EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS
¡ALERTA DE EXPOILERZ!
En un lejano futuro (¿o no tan lejano en realidad?)
la humanidad sucumbe al fin a su propia estupidez y estalla una nueva guerra
mundial. Las ciudades son bombardeadas con armas atómicas. En una de ellas vive
Barsén, cuidando de su jardín.
Cuando la bomba cae sobre su ciudad Barsén no
busca refugio. Quizá porque en ningún lugar se siente más a salvo que en su
jardín. Quizá por no abandonarlo a su suerte. Quizá por querer compartir su
destino. La bomba arrasa la ciudad, arrasa el jardín, y arrasa a Barsén,
convirtiéndolo en uno de los contaminados, una brasa viviente, un residuo
atómico ambulante, quemado y deformado. Y como todos los contaminados, es
enviado a Babel, la base lunar, donde quedarán al cuidado de eficientes robots
hasta que se halle la forma de curarle.
Mientras, en la Tierra, la guerra continúa.
Pero Babel no es más que una prisión. Una leprosería
donde los contaminados son llevados para olvidarse de ellos, donde son llevados
para morir. Los robots no son cuidadores, si no guardianes. Guardianes que poco
a poco van desarrollando una personalidad. Fabricados y programados por humanos,
terminan aprendiendo a mentir, a disfrutar con la autoridad sobre los
contaminados inherente a su cargo.
Incapaz de aceptar su nueva realidad, Barsén inicia
una revolución que todos apoyan, pero nadie secunda. Los otros contaminados se
quedan en sus casas, compartiendo sus ideas pero limitándose a ver la tele y beber refrescos mientras él lucha solo contra la creciente crueldad de los
robots, tan parecida, cada vez más, a la de los humanos que les recluyeron allí.
¿Pero donde ir? Para Barsén,
un mundo sin jardines es un mundo sin refugios, sin nada por lo que luchar. ¿Quedará
acaso algún jardín en la Tierra? ¿O la guerra habrá convertido todo el planeta en una
segunda Babel? ¿Y qué más podría decir sobre este libro? Un español lo escribió en
1978, cuando la amenaza de una guerra atómica era mayor que nunca, debido a la
guerra fría entre “los USA y los URSS”, como se les solía llamar en aquel entonces.
Alguien nacido en un país que jamás ha fabricado armas atómicas a pesar de
tener la tecnología necesaria para hacerlo, fue capaz de entender como nadie que el
verdadero horror de una guerra nuclear no es morir en las explosiones, si no
sobrevivir a ellas, solo para contemplar cómo después de lanzar las primeras
bombas (y ser testigo de sus efectos) la humanidad decide seguir lanzando más.
Babel
Dos. 1978. Juan José Plans. Albia Ficción nº9. Ediciones Albia.
Suena muy interesante.
ResponderEliminarNo sé si lo comenté por aquí, por cada vez me llama más leer ciencia ficción, pese a mi desconocimiento puro. Si has visitado mi biblioteca, habrás visto a lo mejor que leí "Pórtico" que me pareció una maravilla y de los que tengo el resto de la saga (aunque no los pintan tan bien, los tengo en pendientes),"El sueño del androide" que no estuvo mal y "Tropas del espacio". Por casa creo que anda alguno más.
Creo que tienes libros verdaderamente interesantes. Lo malo es que algunos que he buscado en la biblioteca (la pública) ni aparecen :(
Hola Marmota. La ciencia ficción siempre ha sido mi género preferido, especialmente la antigua. Hoy en día cuando hablas de ciencia ficción la gente piensa en naves espaciales, espadas láser y teleportadores. Y personalmente me encantan las historias con esos elementos, pero la ciencia ficción nació como un género de denuncia social. Se cogía un elemento relativamente nuevo pero cotidiano y se lo hacía avanzar hasta sus últimas consecuencias, explorando todas las posibilidades que al autor se le pasaban por la cabeza. Frankenstein de Mary Shelley está considerada como la primera verdadera obra de ciencia ficción. A casi cualquiera que le preguntes te dirá que es una novela de terror porque sale un monstruo, pero el monstruo en este caso es la consecuencia, no el motivo del tema de la historia, que es la experimentación científica descontrolada y amoral. Si últimamente estas interesándote en la ciencia ficción, prueba con algunos de los relatos cortos de robots de Isaac Asimov, en los que especula sobre las consecuencias y posibilidades de la Inteligencia Artificial (suficientemente interesantes para dar que pensar y lo bastante breves para no hacerte perder mucho tiempo si no te gustan) o con La Corona del Infinito, de John M.Faucette (una recopilación de historias sobre la ya extinta raza humana que un grupo de alienígenas de diversas razas se cuentan unos a otros). Una amante de los libros como tú adorará Fahrenheit 451 de Ray Bradbury (si no lo has leído ya). Todos esos deberían ser fáciles de encontrar (el de La Corona del Infinito quizá no tanto). Hay mucha buena ciencia ficción allá fuera esperando a ser leída.
EliminarSí, Farenheit 451 lo leí y fue una sensación agridulce, pues me gustó y disgustó a la vez (¡Cómo pueden quemar libros!)
EliminarTambién leí 1984 y tengo que decir que hay cosas que comparto, entre ellas el vocabulario usado (bien-no bien).
Hace tiempo por ello, así que creo que en algún momento tocará relectura, pero antes me apunto los que comentas.
También leí "Mecanoscrit del segon origen", pero no me gustó demasiado, puede que por las expectativas que estaban altas.
Compré un libro de 2a mano que es una antología de ciencia ficción, donde aparecen:
-El hombre bicentenario de Asimov
-El oleaje marciano de Dmitri Bilenkin
-El sonido de un trueno de Bradbury
-Tránsito de la Tierra de Clarke
-Los cangrejos pasean por la isla de Dneprov
-Los que se van de Omelas de Le Guin
-La trampa de Garganciano de Lem
-Urn, de Djlnl de Pedrolo
-¿De dónde vienen los cometas? de Verdaguer.
¿Conoces alguno? Aún no lo he leído.
De esos he leído El hombre bicentenario (es uno de los relatos de robots que te comentaba), el Sonido del Trueno (todo lo de Bradbury te lo recomiendo, lo considero uno de los mejores escritores que he tenido la fortuna de leer) y el de Los cangrejos pasean por la isla (que es una de esas historias que te atrapan al instante y hacen que cosas como comer o dormir se conviertan en secundarias. Menos mal que es lo bastante corto como para no morir de inanición).
EliminarSobre Fahrenheit 451 y El sonido del trueno, he de decir que el estilo de Bradbury resulta a veces demasiado extraño, pero maneja las emociones como nadie. No conozco a ningún otro autor que sea capaz de despertarte una sonrisa con el inicio de una frase y hacértela cambiar a una mueca de horror antes de llegar al final de esa misma frase. Lee las Crónicas Marcianas cuando tengas ocasión, o La Sirena, o... demonios, no puedo recomendarte nada concreto de Bradbury porque todo lo que he leído de él me ha parecido magnifico, así que... Lee TODO lo de Bradbury cuando tengas ocasión, pero prepárate para maravillarte y apenarte a partes iguales.
Las Crónicas Marcianas me llaman, así como La Guia del Autoestopista Galáctico, aunque sé que no es de Bradbury, pero también suena como uno de las más famosos del género.
EliminarCreo que he encontrado Babel dos, ¿puedes confirmarme que empieza por "¡Matar matar hasta que no haya nadie a quien - ni yo ni tú - matar matar! (Canción de cuna)" y que acaba con la palabra "humanidad"? Para saber que lo tengo entero ^^
Empieza efectivamente con esa extraña canción de cuna, pero la última palabra es, precisamente, "palabra", no "humanidad". "Humanidad" es la ante-antepenúltima.
EliminarCierto, me he colado yo. Última palabra: palabra. Pues ya lo tengo, en cuanto pueda me pondré con él ^^
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