipsis planetario, sino el moral. La historia puede verse como una crítica al culto a la celebridad, capaz de encumbrarte un día para demonizarte al siguiente, según convenga. También a la histeria colectiva y a la necesidad de encontrar chivos expiatorios para los problemas antes incluso que encontrarles soluciones. Remina no es culpable de nada, pero eso no importa cuando la sociedad ya la ha juzgado basándose en rumores y suposiciones.
La multitud llega hasta el estudio de grabación de Remina, donde esta se encontraba celebrando su cumpleaños con sus productores, promotores y fans. Cuando la turba irrumpe en el edificio, Yasumi toma de la mano a Remina y huye con ella hacia el tejado, donde tiene aparcado su coche volador. Los acompañan Kunihiro (el hijo rarito de su principal promotor), Nahoya (presidente de su mayor club de fans) y su vicepresidente.
<== ¡Atención al sentido de lectura! <==
Mientras sobrevuelan la ciudad en busca de un lugar donde poner a Remina a salvo, contemplan las calles atestadas de gente hasta hace poco normal, ahora convertida en una masa enloquecida y sanguinaria que alza al cielo cuchillos, garrotes y antorchas. Este es otro punto interesante. Vuelve a la idea de que el progreso tecnológico (coches voladores, colonias en Marte) no garantiza una evolución moral (vandalismo, turbas de linchamiento).
Remina Ooguro es el centro de la historia, la protagonista, pero no actúa como una heroína tradicional. No lucha contra el mal, no tiene poderes, no lidera una resistencia. Ni siquiera es el objetivo del monstruo o psicópata de turno, es solo la víctima pasiva de la histeria colectiva. Al inicio se deja encumbrar sin desearlo porque lo considera inevitable, y luego simplemente huye porque es su única opción. La misma fama que ha hecho que todos reconozcan su rostro es su perdición. Los peligros que se ven se temen, y lo que se teme se intenta destruir. La gente no puede destruir al planeta Remina, pero sí a esa otra Remina que ya han decidido arbitrariamente que sea la culpable de todo lo que está ocurriendo. El verdadero monstruo no es el planeta devorador, sino la multitud anónima que prefiere encarar el fin del mundo con violencia irracional en lugar de con un mínimo de dignidad.
El final del capítulo rubrica esto cuando vemos cómo, en medio de un atestado parque, están siendo levantadas dos grandes cruces de madera, erigidas con la intención de ritualizar el asesinato de la joven y su padre cuando los capturen.
Y en el cielo, el planeta Remina ya se distingue a simple vista.
La historia continúa en Hellstar Remina nº 2: A la caza de una joven bonita.
Hellstar Remina. 2005. Junji Ito (guion y dibujo). Publicado en 2019 por ECC Ediciones.
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