¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Calma, calma. Que no panda el cúnico.
Tenemos perfectamente localizado al Planeta X
y nos consta que no se encuentra en la trayectoria entre la Tierra y El Planeta
del Espacio. Aun así, nunca está de más aprender algo sobre otro de los mundos
de la galaxia.
La nave espacial Perseo-3 realiza un
aterrizaje de emergencia en un planeta desconocido. El lugar parece prometedor:
un terreno húmedo y fértil, lleno de plantas y, presumiblemente,
animales.
No muy lejos de su punto de aterrizaje, los tripulantes del Perseo-3 encuentran
un templo de piedra verde, rodeado de numerosas estatuas de criaturas muy
diversas. Estatuas, también, de piedra verde muy realistas y variadas, en
posturas extrañas, que parecen representar a distintas especies alienígenas. Sorprendentemente, algunas estatuas
parecen emular astronautas humanos, enfundados en su trajes espaciales.
Los tripulantes descubren otra cosa más… que sus
cuerpos se están enfriando, entumeciendo y cubriéndose lentamente de una capa de moho verde…
Pasado un tiempo indeterminado, la
Andomeda-1 aterriza en el mismo mundo. El comandante Jarvis y sus tripulantes
(nueve en total, contando un oculto polizón) han sido enviados allí en busca de
la Perseo-3, con la cual se perdió todo contacto tras su llegada al planeta.
Jarvis, la doctora Marvin y otros dos
tripulantes salen a explorar, mientras los cuatro restantes permanecen a bordo
de la Andrómeda. En ese momento, el polizón revela su presencia. Se les coló en
la última estación espacial en la que se detuvieron. Se trata de Sherkwood, un
peligroso asesino evadido de la justicia.
El grupo de exploración regresa antes de
lo previsto tras lidiar con un fallo en las comunicaciones y el ataque de una
oruga gigante (que nunca está de más) y logran reducir a Sherkwood, que se había apoderado de la
nave. Uno de los tripulantes que acompañaron a Jarvis descubre repentinamente
que sus manos se están volviendo de color verde y endureciéndose. Dominado por
el pánico, abandona la nave a la carrera, aullando confusas súplicas, dirigidas a nadie sabe quién.
Jarvis y otro grupo abandonan la nave por
segunda vez para ir en busca del huido. Y lo que encuentran es el templo de
roca verde. Junto a él o en su interior, hallan las estatuas de los tripulantes
de la Perseo y las otras criaturas, que no son otra cosa que viajeros y
exploradores de otros mundos. Ellos mismos comienzan a cubrirse de manchas
verdosas, a pesar de sus trajes espaciales supuestamente aislantes. Cuando
notan el entumecimiento de sus músculos y endurecimiento de su carne, e
intentan regresar a la nave, las estatuas cobran vida y comienzan a seguirles.
Esta nueva propiedad del mal del planeta
es interesante. El que todos los contaminados por él se reúnan en torno al
templo, o que actúen juntos con un mismo propósito aparente, indica una
inteligencia tras él.
Será precisamente Sherkwood, el polizón,
quien descubra el modo de eliminar la extraña enfermedad y salve al grupo. El
peligroso asesino resulta no ser mala persona, mientras que el hombre de
confianza de Jarvis revela ser un mal bicho. Un cambio de roles, como en Pitch
Black.
Los viajeros se salvan por esta vez y
logran abandonar el peligroso mundo, dejándonos con varias incógnitas como el
origen del templo, si este era el foco de la extraña enfermedad, o las
intenciones de la mente colmena que parecía dirigir a los petrificados. A esto
hay que añadir la inesperada ayuda que Jarvis y los suyos reciben en un momento
crítico de parte del propio planeta, que aparentemente es un ser vivo, sensible
y amistoso, para el cual estar cubierto por el moho verde era también una lacra.
Aunque sus historias de terror son superiores
a las de ciencia ficción, Garland rara vez decepciona. En esta ocasión, lo
único que no termina de gustarme de la historia es la subtrama del polizón, que
tal como la presenta me parece un poco forzada. Pero aun así, una buena hora y
media de lectura tranquila.
Puedes ver otro libro de este autor pulsando aquí.
Pánico en el planeta X. 1987. Curtis
Garland [Juan Gallardo Muñoz] (texto) Almazán (portada). Astri Ciencia Ficción
nº 12. Editorial Astri S.A.
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