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domingo, 25 de julio de 2021

MINI MISTERIOS PARA RESOLVER EN CINCO MINUTOS

EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                  ¡ALERTA DE EXPOILERZ!

                                             Presentado por… el inspector Plot.

 

Saludos, concienzudos investigadores.

El formato de librojuego más habitual es el de la toma de decisiones, en el que cada poco se nos dan una serie de opciones y vamos saltando de una página a otra, según lo que elijamos. Otro formato quizá menos popular pero también interesante, es el del libro que veremos hoy.

En lugar de un texto fragmentado y desordenado, aquí se nos presentan una serie de historias narradas de forma lineal. Son relatos de investigación policial al estilo de los de Arthur Conan Doyle o Agatha Christie, pero más sencillos. No se nos da la solución del caso al final de cada relato, pero sí pistas suficientes para que podamos (en teoría) deducirla si prestamos la debida atención al texto y las ilustraciones. 

Las soluciones a todos los casos se ofrecen juntas al final del libro. Los que prefieran leer estas historias solo como relatos de misterio, pueden leer la solución de cada una justo a continuación de esta. Los que acepten el desafío pueden tratar de llegar a una conclusión antes de pasar a leer la solución. Y no basta con elegir un culpable solo porque nos parezca sospechoso o nos caiga mal (¡esto no es una red social!) hay que ser capaz de justificar por qué el culpable es ese y no otro.

El defecto que presentan estos librojuegos, es el mismo que tienen algunos relatos de investigación y deducción convencionales; que la conclusión lógica en ocasiones está muy forzada o es inconsistente. En este librojuego en concreto, no puedo estar de acuerdo con las soluciones que se ofrecen a muchos de los casos. En el primero de todos, sin ir más lejos y por poner un solo ejemplo, el culpable es identificado porque declara haberse despertado de madrugada y salido de su casa a toda prisa, sin tiempo apenas para vestirse, pero está perfectamente afeitado. Según el detective Stanwick (nuestro protagonista) cuando un hombre se afeita la cara, a las pocas horas ya vuelve a tener pelusilla. Por tanto, al no haberse afeitado esa madrugada, debería tener ya un asomo de barba. Pues bien... como decirlo… no. No a todos nos crece la barba (o en mi caso, este elegante bigotón) al mismo ritmo.   

Algunos hombres se afeitan por la mañana y a mediodía ya vuelven a tener el mentón rasposo cual papel de lija, y a otros la piel suave de recién afeitado puede llegar a mantenérseles un par de días.

Me gusta mucho la idea de los librojuegos de investigación, pero no como se ha llevado a cabo en este. La solución de muchos de los casos se basa en detalles personales (como la velocidad de crecimiento barbál) que Stanwick da por sentado, y que en realidad no es posible deducir.

Hay también algunos casos que no son otra cosa que variaciones de los típicos problemas matemáticos "con trasfondo" estilo “Un tren parte de la estación A y viaja a la estación B a X Km/h, y otro tren parte de la estación B y viaja a la A a Y Km/h, por la misma vía. Teniendo en cuenta que la vía mide Z kilómetros ¿Cuántos cenutrios fritos lleva en su maletín el pasajero del asiento 34 del tren que sale de la estación A?”. Esos casos tampoco los considero válidos o adecuados para este tipo de publicación, porque más que de investigar, se trata de saber la fórmula matemática adecuada y aplicarla.

Al final, entre una cosa y otra solo la mitad (aproximadamente) de los casos puede ser realmente deducida únicamente a partir de la información que nos dan. Los casos que sí pueden deducirse mediante la observación y la lógica, en cambio, me parecieron bien planteados, incluso los que no fui capaz de resolver. Cuando no puedes resolver un caso, y tras leer la solución todo te cuadra, es cuando ves que está bien planteado. Pero si incluso tras leer la solución, relees el caso y ves que sigue sin poder llegarse categóricamente a esa conclusión únicamente a partir de las pistas dadas, por muchas vueltas que le des… bueno, todos sabemos que, por desgracia, también la ley comete errores.

La parte buena, es la ambientación. La acción tiene lugar en un pequeño pueblecito inglés, y tanto el protagonista como sus vecinos me cayeron bien. Disfruté más conociendo a los personajes y asistiendo a las conversaciones que tienen entre ellos, que con los propios casos. 

Hay, además, un misterio adicional que quizá sea solo un error de imprenta. La contraportada del libro anuncia “más de treinta casos”, pero en el interior solo encontramos veinticinco. ¿Dónde están los casos que faltan? ¡Este sí parece un trabajo para el inspector Plot!

Five-minute mini-mysteries. No se indica el año de publicación original. Stan Smith (texto) Kathleen O´Malley (ilustraciones). Desvela el misterio nº 2.  Publicado en 2004 por Ediciones Oniro S.A.

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