EL ORÁCULO DE LAS VISIONES ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
¡Saludos, amigos cinéfagos!
Hoy vamos a ver esta película de 2007 que, aunque oficialmente no tiene ninguna relación con la franquicia Resident Evil, personalmente me parece muy influenciada por esta. De hecho, con esta película tengo más sensación de estar viendo una historia secundaria o paralela de Resident Evil que viendo alguna de las películas oficiales de Resident Evil hechas hasta el momento.
El título original es Bottom Feeder. Traducido literalmente sería algo así como Alimentador del fondo. Es una referencia a los gusanos neríticos, las gambas, y en general toda fauna marítima que se alimenta carroñando los restos de animales y plantas muertas que van depositándose en el cieno del fondo. En argot se emplea como mote despectivo para los trabajadores de aquellas ocupaciones en las que se está en contacto directo con desperdicios o excrementos, como basureros o poceros. Y también puede referirse a lo que en España se llama un trepa, personas que escalan puestos en su trabajo aprovechándose de forma oportunista de los errores de sus compañeros, o haciendo pasar como propio el trabajo o logros de los demás. Así que, en lugar de Mutación, esta película podría haberse titulado Carroñero, Basurero u Oportunista… pero Mutación tiene más gancho.
Comenzamos con un científico, el Dr. Nathaniel Leech, que ha creado una sustancia llamada A12 que potencia la regeneración natural del cuerpo a niveles increíbles, hasta el punto de curar daños teóricamente irreversibles en la columna vertebral, piel destruida por quemaduras masivas, y regenerar órganos perdidos, todo ello a un ritmo muy acelerado. El producto tiene un pequeño defecto, y es que mientras está activo en la sangre, somete al cuerpo a tal esfuerzo para lograr ese nivel de curación acelerada que quema rápidamente todas sus reservas de grasas y azucares. Debido a esto la persona a la que se le inyecta el A12 muere literalmente de hambre a los pocos minutos, con todas sus reservas de energía totalmente consumidas. La única forma de evitar esto es alimentándose justo a continuación con una substancia que el doctor también ha desarrollado a la que llama la Metaproteína, que es un superconcentrado de grasas, azucares y proteínas, que debe tener cientos de calorías por cada gota.
En caso de no consumir la Metaproteína para alimentar al organismo mientras este lleva a cabo su curación acelerada, el paciente sufrirá un hambre atroz. Atroz hasta el punto de hacerle perder el control de si mismo y obligarlo a comer cualquier cosa que tenga cerca que sea capaz de tragar y digerir, en un intento desesperado de proporcionar a su organismo el combustible que el A12 necesita para que la regeneración de tejidos acelerada se lleve a cabo. Lo malo es que en este caso la regeneración no será perfecta, como ocurre con la Metaproteína, sino que se llevará a cabo asimilando a trompicones la materia que se consuma. Hablando claro, si el afectado no tiene a mano nada más que cucarachas, las comerá hasta hartarse sin poder resistirse a hacerlo (pero siendo plenamente consciente de que lo está haciendo) y su cuerpo se regenerará asimilando los genes de la cucaracha, convirtiéndolo en una criatura a medio camino entre humano y cucaracha.
La esposa del Dr. Nathaniel se está muriendo de leucemia, y la comunidad científica no le permite la experimentación con humanos, que es el largo y delicado paso que le falta para poder comercializar el producto. Él no quiere probarlo con su esposa directamente, y un millonario llamado Deaver se ofrece a si mismo para ello. Años atrás tuvo un accidente automovilístico que lo dejó postrado en una silla de ruedas, alimentado por goteros, y con todo el cuerpo convertido en una llaga abrasada. Deaver se pone en contacto con el doctor y acepta someterse al tratamiento, puesto que está desesperado por recuperar su movilidad y aspecto anteriores.
El doctor y el millonario se reúnen en un viejo almacén. Nathaniel muestra a Deaver el A12 y las bolsas de Metaproteína, y entonces Deaver ordena a sus guardaespaldas que le den una paliza. Le parten la cara, le rompen algunos huesos, le aplastan una mano y le disparan en un brazo y una pierna. Luego le inyectan el A12 y lo dejan encerrado en el almacén. Deaver no se fía del doctor y quiere comprobar si el A12 funciona como él dice antes de usarlo en sí mismo, así que lo abandonan allí con la intención de regresar al día siguiente y comprobar si se ha regenerado perfectamente de todo el daño sufrido. Lamentablemente los guardaespaldas de Deaver, que en realidad no son más que matones bien trajeados, no han estado prestando atención a la explicación que les dio el doctor. Tras inyectarle el A12 lo dejan encerrado tras una puerta bloqueada…. Y se dejan la Metaproteína tirada al otro lado de la puerta, en lugar de entregársela al doctor. A consecuencia de esto el A12 que corre por su sangre regenera las heridas sufridas, pero lo único que Nathaniel tiene a su alcance para paliar su hambre insoportable son las gordas ratas que pululan por el almacén.
Paralelamente a esto nos presentan a los verdaderos protagonistas, una cuadrilla de barrenderos del ayuntamiento formado por Vince (Tom Sizemore), su sobrina Samanta, Otis y Callum. Vince y Otis, los veteranos del grupo, se sacan un dinerillo extra con el que alegrar su magro sueldo vendiendo poco a poco el equipo médico que quedó olvidado en un viejo almacén de la zona que tienen asignada para limpiar.
Y sí, naturalmente estamos hablando del mismo almacén donde los matones de Deaver han encerrado al doctor comedor de ratas, que resulta que también se ha comido a un perro callejero que se perdió en los túneles. Así pues, el buen doctor es ahora una mezcla tanto a nivel físico como mental de humano, rata y perro (¡tripe amenaza!), y como los efectos del A12 siguen activos, aún tiene mucha hambre y está dispuesto a comerse lo que sea o a quien sea que caiga en sus manos, ahora garras.
La cuadrilla de limpieza hace
un pequeño alto en su ruta para adentrarse en el almacén (en realidad son
varios edificios cercanos clausurados conectados por túneles de mantenimiento)
a ver que se pueden llevar. Como siempre han ido tomando lo que les quedaba más
a mano, cada vez tienen que ir más lejos por los túneles en busca de nuevos depósitos
de suministros… y es así como se topan con el doctor William Birkin
Nathaniel Leech, ya convertido en un monstruo irreconocible. El mutante, con el
aspecto general de una rata humanoide, destroza a Callum en primer lugar y
empieza a acechar al resto. Entonces regresa el pérfido Deaver con sus matones
para comprobar si el doctor se ha curado de las heridas que le infligieron. A
la cabeza de los matones está la Sra. Kendral. Esta es en realidad un agente
del gobierno que finge trabajar para Deaver mientras estudia los efectos del A12, puesto que el ejército está interesado en sus posibles aplicaciones militares.
Al no encontrar al doctor donde lo dejaron, la Sra. Kendral y uno de los
matones se adentran también en los túneles para buscarlo.
Y vaya que si lo encuentran, y al ver en lo que se ha convertido le disparan. Lo acribillan a tiros, pero el efecto del A12 aún está activo en su sangre. Las heridas se le curan casi al instante y lo único que logran con esto es hacer trabajar más a su organismo acelerado, con lo que su hambre aumenta aún más. El mutante mata al compañero de Kendral, y esta a su vez mata a tiros a un vagabundo que había por allí para que el mutante tenga más cadáveres a su disposición y no la persiga. Inevitablemente Kendral se topa con Vince y lo que queda de su grupo, y todos deberán colaborar a regañadientes para sobrevivir.
El resto de la película es eso; persecuciones por los túneles, búsqueda de armas con las que defenderse, Vince y Kendral compitiendo por el liderazgo del grupo (gana Vince) y un combate final en el que se abalanzan contra el mutante y logran acabar con él a base de tiros de escopeta, hachazos y sierras eléctricas de poda. Para desgracia de los héroes, Kendral había situado una carga explosiva de extrema potencia en los túneles para asegurarse que el mutante no escapara al exterior si era él quien los mataba a todos… y cuando logran acabar con él solo faltan segundos para que detone. No tienen tiempo para salir, y la explosión barre los túneles.
Lo siguiente que sabemos es que Vince se despierta en un hospital, donde un médico militar le informa que únicamente él y su sobrina Samanta sobrevivieron a la explosión… gracias a que sus cuerpos destrozados se contaminaron con la sangre del mutante, con restos del A12 aun activos en ella. Vince es consciente en ese momento de que está amarrado a la cama, que un hambre insoportable empieza consumirle, y vemos como el médico coloca una bolsa de Metaproteína en el gotero conectado a su brazo, dándonos a entender que el gobierno está experimentando con él y Samanta para crear un nuevo tipo de soldados.
Es una de esas películas sin más pretensión que entretener. No tuvo un gran presupuesto y resulta poco espectacular, pero está bien llevada dentro de sus limitaciones. Y como dije antes, me provoca más esa sensación de estar viendo una película de Resident Evil que las propias películas oficiales de la franquicia. El A12, al igual que el Virus G y T, es un regenerador celular con tendencia a mezclar genéticas dispares, como en el caso de los hunters y los chimera. El personaje de la Sra. Kendral tiene un papel y un carácter muy similar al de Ada Wong, y la forma en que se relaciona con Vince recuerda mucho también al la tensa y desconfiada alianza que se forma entre Ada y Leon en el RE2. Hay un momento en el que un vagabundo (el mismo que luego mata Kendral) le dice a Samanta “¿Se puede saber por que corres así? ¡Ni que hubieras visto un zombi!”. Es una forma de meter la idea de los zombis en la cabeza del espectador y que este los relacione de algún modo con la película, aunque no aparezca ninguno. La voladura final de los túneles recuerda mucho al sistema de autodestrucción que caracterizaba a todos los laboratorios de Umbrela en los primeros videojuegos. Y no quiero pensar mal, pero la carátula original venía con la frase "Evil lies beneat the surface" (El mal aguarda bajo la superficie) con la palabra Evil resaltada.
Y aparte de todo esto, Vince tiene frases magníficas. Hay un momento en que le dice a Kendral: “Esa chica es mi sobrina. Si muere te meteré una bala en la cabeza tan rápido que creerás que naciste con ella”. Hay también una escena divertidísima en la que el mutante les ha pasado de largo en los túneles y ha llegado antes que ellos al almacén. Tras matar al guardaespaldas que le quedaba al sr. Deaver, el mutante se pone a golpear el coche en el que este se encuentra encerrado. Vince, usando el comunicador de Kendral, se pone a negociar con este la cantidad de dinero que el millonario esta dispuesto a pagarle a cambio de que trate de salvarle. y Deaver es tan avaro que pierde un tiempo precioso regateándole a Vince para pagarle lo menos posible a cambio de salvarle la vida… a consecuencia de lo cual termina perdiéndola.
Puedes ver otra película relacionada con mutaciones y ratas pulsando aquí.
Bottom Feeder. 2007. Randy Daudlin (guion y dirección) Tom Sizemore, Martin Roach, Richard Fitzpatrick (actores principales) Wendy Anderson, Amber Cull (actrices principales). Feeders Films Inc. Editado en DVD en 2008 por Aurum Productions.
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