¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Tras cuatro años de misión explorando el
cosmos en busca de mundos habitables, la astronave Lemur regresa a la
Tierra. Solo han localizado tres planetas que podrían albergar colonos, cuyas
condiciones de vida en ellos serían además extremadamente duras. Han perdido a cuatro de los diez tripulantes originales, y durante su ausencia, debido
a la relatividad del tiempo, en la Tierra han transcurrido más de sesenta años.
A su aterrizaje en Australia, son recibidos con indiferencia. En su larga
ausencia se les ha olvidado. La humanidad ha abandonado su viejo sueño de
conquistar las estrellas, y toda la información astronómica que han recopilado
es considerada inútil. La suya fue la última nave en abandonar la
Tierra, y ya ni tansolo se esperaba que volvieran.
A los astronautas no les queda más remedio
que adaptarse a una sociedad totalmente diferente de la que dejaron atrás. Un
nuevo mundo en el que no hay guerras, pobreza, paro, ni crimen, y en el que la falta de
dificultades parece haber vuelto a la población estúpida y apática.
Todas las bebidas excepto el agua han sido sustituidas por zatel,
una sustancia transparente con una cualidad hipnótica que hace que todo aquel
que la ingiera le encuentre el sabor de aquello que estaba deseando beber en
ese momento. Pero los seis recién llegados, debido a que no llevan las mismas
décadas de adaptación al zatel que el resto de la humanidad, no le encuentran
ningún sabor en particular.
M
Los astronautas, que en realidad ya no lo son
porque esa profesión ya no existe, reciben una pensión vitalicia y la
posibilidad de vivir donde les apetezca, y comienzan a perderse la pista unos a
otros. Uno de ellos, Walker, es contactado por una mujer que le revela la
verdad del mundo tal como es: el zatel es una droga de control mental que anula
la voluntad e induce a la sumisión. Un reducido grupo de personas no la
consumen, pero fingen hacerlo porque las autoridades se encargan de hacer desaparecer
a aquellos que no desarrollan adicción al producto. Sus compañeros de misión están
siendo asimismo eliminados. Los inmensos presupuestos que antaño se dedicaron a
la investigación espacial y los ejércitos ahora se emplean para mantener en
funcionamiento miles de fabricas por todo el mundo donde se producen piezas de maquinaria que no
parecen tener ninguna finalidad, que simplemente son almacenadas y pasado un tiempo desaparecen sin que nadie sepa que ha sido de ellas.
M
En realidad,
el mundo está siendo controlado mediante el zatel por los xalantianos, una raza alienígena que
emplea a la población de la Tierra como mano de obra barata para producir
repuestos para sus naves. La idea del planeta siendo conquistado no por su agua y recursos naturales, que suele ser lo habitual, si no para convertirlo en la versión espacial de un taller clandestino, es bastante original. O lo era en el 82.
M
Walker es introducido en una resistencia secreta que está tratando de anular los efectos del zatel y desenmascarar a los alienígenas infiltrados en la sociedad. Y el tiempo se les echa encima, porque los alienígenas tienen enemigos. Los repuestos producidos en la Tierra los emplean para mantener activa su flota bélica, y una poderosa nave de guerra de sus adversarios se aproxima al planeta, convencidos de que los terrestres son aliados voluntarios de los xalantianos.
M
No es una lectura que destaque por nada en particular. Me ha dado la impresión de haber sido escrita de forma rutinaria, sin que el autor tuviera una idea verdaderamente formada, lo que se traduce en escenas que no dan mucho de si excesivamente alargadas, y otras que no parecen terminar de encajar. No llega a apasionar en ningún momento, y es una lástima porque este autor ha demostrado otras veces que puede hacerlo mucho mejor que en esta ocasión.
M
Walker es introducido en una resistencia secreta que está tratando de anular los efectos del zatel y desenmascarar a los alienígenas infiltrados en la sociedad. Y el tiempo se les echa encima, porque los alienígenas tienen enemigos. Los repuestos producidos en la Tierra los emplean para mantener activa su flota bélica, y una poderosa nave de guerra de sus adversarios se aproxima al planeta, convencidos de que los terrestres son aliados voluntarios de los xalantianos.
M
No es una lectura que destaque por nada en particular. Me ha dado la impresión de haber sido escrita de forma rutinaria, sin que el autor tuviera una idea verdaderamente formada, lo que se traduce en escenas que no dan mucho de si excesivamente alargadas, y otras que no parecen terminar de encajar. No llega a apasionar en ningún momento, y es una lástima porque este autor ha demostrado otras veces que puede hacerlo mucho mejor que en esta ocasión.
Puedes ver otro libro de este autor pulsando aquí.
Los dominadores de la Tierra. 1982.
A.Thorkent [Ángel Torres Quesada]. La conquista del espacio nº 602. Editorial Bruguera S.A.
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