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sábado, 30 de mayo de 2020

LOS ELEGIDOS

EL ORÁCULO DE LAS VISIONES
¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por... Pecky.
¡Poneos a cubierto y rezad vuestras oraciones, amigos!
Ahora que John Wick ha devuelto a las películas de tiros al estatus que tenían en los ochenta y noventa (la cima del cine de acción) es un buen momento para recordar algunas de las de esa época dorada. Esta no es muy conocida, y nunca entenderé el motivo. 
Los Elegidos (El quinto infierno en Hispanoamérica, o Boondock Saints / Santos de Boondock, su título original) es una cinta sorprendente por lo fresca que resulta aún hoy en día, siendo de 1999.
Nos cuenta la historia de dos hermanos huérfanos irlandeses afincados en Boston, uno de ellos interpretado por Norman Reedus (el tipo de la ballesta de The Walking Dead) que trabajan juntos en un matadero de barrio y comparten un pequeño y cochambroso piso. 
Un día, estando en su pub preferido, son testigos de cómo unos mafiosos rusos extorsionan al dueño para quedarse con su local. Como eso es algo que un verdadero irlandés no puede consentir (un viejo refrán afirma que Dios creó el alcohol para impedir que los irlandeses gobernaran el mundo) deciden tomar cartas en el asunto. 
Su intención inicial no es más que dar una paliza a los rusos para que dejen de molestar al dueño del pub... pero la cosa se complica y terminan matando a dos ellos.

Una vez metidos hasta el cuello en eso, ya no pueden dejarlo. Tras pasarse toda la vida oyendo en la iglesia sermones sobre la salvación de los justos y el castigo a los malvados, ese incidente supone para ellos una revelación mesiánica. Así empieza una limpieza sistemática de la ciudad: matones y mafiosos comienzan a caer ante sus balas y sus rezos.

Uno de sus amigos del pub (un recadero de poca monta de otro grupo mafioso) se les une, aportando lo que sabe de los tejemanejes de sus jefes y sirviéndoles en bandeja nuevas víctimas. ¡Dios bendiga el alto calibre, hermanos!
Un inspector del FBI bastante peculiar y totalmente histérico les va siguiendo la pista. Está dispuesto a cumplir a cualquier precio con su obligación de detenerlos, pero, a su pesar, cada vez se siente más admirado con el trabajo que están haciendo. 
Además, la película nos muestra primero al detective investigando la escena de los crímenes y sacando sus propias deducciones, antes de mostrarnos la escena del tiroteo. 
Este recurso tan sencillo de presentarnos la historia así, en lugar de un metraje totalmente lineal, hace que las intervenciones del detective no se hagan aburridas. No nos están contando con palabras y una escena estática algo que acabamos de ver, sino que nos pone en antecedentes de lo que va a ocurrir antes de verlo, creando una expectación adicional.
La película es un menjunje de tiroteos, música irlandesa, cháchara religiosa y personajes estrafalarios a los que les coges apego muy rápidamente. Una de esas películas que todo aquel que se considere un verdadero fan del buen cine de acción debería ver alguna vez.

En 2009 se hizo una secuela con los mismos actores, que no he tenido la oportunidad de ver, y hace tiempo que se oyen rumores de una posible tercera parte. Rezad, hermanos, rezad para que los Santos de Boondock vuelvan a actuar.

Boondock Saints. 1999. Troy Duffi (guion y dirección) Willem Dafoe, Sean Patrick Flanery, Norman Reedus (actores principales). Franchise Pictures. Edición en DVD del 2000 por Tripictures.

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