EL HORROR SIN NOMBRE

EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS
¡ALERTA DE EXPOILERZ!

Presentado por… el profesor Plot.

Saludos, ávidos lectores.

Hoy veremos una historia sobre un tipo de monstruo que alcanzó algo de popularidad durante una breve temporada, en los 70, pero que no llegó a hacerse un hueco entre los grandes clásicos: la mano cortada viviente.

George, el acaudalado propietario de una mansión, reúne en ella a cinco viejos amigos. Todos sirvieron en un mismo pelotón del ejército británico, diez años atrás. Junto a Kernigan, el último de ellos en acudir, llegan también una prima de George y una amiga de esta. Las jóvenes no han sido invitadas, y su presencia allí es casual, una visita familiar que llega en el peor momento posible.

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No es una simple quedada de excompañeros de armas. George está convencido que un extraño asesino le acecha. En su época de servicio en las colonias británicas de la India, mandó cortar la mano derecha a un anciano al que sorprendió robando un revolver en su campamento. George afirma que la mano de ese hombre ha aparecido en la mansión, que lleva varios días atormentándolo, y que incluso ha llegado a herirlo de un zarpazo.

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Las primeras opiniones sobre su problema son las más esperables: estrés postraumático, alucinaciones, pesadillas, nervios, remordimientos… pero George no cesa de afirmar que la mano vengadora es real. Esto parece confirmarse cuando uno de los invitados aparece horriblemente destrozado a zarpazos, otro sale huyendo despavorido en medio de una lluvia torrencial, y la prima de George afirma haber visto también la mano cortada.

Puesto que la mano parece ser capaz de manifestarse donde se le antoje, y todo apunta a que su venganza incluye a los amigos y familiares de George, no tiene sentido huir ni dispersarse. El grupo decide permanecer en la mansión, en compañía de la servidumbre, que es aparentemente inmune a los ataques de la mano.

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Se produce la clásica fase de investigación: registro de las estancias de la mansión, búsqueda de puertas secretas, sesudas cavilaciones acerca de la naturaleza de la mano, antecedentes de los implicados… pero nada consigue detener los asesinatos, que se cobran dos nuevas víctimas entre los amigos de George. 
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Únicamente Kernigan sigue convencido que no hay ningún elemento sobrenatural en el asunto. Su principal sospechoso es precisamente el propio George, al que cree trastornado. Pero cuando comienza a encaminar sus pesquisas en otra dirección, algo cambia. Se produce un nuevo asesinato que rompe con los esquemas que los anteriores habían establecido. El mayordomo, que ni es familiar de George ni luchó junto a él en la India, es encontrado muerto en la bodega. Y no destrozado a zarpazos, sino vilmente acuchillado por la espalda, en lo que parece un crimen absolutamente común y sin relación con el resto. ¿Se trata de un segundo asesino que emplea las primeras muertes para encubrir las suyas?

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La historia, sin ser apasionante, sí es intrigante y se va volviendo más complicada a medida que la trama avanza. Tiene más de investigación que de terror, pero aún así me ha gustado. Y, además, la mano viviente es un monstruo muy poco explotado, y se agradece más que, simplemente, otro hombre lobo u otro vampiro.

Puedes ver otro libro de este autor pulsando aquí.

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El horror sin nombre. 1975. Burton Hare [José María Lliró Olivé] (texto) Rafael Cortiella (portada). Selección Terror nº 147. Editorial Bruguera S.A.