MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

miércoles, 1 de enero de 2020

LATA DE GALLETAS ROBOTIZADA

LA DESPENSA
Presentado por… el sr. Peppin.
¡Saludos, hambrientos y hambrientas! ¡Y feliz 2020!

Casi sin darnos cuenta hemos llegado a final de un año y el principio de otro. Un año que promete ser tan raruno como lo fue el anterior, o quizá más. A pesar de muchas cosas que presagiaban lo contrario, el año ha empezado bien. ¡Mirad que cosa tan chula le han regalado a nuestro Supervisor General! Es una lata de galletas con forma de robot. ¡Con un sistema de seguridad incorporado para que nadie nos robe nuestras valiosas galletas!

La caja mide 33cm, lo que actualmente la convierte en uno de los robots más altos del planeta. Está muy bien decorada, al estilo de los entrañables robots de las películas de ciencia ficción de los setenta, que parecían lavadoras andantes. 
Las fotos no le hacen justicia, pero dado que la superficie de la lata refleja mucho la luz, no he conseguido sacarle fotos mejores. Al menos bastarán para que tengáis una idea clara de su aspecto. En la parte frontal tiene un montón de diales indicando… bueno, no se muy bien que indican, quizá la cantidad de galletas que contiene y diferentes datos atmosféricos relativos a su conservación. Y una toma de aceite, para mantener en buen estado al propio robot.  
A la espalda vemos también un scanner que monitoriza el nivel de amor puesto en las galletas (bastante alto, al parecer), un botón de encendido, y un ventilador. Todo esto es decoración, por supuesto. Los brazos y “orejas” que tiene en los laterales sobresalen del resto de la caja, pero están fijos.  La tapa de la caja está en la parte alta de la cabeza (lo que sería la coronilla). Todo el interior está hueco y viene con dos bolsas (de 200g cada una) de galletas con pepitas de chocolate, las típicas cookies americanas.
 
El sistema de seguridad que comentaba al principio, está integrado en la tapa. Ésta tiene un sensor que hace que, al quitarla, suenen una serie de estridentes bips electrónicos estilo R2, acompañados de una voz robótica que advierte: 
M
“Stop. Stay away from the cookie tin”
 (Detente. Mantente alejado de la lata de galletas)
M
¡Por fin La Despensa cuenta con un guardián adecuado!

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