A pocas horas de la inminente aparición del nº 20 de la revista online Figuras en Acción, me ha parecido que siendo en esta ocasión un Especial Bélico, el comentario de hoy debía ser algo de una temática acorde con ello. Por ejemplo, un arma.
Las armas de fuego nunca me han resultado particularmente interesantes. Muy ruidosas, y sobre todo, muy impersonales (donde haya un buen machete…) Pero en todo hay excepciones. Las armas de fuego antiguas sí me atraen, por lo ingeniosas que resultaban en una época donde eran a la vez algo experimental y poco fiable, y el elemento más poderoso con el que se podía contar. También hay unas pocas armas de fuego modernas que por alguna razón despiertan mi interés de coleccionista.
Las armas de fuego nunca me han resultado particularmente interesantes. Muy ruidosas, y sobre todo, muy impersonales (donde haya un buen machete…) Pero en todo hay excepciones. Las armas de fuego antiguas sí me atraen, por lo ingeniosas que resultaban en una época donde eran a la vez algo experimental y poco fiable, y el elemento más poderoso con el que se podía contar. También hay unas pocas armas de fuego modernas que por alguna razón despiertan mi interés de coleccionista.
Es el caso de esta: una réplica de Western M.37 de
cañón corto. La compré hace muchos años en un mercadillo callejero, en Nápoles.
Una de esas compras que se hacen por impulso, porque en realidad ni tenía intención
de filmar una película de tiros casera, ni atracar una licorería. Las armas de fuego no son
artículos que de por sí me interesen, a pesar que en uno de mis empleos tuve que acostumbrarme a usarlas. Pero los seguidores de la saga de
videojuegos Resident
Evil seguro que entenderán el porqué de esta compra impulsiva.
La Western M.37 era precisamente una de las armas
que podías conseguir ensamblando piezas de las que se obtenían al derrotar a
Némesis en RE 3. En el juego el arma aparecía
bajo el nombre genérico de “Rifle M.37” y con un ligerísimo cambio de aspecto. A la altura del juego en que podías
obtenerla, era un arma que te solucionaba muchos problemas.
La réplica está fabricado en acero y madera, a tamaño real, y visualmente es idéntica hasta el ultimo detalle al arma que imita. Evidentemente carece del cargador interno, la cámara de detonación y el sistema de expulsión de casquillos, pero el sistema de recarga por palanca, que es su rasgo más
reconocible, es funcional. La palanca puede amartillarse, y podemos ver como el percutor y las piezas de recarga se desplazan dentro del arma.
Un modelo similar, con idéntico sistema de recarga, aparecía en la película Terminator
2. Seguro que recordáis la
escena en la que Arnold lo dispara desde una moto en movimiento y lo recarga con
una sola mano haciéndolo dar un giro completo en el aire.
No cabe en mi maletín de atrezo de Resident Evil… pero los guardo uno junto a otro, para entrar rápidamente en ambiente el día que me de por hacer una maratón de residents y pasármelos todos en un par de fines de
semana oscuros y lluviosos.
¡Vaya! Pues sí que es clavadita a la que sale en el videojuego...
ResponderEliminarYo, que no entiendo nada de armas (ni blancas ni de fuego), sí que es un mundo que me resulta de lo más interesante. Me refiero sobre todo a la ingeniería que hay detrás de ellas y al propio diseño de pistolas, escopetas, rifles, metralletas... Es decir, como objetos por sí mismos (sin entrar en el manido debate sobre si las armas son buenas o malas, si matan y todo eso, pues los que matan son los hombres, no las armas) me parecen, como digo, muy interesantes.
Si, desde luego, contempladas únicamente como herramientas pensadas para llevar a cabo una labor concreta lo más eficientemente posible, se trata de instrumentos muy ingeniosos y precisos. A mi la rueda estranguladora de una llave inglesa, por ejemplo, o los destornilladores de percusión, me parecen una impresionante combinación de sencillez y eficiencia. Y lo mismo opino del mecanismo de recarga de palanca de un Western o el amartillado por cerrojo de un Mauser.
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