¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Bud
Spencer y Terence Hill fueron una pareja de actores italianos que se
especializaron en hacer películas que, sin ser exactamente comedias, solían ser divertidas.
Sus
films (en los que normalmente hacían de buscavidas o estafadores) combinaban
montones de peleas disparatadas estilo peplum con tramas en las que aparecían como rivales o compitiendo uno contra el otro por algún motivo, para
terminar uniendo sus fuerzas por un objetivo común. La mayoría de las veces lo
hacían sin acabar de llevarse bien en ningún momento, soportándose por
conveniencia más que por amistad, y siempre con una finalidad que era moralmente justificable: proteger una reserva
de animales de los furtivos, financiar un orfanato, alimentar a los pobres, arruinar a un capo mafioso, etc.
No se puede decir que fueran excelentes actores, pero sí interpretaban sus papeles con mucha naturalidad. En parte porque ambos eran de esas personas que parecen haberlo hecho todo en la vida.
Terence Hill, siendo todavía un niño, fue uno de los pocos supervivientes del espantoso bombardeo de Dresde, al final de la Segunda Guerra Mundial. Tras esto comenzó en el cine con doce años e hizo carrera de filología, fue boxeador, y gimnasta artístico. Además de interpretar unas cuarenta películas, también guionizó, produjo y dirigió en alguna ocasión.
Bud Spencer fue el campeón italiano de natación, permaneciendo imbatido durante una década y participando en dos ocasiones en las Olimpiadas. Fue minero de plata en Venezuela, piloto de helicóptero y avioneta, compositor de bandas sonoras, hablaba seis idiomas, y terminó su carrera en el cine con treinta y seis películas sobre sus anchas espaldas, antes de dedicarse a la política. Quizá de ahí les salía la naturalidad en sus papeles de aventureros o buscavidas. Simplemente, se interpretaban a si mismos.
Su peculiar combinación de brutalidad, picardía, humor, y buenas intenciones los hizo muy famosos en España. El héroe popular español siempre ha sido el pícaro, el aventurero sin suerte pero lleno de astucia, trucos y recursos (ahí están Sancho Panza, Lázaro de Tormes, Rinconete y Cortadillo, el Buscón, Curro Jiménez, etc) y los personajes de Bud Spencer y Terence Hill a menudo se ajustaban a este arquetipo. Sus películas, con toda su simpleza y defectos, eran de
visionado obligado cuando las pasaban por televisión.
El
corsario negro es la única película en la que hicieron el papel
de piratas. Está en la línea tanto del resto de su filmografía como de las
películas de piratas italianas de la época.
Blackie
y Skull son dos capitanes piratas que en ocasiones comparten negocios y
botines. El cobro del rescate por la esposa de un virrey (que no desea ser
devuelta a su marido) hace que varios capitanes se enemisten, entre ellos
Blackie y Skull, que pasan a verse como rivales. En realidad, Bud Spencer
(Skull) casi no interviene en la película, siendo sustituido por otro personaje
similar de la tripulación de Blackie (Terence Hill) que cumple con su papel de
“gigantón silencioso”, repartiendo mamporros cuando hace falta.
Poco
después de quedar enfrentados por este incidente se les presenta la oportunidad
de atacar un galeón español cargado de oro. Pero el rencor que todavía divide a
los capitanes hace que estos, en lugar de colaborar para obtenerlo, se traicionen entre ellos.
Sin
ser ninguna maravilla, es entretenida y tiene la ventaja de ser
una película de piratas antigua, con lo que ello implica: acción filmada a
bordo de barcos de madera reales, navegando de verdad, en lugar de en estudios
con pantalla verde, barcos infográficos, y ventiladores para simular la brisa
marina, como se hacen ahora. Es también la única película de este dúo cómico que he visto en la que uno de ellos muere, lo que le da un toque más trágico de lo habitual.
Más películas de piratas pulsando aquí.
Il
corsario nero. 1971. Lorenzo Gicca Palli, George Martin (guion) Vincent Thomas (director). Terence Hill, Bud Spencer (actores). ABC y Capricornio Transcontinetal Pictures. Editado en DVD por Suevia Films.
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