LA DESPENSA
¡Saludos, hambrientos y hambrientas!
Aquí tenemos un par de Monas de Pascua, listas para ser comidas en algún momento del día. Se trata de un dulce español tradicional de estas fechas, equivalente a los Huevos de Pascua o el Conejo de Chocolate de otros países.
La mona es un bollo al que se da forma en torno
a un huevo duro (la versión original) o un huevo de chocolate (la versión
moderna).
Originalmente estas masas azucaradas se comían como un ritual de bienvenida a la primavera en el culto pagano. Al ser este absorbido por el cristianismo, se cambió a una fiesta a celebrar únicamente durante el último día de la Cuaresma, el periodo de cuarenta días durante los cuales los cristianos tienen prohibida la carne. La tradición dicta que el huevo duro debe partirse golpeándolo contra la frente de alguno de los comensales.
Independientemente de lo que crea cada uno, lo que
ha quedado es la costumbre de comer la mona en un día determinado, hayamos probado la carne o no durante los cuarenta días anteriores. Como el turrón, que podríamos comer durante todo el año de querer hacerlo, pero por tradición solo lo consumimos durante la Navidad.
5-4-2021. Edito para mostrar lo que nos salió en las monas ^_^
Buenos dias al supervisor general.
ResponderEliminarBuenos días a ti también ^_^
EliminarLas Monas de Pascua me traen alegres recuerdos de mi infancia.
ResponderEliminarEl día que mi madre las preparaba era todo un acontecimiento.
Después de todo era una vez al año.
Mi hermano y yo nos metíamos en la cocina con " la sana intención " de ayudar pero lo que hacíamos era enredarlo todo.
Las monas se cocinaban en el horno de leña que teníamos en la herrería de mi padre, al lado de nuestra casa.
Unos días antes mi padre traía leńa de almendro, de vid y algunas ramas de romero .
Cuando las monas se estaban cociendo empezaba a salir del horno un delicioso olor a pan dulce recién hecho con limón y canela que llenaba la pequeña calle de la herrería.
La cocción en el horno de barro se hacía sin prisas, sin reloj, sin tiempo...
Hermosos días, aquellos.
Me gustaría que estas tradiciones y otras muchas como ésta no se perdieran nunca.
Que bonita historia. Naturalmente no se puede comparar una mona hecha en casa con estas compradas en un supermercado, pero el verdadero valor de las fiestas y las tradiciones son los recuerdos que asociamos a ellas.
Eliminar