Las tres
temporadas de la serie original de Star Trek (algo así
como Peregrinaje Estelar), fueron puestas a la venta en DVD por
primera vez en 2004. Una hermosa presentación en la que cada una de las cajas
era del color de uno de los uniformes de los cuerpos generales de la flota de la
Federación.
Para quien no la
conozca en profundidad, Star Trek fue en su origen una serie
muy polémica. Incomodó a muchísima gente y le ganó a Gene Roddenberry multitud
de enemigos, pero también una cantidad realmente inesperada de
admiradores.
Los argumentos
de los capítulos tocaban de forma encubierta (pero no excesivamente sutil)
temas que todavía eran tabúes profundamente arraigados en la sociedad americana
de aquel lejano 1966 en la que se emitió por primera vez. Los capítulos
presentaban estos temas escondidos bajo el maquillaje de alienígenas y planetas extraños. Esto permitía al público valorarlos en perspectiva y formarse una
opinión sobre ellos antes de caer en la cuenta de lo que se les estaba hablando
realmente.
Los actores
escogidos y los papeles que se les otorgaron fueron también un motivo de
controversia. En 1966, la presencia de un hombre de origen asiático, una mujer
negra y un hombre ruso (a partir de la segunda
temporada) en el puente de mando de una nave de una serie americana, era
simplemente algo inconcebible.
George Takei
(teniente Sulu) estuvo entre los primeros casos de actores asiáticos en
convertirse en personaje fijo de una serie americana (y puede que fuera el
primero en hacerlo en el papel de uno de "los buenos" de la historia)
y lo mismo puede decirse de Nichelle Nichols (teniente Uhura). En una época en
la que los negros todavía tenían una desigualdad real respecto al resto
de la población norteamericana, Star Trek presentó a una chica negra actuando como
oficial de un área tan vital como las comunicaciones en una nave de exploración.
Millones de
personas pusieron el grito en el cielo cuando vieron a este personaje. Entre
ellos había senadores y otros altos cargos de la política estadounidense que
exigieron su retirada de la serie. Cuando trascendió que “Uhura” era una
palabra del idioma swahili que significa “libertad”, las quejas se
multiplicaron. Y cuando en el capítulo Los hijastros de Platón,
Kirk y Uhura se besaron en la boca (el primer beso interracial transmitido por
televisión en todo el mundo) Roddenberry
recibió incluso amenazas de muerte de grupos extremistas.
Antes de eso,
Nichelle ya se había planteado dejar la serie por miedo al revuelo que su
presencia estaba provocando, y el mismo Martin Luther King se reunió con ella
para convencerla de lo contrario, por la imagen tan positiva que estaba dando
de los negros de cara a una sociedad que en general seguía viéndolos como un
grupo de vagos y maleantes.
El más popular y
querido de los personajes del reparto, el Sr. Spock (un mestizo humano/vulcaniano)
solía tomar mejores decisiones, y demostrar más inteligencia y conocimientos
que los humanos, incluido el capitán Kirk, protagonista principal de la
serie. A menudo era él quien salvaba la situación y encontraba la solución
a los problemas. Y lo hacía en una época y sociedad donde en las series, cuando
el protagonista (típico héroe puramente americano) iba acompañado de un
personaje de otra etnia o raza, este era invariablemente torpón, casi inútil, o
en el mejor de los casos, un elemento gracioso.
Y sin ir más
lejos, el propio Kirk, protagonista principal e indiscutible héroe del
show, era presumido, petulante, mujeriego, se enfurecía con facilidad, bebía, acostumbraba a reinterpretar reglamentos y ordenanzas, se
permitía familiaridades con los subordinados... todo ello eran comportamientos
que el público aceptaba en los soldados rasos de las películas de guerra o en
los cowboys solitarios de los westerns, pero presentar a alguien así como
comandante de una nave estelar, era algo nuevo. Y no a todo el mundo le gustó
la idea de un líder bromista, temperamental, un poco gamberro, y más dado a
enzarzarse en peleas a puñetazos que los mismos hombres a su cargo.
Los efectos
especiales que se desarrollaron expresamente para la serie (como los disparos
de armas de energía) fueron también innovadores, y sirvieron como base para los
que se emplearían once años más tarde en la primera película de Star
Wars. Roddenberry puso de su bolsillo hasta el último centavo que tenía, e incluso contrató a un equipo de científicos (algunos de ellos de
la NASA) para que revisaran los guiones de los capítulos y comprobaran hasta
qué punto lo que aparecía en ellos era plausible, modificando los detalles que
estos consideraron menos creíbles a nivel técnico o biológico.
El presupuesto fue un problema constante, hasta el punto que Roddenberry nunca sabía con cuanto iba a contar para el siguiente capítulo. Hubo ocasiones en el que éste era tan ínfimo que no llegaba para pagar los decorados y el vestuario, por lo que el equipo de rodaje simplemente se pasaba a echar un vistazo por los otros platós cercanos a ver que película o serie estaban rodando allí y pedía permiso para usar los decorados que tuvieran, adaptando el guion del capítulo para tratar de darle sentido. Es debido a esto que hubo tantos capítulos en los que los personajes descendían a planetas con una cultura y estética idénticas al Imperio Romano, la Edad Media europea, el Chicago de los gánsteres, el Salvaje Oeste o la Alemania nazi. Se filmaba donde se podía, en plan guerrilla, porque la alternativa era no filmar.
Conceptos
originales de Star Trek como la velocidad warp o de
curvatura (o saltar al hiperespacio, como se popularizó
llamarlo más tarde) se han convertido en elementos básicos de la ciencia
ficción moderna.
A nivel
argumental, se presentaba a un grupo de personajes para los que la violencia
era siempre el último recurso (pero recurrían a ella cuando no había más
remedio) y que exploraban el universo en busca de conocimiento, no como
conquistadores. La intención original de Roddenberry era estructurar todos los
capítulos de forma que los verdaderos “combates” fueran los diálogos entre los
protagonistas y sus oponentes, y que las escenas de acción se limitaran a lo
mínimo imprescindible. Los directivos de la NBC (la cadena de TV que iba a emitirla) juzgaron que nadie vería una serie del
espacio sin una buena dosis de rayos láser y naves explotando, y la serie
terminó con una cantidad de muertes y violencia mayor a la prevista, pero que
nunca era tratada a la ligera.
De querer entrar en detalles, es tantísimo lo
que se podría contar sobre la génesis de Star Trek antes
siquiera de comenzar a hablar de las tramas de los capítulos, que intentarlo en
un blog de temática variada como pretende ser éste sería ridículo y terminaría
acaparando casi todas las entradas.
No todos los
capítulos eran buenos (soy trekkie, no ciego) pero en conjunto
probablemente se trate, junto a Dr. Who y La Dimensión Desconocida (Twilight
zone) de la saga televisiva que más ideas novedosas ha aportado a la ciencia
ficción.
Puedes ver un resumen de los primeros episodios de la serie pulsando aquí, o echar una ojeada a más artículos relacionados con Star Trek pulsando aquí.
Star Trek, the original series. 1966. Editada en DVD en 2004 por Paramount Pictures.
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