ALMACÉN DE MUNDOS COMPRIMIDOS
Saludos, vertebrados.
¡Sobrevive! es un juego que MB sacó al mercado en 1981, y en el que básicamente, ganaba quien conservaba sus bolas hasta el final.
Sí, sí, dicho así puede sonar un poco raro, incluso puede dar pie a mala interpretación, pero es literal. Cada jugador tenía sus propias bolitas de cristal y las iba perdiendo durante la partida, y al final ganaba el único que aún conservaba alguna.
El juego se compone de un tablero que presenta una rejilla de 7x7 huecos. Tiene a su alrededor un conjunto de palanquitas que pueden ser movidas a tres posiciones diferentes. Estas palanquitas mueven solapas de plástico por debajo de los huecos, de forma que los cierran o abren al ir moviéndolas.
Al inicio de la partida los jugadores mueven las palancas al azar
hasta que todos estén conformes con el aspecto del tablero. Entonces se sortea
el orden de juego y siguiendo ese mismo orden, se van alternando para colocar
una canica de su color escogido en uno de los huecos cubiertos. Las solapas que
mueven las palancas son rojas y blancas, y las blancas siempre quedan por
encima de las rojas, por lo que resultan más seguras. Una solapa blanca puede
(o no) tener otra roja debajo, mientras que debajo de una roja solo está el
temible vacío.
Una vez todos han puesto sus bolas sobre el tablero… o_oU ...sus
canicas en los huecos correspondientes, se inicia la partida. Cada jugador
tratará de eliminar al resto moviendo de forma selectiva las palanquitas para
hacer desaparecer el suelo bajo los pies de sus rivales, o de las canicas que
los representan.
Cada turno consiste únicamente en mover una sola posición una
cualquiera de las palancas, procurando eliminar alguna canica de un rival (o
más de una a la vez, de ser posible) al mismo tiempo que lleva cuidado de no
hacer caer una de las suyas durante el proceso. La única restricción es que no
se puede mover la misma palanca que movió el jugador anterior.
El mover una palanca blanca puede hacer que su solapa se deslice por debajo de alguna de las canicas que descansan sobre una solapa roja, con lo que, si no prestamos atención a lo que estamos haciendo, podemos asegurar mejor la posición de una canica rival en lugar de hacerla caer.
Es básicamente un juego
de observación, pero en su momento nadie jugaba prestando atención a las
combinaciones de posiciones de las palancas. Solo movías una cualquiera con la
esperanza de ver caer a una canica del rival hacia un destino peor que la
muerte, procurando no perder tus bolas en el proceso o_oU
¡Sobrevive! 1981. MB. Autores no acreditados. De dos a cuatro jugadores a
partir de siete años.
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