EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, ávidos lectores.
Este es el primer tomo de Jeremiah, colección creada en 1978 por el belga Hermann Uppen. Está ambientada en un presente alternativo postapocalíptico con estética del oeste americano.
En la primera página del comic, cuatro viñetas sin texto nos dan a entender que esta situación comenzó por una serie de disturbios ideológicos en Estados Unidos. Los grupos de supremacía racial extremistas como los antiguos KKK y Panteras Negras, o los actuales Hermandad Aria y BLM, crecieron hasta que toda la población se dividió en bandos enfrentados, estallando una especie de guerra civil. De algún modo esto degeneró hasta llegar al punto de desatar una guerra atómica a escala global.
Esta guerra debió tener lugar en un futuro muy cercano al de la época en la que se estaban publicando los comics, porque vemos que los efectos de la destrucción atómica no son demasiado graves. La tecnología ha retrocedido apenas un siglo, y los supervivientes, montones de ellos, viven en ciudades y granjas relativamente organizadas.
En este nuevo mundo impera la Anarquía; un sistema de gobierno no centralizado en el que cada comunidad tiene sus propias leyes (y sus correspondientes castigos para quienes las infringen) y a un individuo solo se le aplican esas leyes mientras está dentro de esa comunidad. En los espacios vacíos entre comunidades no hay ninguna ley ni control general y abundan los bandidos y asesinos, por lo que un viajero está totalmente expuesto a lo que pueda ocurrirle, sin apoyo legal de ninguna clase.
Los protagonistas son Jeremiah (un chaval nacido y criado en una comunidad granjera, ingenuo e inocentón) y Kurdy (que es justo lo contrario, un bandido nómada aprovechado y cínico). La forma de ser de cada uno y la extraña y tensa amistad que surge entre ellos recuerda mucho a los personajes de Luke y Han Solo en la saga Star Wars y personalmente creo que están muy influenciados por estos.
En este primer comic, Jeremiah se distrae y separa de su grupo de recolección en el exterior de su comunidad, y el resto del grupo regresa sin él. Las puertas de la comunidad amurallada se cierran por la noche, dejándolo fuera, en las tierras sin ley. Ahí es donde se topa con Kurdy. Ambos son testigos de como una caravana fuertemente armada se dirige a la comunidad de Jeremiah, y Kurdy deja a este inconsciente de un golpe para evitar que haga ninguna tontería.
A la mañana siguiente, la comunidad está arrasada y los que no han muerto en el ataque inicial han sido capturados para venderlos como esclavos a la Nación Roja, formada por las antiguas tribus de indios nativos. Estos se han apuntado también a lo de la supremacía racial y dejan todo el trabajo duro en manos de esclavos blancos y negros, a los que tratan con extrema crueldad. Jeremiah se propone ir en busca de su gente y rescatarlos. Kurdy, más realista, le acompaña más para evitar que se meta en líos que para ayudarle a lograr su objetivo.
Su primera parada es un asentamiento cercano, que resulta ser de donde partió la caravana que arrasó la comunidad granjera. No fue un ataque organizado por todo el asentamiento, sino por alguien establecido allí conocido como Fat-eye (ojo gordo). Fat-eye es un individuo estrambótico que se viste y comporta con una elegancia barroca y tiene una gran joya esférica incrustada en la cuenca de uno de sus ojos. Está obsesionado con dos docenas de águilas a las que mantiene en una gran jaula en lo alto de una torre desde la que preside el pueblo. Las trata y habla como a niños pequeños y las alimenta personalmente con trozos de carne cruda.
Kurdy logra hacer que la gente del lugar, que nunca vieron con buenos ojos a Fat-eye y sus trapicheos se levante en armas contra él, pero este ha elegido bien su guarida. Su torre es casi inexpugnable, sus hombres cuentan con mejores armas, y además tienen a Jeremiah de rehén, que tratando de hacerse el héroe se ha dejado atrapar.
Con el paso de las horas, la situación de los sitiados se va haciendo más desesperada. Durante la refriega, las jaulas de ratas con las que Fat-eye alimentaba a sus águilas se han roto y los roedores han escapado. Los gritos de las rapaces reclamando alimento enloquecen a Fat-eye, que, obsesionado con el bienestar de sus mascotas, no es capaz de entender la gravedad de la situación en la que se encuentra, con todo el pueblo queriendo lincharlo.
Cuando Kurdy logra llegar hasta él, es el propio Fat-eye quien se convierte en el alimento de los rapaces, antes que estos sean liberados de su jaula y remonten el vuelo, libres al fin. La historia termina con Jeremiah jurando que algún día rescatará a su gente… pero siendo mucho más consciente que antes de la practica imposibilidad de la tarea que se ha autoimpuesto. Jeremiah y Kurdy prosiguen juntos a partir de ese momento, aprendiendo uno del otro (mucho más el primero del segundo que al revés) y esa épica y honorable motivación vital se va olvidando poco a poco a medida que la serie avanza.
Aunque es Jeremiah quien da nombre a la colección, es Kurdy quien realmente sobrelleva el peso de esta. Es un personaje mucho más interesante y complejo que Jeremiah, que es simplemente un buen chico totalmente perdido en un mundo de aprovechados y crápulas. El aspecto de Kurdy es también muy característico, bajito, flacucho, y con rostro envejecido a pesar de ser un hombre joven, como sugiriendo una infancia repleta de privaciones y desnutrición. A pesar de ser un individuo que mata sin reparos y no parece deber lealtad a nada ni nadie, sus posesiones más valiosas son un colgante de metal con la palabra “Madre” grabada, y su mula Esra, a la que considera más noble e inteligente que la mayoría de los humanos. Y probablemente tenga razón en eso.
No sabemos que impulsa a Kurdy a acompañar a Jeremiah en su misión imposible. No parece verdadera amistad, y quizá sea solo un intento de redimirse a sí mismo, de purgar algunas cosas que hizo en el pasado, compensándolas con “la buena acción” de cuidar de Jeremiah.
La noche de los rapaces. 1979 Hermann Uppen (guion y dibujo). Jeremiah nº 1. Publicado en 1980 por Ediciones Junior S.A / Grijalbo.
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