EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, ávidos lectores.
Los ochenta fueron una buena época para los comics de terror. Teníamos los Creepy, Dossier Negro, SOS, Vampus y unos cuantos más. Fue también una buena época para los fanzines, revistas hechas por aficionados que habitualmente se distribuían gratis, por mero amor al género o tema que trataban.
A medio camino (pero por el atajo equivocado) entre el comic de terror profesional y el fanzine, apareció Goecia. Esta revista de comics era quincenal y llegó a tener seis números.
Goecia es un término de la demonología con varios significados posibles, la mayoría de ellos relacionados con rituales sobre el control de demonios. Uno de esos significados es engaño, y aunque lo mas probable es que no fuera éste el que tuvieran en mente sus autores, es el que a mi me parece más adecuado para describir la revista.
Básicamente era como todas las otras publicaciones citadas: incluía varias historias cortas, mezclando algunas independientes con otras que se mantenían de un numero al siguiente, siempre de temática terrorífica o de humor macabro.
Solo costaba 50 pesetas, siendo la mas barata de todas, comparada con las 100 pesetas que costaba un Dossier Negro a principios de los ochenta, o las 175 de un Creepy en esa misma época, pero la diferencia de calidad era abismal. Las Goecia contaban con dieciséis páginas más las cubiertas, frente a las cuarenta y ocho de un Dossier Negro o las sesenta y dos de un Creepy. Terminabas de leerlo casi antes de haber empezado.
El dibujo era muy burdo, las historias excesivamente sencillas y torpes, y nos encontrábamos errores ortográficos bastante notables, como el de la primera viñeta de abajo, en la que el autor escribe “Haber” en lugar de “A ver”. Puede que los creadores de esta revista pusieran mucha ilusión en ella, pero no mucho esfuerzo.
La calidad en general era la de un fanzine, pero de los peores. No hay nada de malo en querer cobrar por tu trabajo, desde luego, es una pretensión totalmente legítima, pero en este caso lo que se vendía era un trabajo de una calidad muy baja. Había fanzines gratuitos mucho mejores que esto.
Lo único que puedo decir a su favor basándome en este numero que tengo y en otros que leí en su momento, es que era el más barato y el que tenía un menor lapso de tiempo de publicación entre un numero y el siguiente, pero ni estas dos características compensaban todo lo demás.
La editorial que la publicaba, Satori, llegó a sacar al mercado varias revistas de comics de terror y/o ciencia ficción, con el apoyo de Bruguera, pero que yo sepa ninguna llegó a aguantar en pie más de un año.
Goecia nº 1. 1980. Varios autores. Publicado por Ediciones Maisal S.A. para Grupo Satori.
"Dibujo tías buenas con grandes domingas; no necesito saber ortografía". Me imagino que esta publicación estaba solo medio paso más arriba que un fanzine, en los cuales era habitual que, entre el grupo de colegas que lo hacían, no había ninguno que revisara la corrección de los textos.
ResponderEliminarMe ha llamado la atención que, en la actualidad, Satori es una muy reputada editorial especializada en literatura y cultura japonesa. Ignoro si es la misma editorial que, en los 80, tenía un mercado más amplio y promocionaba este tipo de publicaciones underground, si quebró y fue comprada por otro grupo que decidió especializarse en traducir y publicar libros de Japón, o si simplemente se trata de dos editoriales distintas y el nombre es una coincidencia. Como curiosidad, "satori" significa "comprensión" o "conciencia" en un sentido general; "iluminación" en un sentido religioso; y es también el nombre de un youkai con apariencia de mono que puede leer mentes.
No lo se, pero imagino que será otra Satori. La que publicó esto era una editorial muy pequeña y casi todo lo que sacaba al mercado no se vendía bien, o si lo hacía era por colaboraciones con Bruguera. Hay también al menos otros dos comics titulados Goecia o Goethia y no tienen relación con este.
Eliminar