Presentado por...Zag.
¡Extra! ¡Extra! ¡El Decimocuarto Reto Escritubre ya está en las calles! ¡Entérese de la confesión más sonada del último siglo! ¡Uno de los grandes nos cuenta su terrible secreto! ¿Se nos caerá un mito, o le querremos aún más después de saberlo? ¡Extra! ¡Extra!
RETO 14: Elige un personaje célebre de tu preferencia e invéntale un episodio digno de un programa especial de "revelaciones inimaginables". Puede ser alguien del presente o del pasado, y el tipo de narración puede ser muy creativo: desde un artículo de paparazzi hasta la narración que haría un trovador del siglo XIV al descubrir que uno de los nobles de la época tiene una amante..
Nota: esta historia tiene lugar unos pocos días después del final de la película Superman (la versión original de 1978).
UN HUMANO MÁS
La criatura descendió lentamente hacia la fortaleza que había edificado años atrás. Su refugio. Un fragmento de su propio mundo en aquél otro que lo había acogido.
Los habitantes de aquel planeta lo habían llamado “Superman”. También “El Hombre de Acero” era un mote que se repetía con frecuencia. Ninguno sabía aún que su verdadero nombre era Kal-El.
Descendió hasta que sus pies tocaron el frio suelo. Un frio que no notó, ni significaba nada para él. A los ojos de cualquier habitante de ese mundo, aquello no era más que parte del inmenso glaciar, pero en realidad no estaba compuesto por hielo si no por cristal alienígena. Como otras veces, cierto que no muchas, acudía en busca de tranquilidad, reflexión, y tal vez consejo.
Tras deambular por el interior del lugar durante unos minutos, una presencia tomó forma cerca de él. La imagen de su padre, generada por los cristales de su mundo, le habló.
- Estás aquí otra vez, Kal-El.
- Aquí estoy, padre.
Durante unos segundos se miraron. Fue Jor-El quien se decidió a continuar.
- Sé porqué has venido. Por lo que hiciste… por lo que te prohibí tan explícitamente que hicieras.
- Pero tenía que hacerlo, padre.
- Sabías que no debías interferir de ese modo. No hasta ese punto. Intervenir en el presente es una cosa, pero alterar el pasado, alterar lo que Ya Ha Sido… las consecuencias que esto puede traer en el orden universal…
- Padre, no me importaban las consecuencias. Lois, la mujer que amo, había muerto.
- Entiendo tu decisión, aunque no la apruebe.
- No. No la entiendes. Su coche había caído en una grieta de la falla abierta por el misil. El misil que no fui capaz de detener a tiempo. Mientras yo contenía derrumbes e inundaciones al otro extremo del estado para salvar a desconocidos, la grieta se cerraba y llenaba de fango. Cuando saqué su cadáver de aquella zanja, no necesité usar mi visión para saber que tenía los huesos aplastados y los pulmones inundados.
- Te repito que entiendo porqué lo hiciste. ¿Pero cómo podías estar seguro que funcionaría? La totalidad de tus capacidades bajo la influencia de este sol, nos son todavía desconocidas. ¿Cómo supiste que al volar a esa velocidad alrededor del mundo, liberarías la mayor parte de la energía acumulada en tus células? ¿Y qué te hizo estar seguro que eso bastaría para alterar el tiempo? ¿Eres consciente de lo que hubieras provocado de fracasar?
Kal-El bajó la vista al suelo antes de responder.
- No sabía que eso iba a ocurrir. Lo que tu llamas fracaso, era lo que yo perseguía.
- Pero entonces… tu intención era…
- Sí, eso es. Pretendía simplemente cambiar el giro de rotación de la Tierra.
- ¿Aun sabiendo las consecuencias? Todas las montañas del mundo derrumbándose. Los continentes desgajándose. La corteza terrestre mondándose como la piel de una naranja. El planeta cubierto nuevamente por las aguas. Habrías matado a todo ser vivo. Es imposible que nada nacido en La Tierra hubiese sobrevivido a ese colapso de no liberar en ese momento la energía de tus células para alterar el tiempo.
- Sí. Pero ella había muerto. Todo mi poder no había bastado para salvarla. De repente odié a la humanidad. Odié su estupidez, su simpleza y la futilidad de sus cortas existencias, pululando sobre esta miserable roca. Yo podría haberme convertido en su soberano de quererlo. Podría haber sometido a todas las naciones y conquistado el mundo en pocos días. Podría haberles obligado a adorarme como a un dios, y en lugar de eso solo fingía ser un humano más. En ese momento odié su fragilidad.
Tras una larga pausa, Jor-El susurró.
- Pretendías matarlos a todos.
- A todos, padre. Cuando el tiempo volvió atrás, yo fui el primero en sorprenderse.
Se dio la vuelta para marcharse, pero la voz de Jor-El insistió.
- ¿Y que vas a hacer ahora, Kal-El? ¿Dónde irás? Puedes viajar a muchos mundos por ti mismo. Tienes las veintisiete galaxias a tu alcance ¿Dónde irás?
- ¿Irme?- contestó, sin volverse ni detener su lento paso hacia el exterior -Me quedaré aquí. No como su soberano o su dios, sino como su sirviente. Se lo debo. Se lo debo por lo que intenté hacerles.
Kal-El remontó el vuelo, de regreso a su simulacro de anónima vida humana. Incluso tras su partida, la imagen de Jor-El aún tardó varios minutos en desvanecerse.
Muy bueno, ese giro (literal) argumental sobre las intenciones de Superman.
ResponderEliminarTe recomiendo la pelicula El hijo (Brightburn) que trata el argumento de Superman malvado.
Sé de que trata Brightburn por los trailers que vi en su momento, pero aún la tengo pendiente. Aunque por algunos comentarios que me han hecho, parece inspirada a partes iguales entre Superman y la "historia que no fue" del Goku de Dragon Ball. Me refiero a todo eso que contaban al inicio de DBZ, que Goku había sido enviado específicamente a la Tierra en una cápsula espacial para que matara a todos sus habitantes cuando se hiciera adulto.
EliminarSi es verdad había olvidado la historia de Goku, si es más parecida a esa. No es como en Injustice que al matar a Lois Lane a Superman se le va la pinza. De todas formas Brightburn es una película recomendable.
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