EL ORÁCULO DE LAS VISIONES
¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por... Pecky.
Bienvenidos, amigos cinéfagos.
Esta es una película que llamó mucho la atención en su momento, pero no dejó un recuerdo muy perdurable. Está basada en la leyenda de la Bestia de Gévaudan, que tuvo su origen en el caso real de un animal (se cree que un perro-lobo) malformado y especialmente violento que habitó esa región al sur de Francia.
La historia se sitúa en 1766. Una extraña criatura lleva dos años atacando el condado de Gévaudan. Solo mata niños y mujeres, es aparentemente inmune a las balas de los cazadores, y tiene raciocinio suficiente para evitar todas las emboscadas, cepos, y cebos envenenados que se le tienden. Los que la han visto la describen como un lobo gigantesco, y el sentimiento general es que proviene del Infierno.
El rey envía a la región al caballero de Fronsac, un viajero y naturalista cuya misión es determinar cuánto hay de real en la bestia, y de ser posible, acabar con ella. A Fronsac lo acompaña Mani, un indio americano al que conoció en uno de sus viajes, y con el que se hermanó. Ambos se alojan en casa de la familia Morangias, los nobles locales.
Lo que sigue es una trama de investigación en la que Fronsac y Mani pasan de considerar a la Bestia como poco más que una leyenda, a comprender que se trata de una extraña realidad. No es un lobo, ni un ser infernal, pero tampoco nada que reconozcan. La criatura parece además obedecer las instrucciones de alguien, y atacar siguiendo un plan muy concreto.
El miedo a la Bestia tiene enloquecida a una población ya supersticiosa de por sí, y Fronsac no encuentra más que desconfianza y oposición por parte de la misma gente a la que pretende ayudar.
La base de la película es muy interesante, pero también tiene muchos detalles que hacen torcer el gesto. Las peleas, por ejemplo. Fronsac y Mani han viajado mucho y aprendido en muchos lugares, y se puede aceptar que luchen empleando artes marciales claramente asiáticas. Queda raro, aunque entra en lo posible. Pero cuando empiezan a salir cazadores de lobos cosacos que también saben artes marciales, y además luchan empleando nekodes (“garras de gato”, un arma ninja) la cosa ya empieza a enturbiarse.
Es una de esas películas que intentan tener de todo, y terminan teniendo demasiado. Personajes como la espía italiana (calcada de Milady de Winter de Los tres mosqueteros), los cazadores de lobos karatekas, o las mujeres luchadoras también expertas en artes marciales (recordemos una vez más que estamos en Francia, y en 1766) son innecesarios.
Lo mismo ocurre con las armas totalmente fuera de lugar: nekodes, tessen (abanico de chuchillas japonés) o la espada-látigo seccionable, que ni tan solo ha existido jamás. Tiene demasiados elementos llamativos que quedarían muy bien en otra película o en un videojuego, pero que desentonan totalmente en esta, que pretende ser básicamente realista.
En términos generales me gusta mucho. La historia de fondo, basada además en un mito nunca antes explotado en el cine como el de la Bestia de Gévaudan, es magnífica e intrigante. Los decorados, vestuario, y ambientación están muy cuidados. Pero considero que le sobran los combates de karate, las escenas ralentizadas, y las armas exóticas. Probablemente el no terminar de decidirse entre ser una película realista o fantástica, fue lo que hizo que el público en general no la recibiera demasiado bien.
El final, totalmente cerrado, juega a su favor. Ya hay demasiadas trilogías y sagas por ahí sueltas, y a veces, que te baste con una sola película para poder ver la historia completa, se agradece.
Le pactedes loups. 2001. Christophe Gans, Stephane Cabel (guion). Christophe Gans (director). Samuel Le Bihan, Mark Dacascos, Vincent Cassel (actores principales). Émillie Dequenne (actriz principal). Universal Pictures.
No recuerdo NADA de la peli, simplemente que me encantó.
ResponderEliminarToca revisionado.
Pues eso de no recordar nada de una película que sabes que te gusta es para mi una situación ideal. ¡Más motivo para verla otra vez! Prepara palomitas, ceba el mosquete, y cuando la vuelvas a tener fresca, coméntanos que opinión te merecen los elementos exóticos, que es en lo que hay más controversia cuando se habla de ella.
EliminarA mi me gustó bastante, el tono de karateka para mi gusta quedaba bastante bien, Mark Dacascos no puede salir en una película sin hacer algo de artes marciales. No me arrepiento de haberla visto y mucho menos de haberla pillado para mi videoteca
EliminarYo creo que no queda mal que el caballero de Fronsac y Mani tengan conocimientos de artes marciales. Incluso, si fueran ellos los que tuvieran y usaran alguna de las armas fuera de lugar que aparecen en la película, estaría bien. Se supone que son un naturalista y su ayudante. Su trabajo es viajar estudiando la fauna y flora de lejanos lugares para incrementar los conocimientos de la biblioteca real. Pero que TANTOS personajes de la película sepan karate o tengan armas raras ya no me gusta.
EliminarLa vi en el cine. Hay una escena (justo antes de la cacería de lobos) en la que Mani empieza a pelear con unos cazadores. Cuando los derriba, aparecen dos chicas vestidas como campesinas y le atacan usando también golpes de artes marciales. Hubo una carcajada general en el cine, la única que se produjo en toda toda la película. Y a eso me refiero. La película en general me gusta mucho, pero me chirria eso de que todo el mundo pelee así.