CHERRY FALLS

EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                                      ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              ¡¡¡ALERTA DE EXXXTREMERZ!!!                                                                                                                                                                                          

Presentado por... Pecky.
 

¡Hola, amigos cinéfagos!

Esta película (cuyo título vendría a significar algo así como "Cataratas color cereza") despertó mucho interés cuando se anunció, en el 2000, aunque no tuvo gran repercusión posteriormente a su estreno. Su premisa resultaba muy llamativa y hasta cierto punto innovadora, pero una vez vista no se diferenciaba mucho de tantas otras de ese estilo. 

Tuvo además muchos problemas con la censura, y después de haberse anunciado su estreno en cines, en Norteamérica terminó editándose directamente para video doméstico. Aun así es un caso curioso dentro del cine de asesinos psicópatas especializados en adolescentes.

El título de la película es tanto una referencia al pueblo donde tiene lugar la historia, llamado Cherry Falls, como un aviso de lo que está por venir: cataratas color cereza puede interpretarse perfectamente como una catarata de sangre derramada. Nos avisa que va a haber un buen número de brutales asesinatos.

La protagonista principal es Jody, la hija adolescente del sheriff de Cherry Falls, donde un misterioso asesino está matando a los alumnos del instituto. 

O no tan misterioso, porque se nos está mostrando desde el principio que es un hombre travestido. Se supone que debemos pensar que es una mujer y que el que sea un hombre en realidad será algo de lo que nos enteraremos al final, como una gran revelación (al menos, eso es lo que les pasa a los personajes) pero desde el primer momento resulta demasiado evidente que se trata de un hombre vestido de mujer. Se le nota en la corpulencia, en los andares, en la fuerza que demuestra, en lo falsa que se ve su frondosa melena que además le tapa el rostro en todas las escenas en las que sale. 

No creo estar revelando nada al decir ya desde el inicio que el asesino es un hombre travestido ya que resulta muy evidente en la mayoría de sus escenas. También es cierto que da la impresión que el director quería que nos diéramos cuenta de esto, porque cuando el asesino habla con calma su voz suena a femenina, pero cuando se queja por haber recibido un golpe o lanza una exclamación sin pensar ni modular su voz, esta suena a masculina. 

Después de tres muertes casi seguidas, el forense determina varios puntos en común: la muerte siempre se ha producido por múltiples puñaladas, a todos se les talló la palabra “virgen” a punta de cuchillo sobre la piel, en el caso de las chicas se pudo comprobar que estas eran vírgenes, y ninguna de las victimas fue abusada sexualmente ni antes ni después de morir. Y esta es la particularidad de la que hablaba al principio. En las películas clásicas se asocia la virginidad a la virtud. La final girl o chica final que suele ser la única superviviente del psicópata de turno suele también ser virgen, hasta el punto en que chica virgen y única superviviente son casi sinónimos. 

Las películas de terror son después de todo una versión actualizada de los antiguos cuentos terroríficos que se contaba a los niños e incluían una lección moralizante. Y por tradición, la lección que se adaptó a las películas de psicópatas especializados en adolescentes fue “no tengas prisa por perder la virginidad antes de tiempo” o dicho de otro modo, tener relaciones sexuales en una película de psicópatas es invitar al asesino a ponerte el primero de su lista. Lo que hizo Cherry Falls fue darle la vuelta esto. El psicópata no mata a los personajes que tienen sexo, sino a los que no lo tienen. Cuando este dato trasciende y se produce un cuarto asesinato, los estudiantes se ponen de acuerdo para hacer una mega orgía de modo que todos puedan quedar descartados como potenciales víctimas. 

Y esto le da un doble sentido al título, puesto que en la jerga callejera estadounidense cherry es otra forma de llamar al himen, y falls es caída, por eso las cataratas o caídas de agua son falls y también a la estación del otoño, cuando caen las hojas de los árboles, se la denomina tanto Autumm como Fall. Así pues Cherry Falls podría interpretarse como "cataratas de sangre" en referencia a los asesinatos, pero también como (usando una frase de la propia película) "el holocausto del himen".

Mientras tanto, se nos va dejando entrever que hay algo más que un simple loco al que le ha dado por matar vírgenes. El padre de Jody (que recordemos, es el sheriff local) y el director del instituto parecen esconder algo. Todo indica que los asesinatos son una consecuencia de algo que los dos hicieron veinticinco años atrás, cuando ellos mismos eran alumnos del instituto. Y sí, efectivamente, estos dos pilares de la comunidad, el máximo representante de la ley y el máximo representante de la educación, violaron a una chica en su adolescencia junto con otros dos chavales una noche que los cuatro andaban borrachos. Una chica impopular y solitaria a la que nadie iba a creer si los denunciaba, y que desapareció del pueblo poco después. El sheriff y el director suponen que su víctima, a la que ya habían olvidado, ha vuelto para vengarse.

Pero como ya comenté, el asesino es evidentemente un hombre aunque se vista de mujer para despistar. Se trata del hijo de la joven violada. El hijo de uno de los cuatro, que realmente ni sabe ni le importa cual de ellos es su padre, ya que piensa acabar con todos por igual. Dos de los cuatro se nos dice que ya no viven en el pueblo, y nos quedamos sin saber si el asesino ha acabado ya con ellos o si los iba a dejar para el final. Tampoco es que los quiera matar por vengar a su madre, porque esta nunca lo quiso y lo torturó física y psicológicamente desde que estaba en la cuna, hasta volverlo loco. La venganza contra sus posibles padres es por sí mismo, por haberlo concebido y dejado en manos de su madre, condenándolo así a una larguísima infancia de vejaciones y malos tratos.    

Al final tenemos una escena en la que el asesino, completamente desquiciado, vestido de mujer pero sin hacer el menor intento de aparentar ser una o imitar su voz, irrumpe en la orgía de los chavales con un cuchillo. Una vez allí apuñala a la masa de cuerpos revueltos (sin importarle ya cuales siguen siendo vírgenes y cuales acaban de dejar de serlo) hasta que la policía lo abate a tiros. El asesino es un personaje que ya habíamos visto en la película bajo otra identidad, pero eso lo dejamos sin revelar por si alguien se anima a verla. Siempre hay que dejar algo sin contar, por mucho que se haya dado el correspondiente aviso de spoilers al inicio.

Quizá lo mejor que se puede decir de esta película es que es curiosa. El final es bastante dinámico y hasta divertido, con los chavales que huyen de la casa atropellándose y aplastándose unos a otros presos del pánico. No está mal hecha, ni tiene graves fallos de guion ni nada de eso pero le falta algo, no sabría decir el que. Aunque se explica todo y la trama tiene un final cerrado, me da la sensación de que esta a medio contar.

Cherry Falls. 2000. Ken Selden (guion) Geoffrey Wright (director). Gabriel Mann, Jay Mohr, Michael Biehn (actores principales)  Brittany Murphy (actriz principal).