EL
TEMPLO DE LOS PERGAMINOS
¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Durante
la guerra Irak de 2003, cuando el ejército americano bombardeó la ciudad de
Bagdad, una de las instalaciones alcanzadas por los explosivos fue el zoo.
Recuerdo haber oído esto en los informativos. Las bombas habían llovido sobre
orfanatos, barrios residenciales, escuelas, hospitales, mercados… ¡quién sabe, puede
que incluso alguna cayera sobre un cuartel de tropas! En los informativos, lo
que se recalcaba era que el famoso zoo de Bagdad, el orgullo de la ciudad, había sido arrasado.
Al
día siguiente, otra noticia sobre la guerra llamaba la atención: las tropas
americanas que estaban tomando la ciudad calle por calle tras haberla sometido con el bombardeo, acribillaron a un león, dos leonas y un cachorro que habían sobrevivido a la
destrucción del zoo y vagaban desorientados entre los incendios y escombros.
Este
comic está basado en esa historia. Es la visión de la guerra y del último y
extraño día de vida de los cuatro leones, desde la perspectiva de estos.
No
recurre al antropomorfismo (los leones no van vestidos, no andan erguidos, no
manipulan objetos con las “manos”, etc.) pero sí se les ha dado una comprensión
del mundo y el entorno casi humana. Por ejemplo, antes de ser liberados por el
bombardeo, una de las leonas está intentando convencer a otros animales del
zoo, hablando entre ellos de jaula a jaula mediante un “idioma común”, para
matar a uno de los cuidadores y quitarles las llaves, porque “saben” que las
llaves es lo que permite a estos abrir y cerrar las jaulas. El comic habría ganado
mucho de hacerlo sin diálogos entre los animales. Quizá la historia sería más
difícil de contar, pero sustituyendo los bocadillos de dialogo por cuadros de
texto que reflejaran los pensamientos o intenciones de los felinos, creo que el
resultado final hubiera sido mejor.
Por
lo demás, dejando aparte el inicio (son liberados del zoo por un bombardeo) y
el final (un pelotón de soldados americanos los ametralla al verlos) es una
historia ficticia, ya que no hay forma de saber por dónde vagaron o que estuvieron
haciendo durante el tiempo transcurrido entre un suceso y otro, ni mucho menos
lo que les pasaba por la cabeza en esos momentos.
En
el fondo la historia es una critica a la guerra. Emplea la anécdota de los
leones para que los veamos deambular por lo que fue una hermosa y gran ciudad
(independientemente de lo que hicieran los gobernantes del país) destruida por
la guerra, despoblada de gente que no merecía perderlo todo, sobrevolada continuamente
por cazas de combate…
Tiene
algunos momentos bastante interesantes. Hay una escena en la que los leones
observan una interminable columna de tanques. Cientos de ellos, moviéndose a toda velocidad. El león se pregunta a donde se dirigirá esa poderosa manada de
gigantescos y desconocidos animales, y supone que irán a cazar. Una de las leonas
le contesta que le da la impresión que estén huyendo de algo, a lo que el
primero responde: “Nada de ese tamaño tiene enemigos”.
Esa
columna de tanques (de la que también se vieron imágenes en los informativos) se extendía más de un kilómetro yendo pegados uno tras otro, y eran
restos del ejército de Saddam Hussein, que se retiraba para evitar enfrentarse
a la aplastante superioridad de las tropas americanas y europeas.
Un
detalle que también me pareció muy significativo es que los pocos humanos que
aparecen en el comic siempre están de espaldas, o tienen la cara cubierta. Incluso
la famosa estatua de Sadam se nos muestra de perfil, de modo que apenas podemos
ver sus rasgos. En esta historia solo los animales tienen rostro. Solo los
animales son personas.
Aunque los leones parecen comprender perfectamente su entorno o no hacerlo según
convenga en cada momento, el comic es interesante y tiene varios momentos
extrañamente bellos. El guion es de Brian K. Vaughan, de quien solo he leído otra
obra (Y: el último hombre), que me gustó bastante, a pesar de tener un
estilo totalmente diferente.
El
final de la historia, ya lo conocéis: cuatro muertes más que se sumaron a las de días
anteriores, y que desde luego no serían las últimas de esa guerra.
Los
leones de Bagdad. 2007. Brian K. Vaughan (guionista) Niko Henrichon (ilustrador).
Editorial Planeta deAgostini.
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