EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.Saludos, lunáticos lectores.
Volvemos con los bolsilibros de ciencia ficción, que los teníamos un poco olvidados. El de hoy es uno que me ha gustado mucho. Una historia sencilla pero contada con un estilo cinematográfico que hace que la visualices como una película de los 90… a pesar que se escribió en el 78.
Comenzamos en
pleno apocalipsis. Casi toda la población de la Tierra ha enloquecido de golpe. Solo unas
pocas personas parecen inmunes a la ola de demencia colectiva y ultraviolenta
que se ha apoderado de la humanidad. Los locos, guiados por una rabia
inconcebible, recorren las calles destrozándolo todo,
sacrificando a los cuerdos que capturan en extraños rituales, o matándose entre
ellos si no encuentran nada mejor que hacer.
En medio del caos,
un solitario soldado cruza la ciudad en un hovercraft. Es Xacman, uno de los
pocos cuerdos que quedan. Ha recibido una llamada ordenándole acudir a una base
subterránea donde se mantiene un pequeño núcleo de resistencia.
Por el camino,
Xacman tiene ocasión de rescatar a Helga, una joven también cuerda a quien la
turba demente pretendía quemar viva como ofrenda a su nuevo y glorioso dios: una farola. Tras
algunas peripecias más, ambos llegan hasta la base, donde se les informa de lo
que está ocurriendo. La locura colectiva es el efecto de una radiación que se
inició en la Luna y se ha expandido por todo el sistema solar. Las bases humanas
situadas en la Luna, Marte y Venus no dan señales de vida, y suponen que en
ellas está ocurriendo lo mismo que en la Tierra.
Se ha podido
concretar que el foco de esa radiación es un cráter lunar formado por el impacto de
un aerolito, en el cual se estaban efectuando trabajos de minería para extraer
torio. Pero poco más es lo que se sabe. El personal de la base ignora si la radiación
loca es un accidente natural o un ataque planeado por los colonos selenitas,
que al parecer tienen fuertes tendencias independentistas. Tampoco se sabe si
el efecto de la locura es permanente o podría desaparecer gradualmente si la
emisión de radiaciones se interrumpe.
Se ha elaborado un
plan a la desesperada para tratar de salvar a lo que queda de la humanidad. Han
fabricado a contrarreloj una pequeña nave capaz de realizar un viaje de ida y
vuelta hasta la Luna transportando seis personas y una bomba atómica. Creen que
disparando la bomba justo al interior del cráter podrían interrumpir estas
radiaciones. Porque si algo nos han enseñado las películas de desastres, es que todo
problema (ya sea un meteorito gigante, nave nodriza alienígena, sol que se apaga, núcleo
de la Tierra que se detiene, portal dimensional bajo el Pacífico, etc.) se
puede arreglar con una buena a explosión atómica. Como dice ese refrán de vuestro planeta "Una explosión a tiempo es una victoria"... bueno, algo así era.
El gran problema
es que la bomba atómica tendrá que ser casera, ya que no han podido conseguir
una genuina. Para fabricarla deben desmontar la pila atómica que alimenta
la base, y no cuentan con todos los medios necesarios para hacerlo con seguridad.
Xacman, Helga, y otras dos parejas (hay que pensar siempre en la fase de repoblación) son elegidos para pilotar la nave. Primero los envían a buscar un cartucho de gel de energía que servirá para propulsarla, a un laboratorio cercano y abandonado. Bueno, posiblemente abandonado.
Aprovechando que están fuera, el
personal de la base desmonta la pila atómica. Tal como temían, no pueden evitar
que la radiación se esparza por la base. Con radiación letal dentro y radiación
enloquecedora fuera, ya no tienen nada que perder y prosiguen ultimando la bomba
y la nave mientras van muriendo uno tras otro. La nave es sacada a la superficie
para que Xacman y los demás elegidos no tengan que entrar a por ella cuando regresen con
el cartucho de energía.
Este desastre no
será el último que los protagonistas deberán afrontar. El que un bolsilibro
terminara mal era más común entre los de ciencia ficción que entre los de
terror. Este no es el caso (los tripulantes de la nave lograrán cumplir su
misión después de todo) pero su victoria tampoco es clara. Logran destruir el
foco de la radiación loca, y regresar a la Tierra, pero esto no garantiza
que los afectados vuelvan a la normalidad, ni que queden suficientes
supervivientes cuerdos para levantar una nueva sociedad, ni aun en el caso que se
logre encontrarlos y reunirlos a todos. Por lo que sabemos, la reducida
tripulación de la nave, que también sufre bajas durante su viaje, podrían ser
los únicos cuerdos que queden, ya que al personal de la base lo damos por
perdido.
No se habla de
boda al final (no está la situación para rituales ni formalismos) pero sí se
nos dice que las dos parejas supervivientes celebran el relativo éxito de la
misión… ejem… iniciando de inmediato la labor de repoblación. Así que, después de
todo, podríamos decir que la historia acaba con un final feliz… en ambos
sentidos posibles.
Me ha gustado
mucho. El final es demasiado frívolo (¡antes que repoblar, hay que asegurarse un
refugio bien protegido y una fuente de alimentos renovable o al menos
considerable!) pero bien por lo demás. Entiendo que había que dar una imagen
más esperanzada al desenlace para que al lector le quedara un mejor sabor de
boca. La descripción de como desmontan la pila atómica me ha parecido muy lograda,
y hasta bien documentada. Queda realista y actual leída hoy en día, a pesar del
tiempo que hace que se escribió. Me ha gustado también el momento en el que
llegan a la orbita de la Luna, casi esperando ser atacados por los colonos. Lo
que encuentran son sus ciudades arrasadas, evidenciando que la
radiación nunca fue un acto planeado, y los selenitas fueron en realidad sus
primeras víctimas.
Puedes ver otro libro de este autor pulsando aquí.
La locura de
Selene. 1978.
Excelente historia! Echo de menos una lectura de una historia así, una película, ¡serie de tv, Comic, lo que sea.
ResponderEliminarEste tipo de historias son cada vez más raras. Hasta hace quince años mas o menos todavía se hacían películas, series, libros o comics con el fin principal de entretener, sin que ello impidiera que muchas de esas historias fueran igualmente profundas, trascendentes o aleccionadoras. Entre 1980-2000 tuvimos un pico de creatividad. Hoy en día estamos en crisis en eso también -_-
EliminarLo que he oído respecto a este tema, y creo que es cierto, es que el cine, como casi todo, se ha profesionalizado de tal modo y hay tanto dinero en juego, que las películas que antes eran idea y trabajo de una única persona, están hoy en manos de varias decenas de productores, asesores y técnicos, que están continuamente puliendo tal y cual cosa que pueda ir contra la carrera comercial de la película (corrección política, finales felices, películas hechas con los mismos patrones... cosas que se sabe de antemano que funcionan porque ya han funcionado antes), así es muy difícil que algo te sorprenda. Seguramente haya la misma creativida o más, pero ésta no progresa porque no tienen los medios, o si los tienen y llegan a realizarse (con un presupuesto y calidad muy inferior), resulta imposible darse a conocer en todo ese follón de Internet y redes sociales, donde está todo más que copado. Y lo mismo para un libro, cómic, videojuego...
EliminarPues también puede ser que el problema sea ese, falta de valor en lugar de falta de creatividad. Eso explicaría porqué tantas superproducciones fracasan y son olvidadas mientras que películas mucho más modestas, que se juegan menos y por eso se atreven a más, se convierten en clásicos cuando el paso del tiempo las da a conocer.
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