A pesar de
llevar por título tan solo “Indiana Jones” (o “Juego
para vivir las apasionantes aventuras de Indiana Jones”, si queremos
entender como título todo el texto de la tapa) el juego recrea única y
exclusivamente En el Templo Maldito, la segunda película sobre este
personaje.
Es de 1985. En
esta época las grandes empresas españolas de juegos de mesa hacían dos versiones
de algunos de sus juegos más representativos, o de los que se esperaba mayor
número de ventas. Estas versiones, llamadas de lujo y de
viaje tenían realmente muy pocas diferencias. Las versiones de
lujo solían venir en una caja de mayor tamaño y tener elementos de
plástico, como figuritas para usarlas como peones, que en las versiones
de viaje (en caja más pequeña) se sustituían por marcadores de
cartulina.
Esto ocurrió también con este juego. El que muestro aquí es la versión de viaje, que compré de segunda mano hace algunos años. De pequeño tuvimos en casa la versión de lujo, que terminamos destrozando y perdiendo poco a poco no por falta de cuidado, sino por la frecuencia con la que jugábamos. La caja era más grande y robusta, y el dibujo de la tapa diferente.
En cuanto al contenido, la única diferencia era que además del tablero común incluía cuatro pequeños tableros individuales pero idénticos. Estos tableritos eran un recorrido de casillas circulares blancas con unas pocas rojas, que de caer en ellas nos hacían perder el siguiente turno. Alrededor del recorrido había dibujos que escenificaban los sucesos de la película desde que el avión en el que viajan los protagonistas se estrella hasta llegar al templo: el descenso por el rio en bote hinchable, su acogida en el poblado de campesinos y el viaje por la jungla subidos en elefantes. Nada muy complicado.
En cuanto un jugador llegaba hasta el templo
retiraba su minitablero y empezaba a jugar en el tablero
principal. La versión de viaje carece de esos minitableros, pero el resto
de elementos del juego son idénticos. Cada jugador controla a los tres
protagonistas de la película: Indiana Jones, Tapón (que aparece aquí con su nombre
original, Shorty) y Willie. No tienen ninguna característica especial.
El movimiento se
lleva a cabo siempre con una ruleta, que además de mostrar resultados del 1 al
5, se emplea para resolver los efectos de las casillas de ventaja/adversidad.
Si no lo recuerdo mal, que podría ser, en el tramo del
minitablero de la edición de lujo las tres fichas avanzan juntas,
apiladas como una sola. Esta es la parte más sencilla, puesto que no hay más
opción que girar la ruleta en tu turno y avanzar. En cuanto entran al templo
los personajes quedan separados y deben moverse de forma independiente por él,
hasta volver a reunirse en la entrada de la mina.
El templo es un
conjunto de casillas al cual los personajes acceden por tres entradas
diferentes, pero deben salir por la misma. Para representar el hecho de estar
esquivando a los togi, el movimiento está muy restringido. La
tirada de ruleta solo permite mover cada vez uno de los personajes, deberá
hacerlo en línea recta o diagonal moviendo la totalidad de las casillas sin
cambiar de sentido de avance, y sin cruzar sobre otro de sus personajes. Se
puede cruzar sobre personajes de otro jugador y si se cae en la casilla de uno,
se le desplaza hasta la casilla en la que se encontraba el personaje que acaba
de mover, con lo que los propios jugadores se molestan entre ellos.
Además hay una
gran casilla central intransitable donde se coloca el marcador de la estatua de
Kali (que solo sirve para recordar que esa casilla es intransitable, pero queda
muy bien), unas casillas de sima que devuelven al personaje a su entrada al
templo (a veces son útiles para reposicionarlo si lo tenemos demasiado descolocado),
casillas de escaleras que conectan unas con otras (y es obligatorio usarlas si
caemos en ellas, con lo que puede ocurrir que alguna vez nos perjudiquen) y las
casillas de ventaja/adversidad.
Estas casillas
están marcadas con el símbolo de Indiana Jones o el sacerdote Mola Ram. Si
caemos en una de ellas, hacemos girar la ruleta para comprobar si se confirma
la ventaja o adversidad. Si la ruleta nos indica el mismo símbolo sobre el que
nos encontramos, entonces se confirma y obtenemos una tirada extra o perdemos
nuestro siguiente turno, según el caso.
Nuestro objetivo
en esta parte es sacar a todos nuestros personajes del templo y reunirlos en la
entrada de la mina. Una vez allí los montamos en una de las vagonetas y el
juego pasa a convertirse en una carrera en la que nuevamente hacemos una sola
tirada por todos y los movemos a la vez, teniendo muy limitadas las opciones de
movimiento: solo podemos avanzar y en tres ocasiones cambiar de vía, eligiendo
entre un recorrido más largo, pero más seguro y otro más corto, pero más
peligroso.
Llegados al
final de las vías, abandonamos la vagoneta y los personajes vuelven a moverse
individualmente para cruzar el puente, la escena final de la película. El
puente tiene solo cuatro casillas, pero debe llegarse al otro lado con una
tirada exacta, lo que hará que pasemos un rato con los personajes turnándose
para avanzar de forma vacilante por él, hasta poder reunirlos a todos en el
otro extremo del acantilado.
El juego tiene
una mecánica muy sencilla, pero es muy divertido. Recoge las tres escenas
principales de la película (la huida del templo, la carrera de las vagonetas, y
cruzar el puente) y puesto que cada una se resuelve de un modo diferente,
resulta variado y más entretenido que otros juegos donde la mecánica es la
misma de principio a fin. Además, el detalle de ir metiendo las fichas de los
personajes en las vagonetas de cartón para luego mover estas sobre los
travesaños de las vías (que puede parecer una tontería) convierte este juego en
algo muy espectacular si tienes las imágenes de esta trepidante secuencia
bulléndote en la cabeza.
Indiana Jones. 1984. Autores no
acreditados. 2-4 jugadores a partir de 7 años. Didacta.
Se nota el cuidado puesto por Didacta en la elaboración del juego.
ResponderEliminarTengo un catálogo para vendedores de este fabricante del año 1985 y queda patente el mimo puesto en la presentación de sus productos.
Cierto. Didacta y Educa siempre estuvieron un poco a la sombra de Cefa, pero ambas hacían grandes juegos de mesa, muy elaborados y de una calidad notable, sin nada que envidiar a las empresas de juegos internacionales.
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