De vuelta en
Titan tras nuestra peregrinación estelar del número anterior, somos contratados
por el alcalde de Silverton para destruir a Zambar Bone, un perverso señor de
los muertos vivientes. La mayor parte de la aventura no transcurre, sin
embargo, en su terrorífica mansión, si no en la ciudad portuaria de Blacksands
(arenas negras), donde debemos encontrar a la única persona que conoce el modo
de acabar con la tenebrosa criatura. Si alguien pensó que el interior de
una ciudad habitada principalmente por humanos, con un muelle comercial y
patrullas de guardia iba a ser un paseo comparado con las cavernas, fortalezas
y bosques repletos de monstruos de las aventuras anteriores, está equivocado.
Port Blacksands,
conocida también como La Ciudad de los Ladrones, es un nido de piratas,
contrabandistas y estafadores. Cada Guardia de la Ciudad es simplemente un
ladrón más y nosotros mismos terminaremos, casi inevitablemente, robando para
salir adelante.
Nuestra
traductora favorita sigue haciendo de las suyas, convirtiendo los hombres-orco
en hombres-duende y los trolls en gnomos. En esta ocasión estos cambios de
nombre ya dejan de ser graciosos para convertirse en potencialmente peligrosos.
En una taberna a la que entramos se nos da la opción de sentarnos a una mesa
donde hay un par de enanos y conversar con ellos. Tan pronto como lo hacemos,
los enanos nos atacan sin mediar palabra. Esta extraña reacción se debe a que
en el texto original estos “enanos” eran goblins. De haberlo sabido,
probablemente no nos habríamos sentado a su mesa como si tal cosa.
También vale la
pena indicar que, en la sección 305, cuando dice “o apuntarle con tu
Anillo de Fuego (pasa al 382)” debería decir “o apuntarle con
tu Anillo de Hielo (pasa al 382)”.
Algunas
comunidades de librojugadores consideran un error del texto que una adversaria,
la hermosa Reina de las Serpientes, ocasione la pérdida de 4 puntos
de Resistencia y uno de Destreza al mordernos en un ataque por sorpresa antes
del inicio del combate, pero que luego nos produzca solo el daño normal de 2
puntos de Resistencia cada vez que nos gana un asalto, en lugar de perder otros
4 puntos de Resistencia y uno de Destreza cada vez. Personalmente no lo veo
así. Entiendo que este daño incrementado se debe a que nos pilla por sorpresa
(no a que su mordisco pueda ser venenoso) sin haber tenido ocasión de empuñar
un arma ni adoptar una posición de guardia. De hecho el propio texto indica que
el daño se debe al desconcierto que sufrimos por lo inesperado del ataque
(aparte de por ser alcanzados en pleno cuello). Se ha visto en otros
librojuegos de Lucha Ficción que cuando un enemigo nos hiere
automáticamente antes de darnos la oportunidad de luchar con
él, en ocasiones el daño que nos produce es mayor que el que nos infringe
normalmente cuando perdemos un asalto contra él, debido precisamente a que nos
pilla con la guardia baja. En mi opinión este es el caso.
El ambiente
urbano de la aventura en la ciudad es bastante agradable, en cierto sentido.
Entre combate y combate podemos ir de compras al mercado, entretenernos
lanzando huevos podridos a un prisionero en el cepo de la plaza pública,
recoger florecillas de un jardín, o hacer de suplente en un equipo goblin de
Baseball. Claro que también podemos pasar el resto de nuestros días en prisión
por no haber sabido sobornar al guardia adecuado, o terminar flotando boca
abajo en la fétida corriente de las alcantarillas. Cosas de la vida civilizada.
Como curiosidad,
en la ilustración correspondiente a la sección 17, en la que se muestra un
mendigo sentado entre un montón de basura, si nos fijamos bien apreciaremos la
portada de una White Dwarf entre los desperdicios. La White
Dwarf es una revista creada por el mismo autor de este librojuego, que
comenzó publicando material y reportajes sobre juegos de rol y estrategia en
general pero luego pasó a convertirse en un escaparate exclusivo de la Games
Workshop y la línea de miniaturas Citadel, empresas
creadas, igualmente, por Ian Livingstone y Steve Jackson. Ian Livingstone tomo
parte también en el diseño y desarrollo de varios videojuegos, entre ellos
los Tomb Raider. Así que, si sois fans de Lara Croft y de sus idas
y venidas, y botes y rebotes (por la pantalla, digo) de esta aventurera,
también es en gran parte culpa de uno de los autores de Lucha Ficción.
Puedes ver otro librojuego de esta colección pulsando aquí.
City of Thieves. 1983. Ian
Livingstone (texto) Ian McCaig (ilustraciones). Lucha Ficción nº 5. Publicado por Editorial Altea en 1984.
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