EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, alucinantes lectores.
Continuamos con nuestro octubre dedicado al miedo y los monstruos comentando estas cinco historietas que encontramos en otro de los números de la revista de comics alemana Alucine, más allá del suspense.
Cazador de monstruos (dibujos de Vila): esta es una historia de fantasía heroica en la que vemos que al autor no se le da muy bien eso de inventarse nombres para los personajes, o quizá quería hacer una pequeña referencia nada sutil a El Señor de los Anillos. El protagonista es un joven guerrero llamado Gandalf que acude al castillo del anciano príncipe Frodo, cuya bella hija ha sido raptada por el malvado brujo Sauron. El príncipe Frodo indica a Gandalf donde encontrar a su hija, y le advierte que si se deja engañar por los demonios que protegen a Sauron estos le convertirán en piedra.
Y allá que va Gandalf (me cuesta tomarme la historia en serio con estos nombres tan conocidos) encontrándose por el camino con varios de esos demonios. El primero es una exuberante mujer que trata de tentarlo con su cuerpo. Gandalf la rechaza al fijarse que hay otro héroe petrificado cerca de ella. Al ser rechazada la chica se convierte en una gran serpiente y Gandalf la decapita.
Lo siguiente que le ataca es un enorme monstruo escamoso con aspecto de saurio humanoide, del que se deshace de un espadazo en la mandíbula. A continuación es el turno de un gnomo que, de pie sobre la pila de monedas de oro que rebosan en un cofre, se lo ofrece a cambio de que desista en su misión. La respuesta de Gandalf es cerrar de golpe la tapa del cofre dejando al gnomo dentro.
Finalmente llega hasta la hija del príncipe Frodo y la libera tras poner en fuga a un último adversario, un hombre-rata que se apresura a huir de él. La jovencita es devuelta sana y salva a su padre y madre, y en agradecimiento… los tres se convierten en hombres lobo que se abalanzan sobre Gandalf. Entonces aparece Sauron y con un hechizo los deja encadenados a unos postes de madera. Le recrimina a Gandalf que ya está harto de atrapar una y otra vez a esos malvados, y de que continuamente estén viniendo héroes bonachones que se creen la primera milonga que les cuentan, sin investigar nada, a matar a sus sirvientes y liberar a los verdaderos monstruos que estos vigilan. Gandalf se marcha, desconcertado, dándose cuenta de lo fácilmente que ha sido engañado en su afán de hacer el bien.
Voces espectrales (dibujos sin acreditar): Pierrot y Gustave son dos vagabundos que no han trabajado en su vida. No por falta de oportunidades de hacerlo, sino por falta de ganas. Prefieren vivir de mendigar y robar antes que asentarse y buscar un empleo.
Un día encuentran tirado a un lado del camino por el que van un libro que parece ser de magia. Hacen una pausa para echarse una siesta, que Gustave emplea para hojear el libro y probar uno de los hechizos. Esto separa su espíritu de su cuerpo, lo que él aprovecha para deambular cual fantasma por los alrededores. Para divertirse, asusta a un carretero, el cual tiene un ataque al corazón y además se golpea la cabeza con una roca al caer al suelo. Temiendo las consecuencias Gustave regresa rápidamente a su cuerpo.
Viendo que Pierrot sigue dormido vuelve al lugar del crimen y aprovecha que no hay nadie a la vista y está de nuevo en un cuerpo sólido para robarle al muerto su bolsa de monedas. Se esconde rápidamente tras un gran árbol a ver que se acercan unos campesinos y descubren el cuerpo. Los campesinos debían saber que el carretero llevaba su bolsa de monedas encima, pues comprueban si la tiene todavía y al ver que no es así determinan que no ha sido un accidente sino que lo han asesinado para robarle, y comienzan a buscar por los alrededores. Para alejar las sospechas de él, regresa junto al aún dormido Pierrot, tira unas pocas monedas a su lado, y corre a esconderse en una cueva. Cuando los campesinos encuentran a Pierrot dormido con las monedas a su lado, lo detienen y lo llevan a los alguaciles del pueblo.
En la cueva, Gustave vuelve a salir de su cuerpo porque le hace gracia eso de asustar a la gente. En cuanto se aburre regresa a la cueva, pero su cuerpo y sus cosas ya no están allí. Entonces es su cuerpo quien al parecer lo reclama y se ve atraído hacia este, solo para descubrir que está encerrado en una celda. A través de la ventana que da a la calle, Pierrot se burla de él. Mientras Gustave mataba al carretero en forma de espíritu, Pierrot se despertó y estudió el libro también antes de volver a dormirse. Cuando lo detuvieron sospechó que Gustave tenía algo que ver y empleó el mismo hechizo para salir de su cuerpo encerrado en una celda e ir a buscar a su compañero, encontrando su cuerpo inerte en la cueva. Aprovechó la ocasión para entrar en el cuerpo de Gustave e ir a confesar el crimen. Cuando los alguaciles encerraron a Gustave en otra celda, el espíritu de Pierrot salió del cuerpo de éste para volver a su propio cuerpo, encerrado en otra, mientras el espíritu de Gustave se dedicaba a asustar a la gente, ajeno a todo esto.
Pierrot se marcha llevándose el libro de magia, y dejando a Gustave encerrado en la celda por asesinato y condenado a muerte. Y aunque Gustave conoce el hechizo para salir del cuerpo, solo puede entrar en el suyo propio o en uno que no tenga ya un espíritu en su interior, lo que le deja con muy pocas posibilidades de encontrar uno adecuado a tiempo de librarse de la guillotina.
El molino del horror (dibujos de Lalia): Pierre, un peligroso asesino, huye a caballo de un agente de la ley que le persigue implacablemente, llamado Jean. El agente se abalanza contra Pierre y ambos caen de sus caballos. Buscando un modo de escapar, Pierre se arroja a un rio y es arrastrado por la fuerte corriente hasta quedar atrapado en la rueda de un molino, donde se ahoga.
Pasan muchos años y un vagabundo busca refugio para la noche en las ruinas de ese mismo molino, ahora abandonado. No estoy seguro de si el vagabundo es Jean, al que las cosas le han ido bastante mal, o no tiene nada que ver con él. Pero el caso es que es físicamente muy parecido, aunque lógicamente envejecido por el tiempo y enflaquecido por las privaciones.
Durante la noche los viejos muros empiezan a derrumbarse y el agua del rio se filtra al interior, amenazando con ahogar al vagabundo. En ese momento alguien lo agarra y lo saca del agua que estaba acumulándose en el fondo del molino, poniéndolo a salvo. Y vemos que es Pierre. Su fantasma quedó atrapado entre los muros del molino en el que murió y ahora que ha salvado a alguien dice haber encontrado la paz. Cuando el vagabundo (que no sabemos si es Jean, pero lo parece) trata de tocar a Pierre, este se deshace convertido en un charco de agua.
Posada maldita (dibujos de Roca): Fenton, un inglés, está de camino a casa de unos familiares escoceses a los que piensa sablearles algo de dinero. Se detiene en una posada (¡un turno sin jugar!🎲🦢) para comer algo. Cuando el posadero le atiende, Fenton le comenta que es reportero, y este empieza entonces a contarle una historia.
Tres años atrás, un matrimonio de ingleses también se detuvo a comer algo en la posada, y pidieron lo mismo que Fenton. Cuando empezaron a retorcerse de dolor el posadero y los parroquianos se rieron de ellos confesándoles que les habían envenenado la comida porque no les gustan los ingleses. Luego enterraron sus cuerpos en un pequeño cementerio cercano a la posada, pero sus fantasmas se aparecen cada noche por los alrededores clamando venganza.
Fenton, a quien la comida ha empezado a saberle raro a medida que oía la historia, se despide apresuradamente del posadero afirmando que debe seguir su camino cuanto antes. El posadero ha admitido sin ningún reparo haber envenenado a una pareja por ser ingleses, y Fenton se pregunta si no le habrá hecho lo mismo. Cuando va hacia su vehículo temiendo lo peor, ve a un hombre y una mujer jóvenes de pie e inmóviles en un cementerio cercano a la posada en el que al llegar no se había fijado. Son idénticos a la pareja inglesa que le describió el posadero, y huye aterrado. Los jóvenes entran en la posada y la chica le pregunta al posadero, que es su padre, quien era ese señor tan raro al que han visto salir corriendo con cara de espanto.
El diablo (dibujos de Balcells): un guerrero llamado Garko llega hasta un pequeño y aislado pueblo de la India, escapando de una batalla en la que su bando ha sido derrotado. Cansado ya de luchar, Garko decide establecerse allí y construir su propia cabaña algo alejada de las otras, porque los habitantes del pueblo ven raro su aspecto y se muestran suspicaces respecto a él.
Una noche tres muchachos se acercan a espiarle por una ventana de su cabaña, y ven algo que les horroriza hasta el punto que alzan a todo el pueblo en armas contra el extranjero. Los hombres del pueblo se abalanzan contra él con antorchas y herramientas para lincharlo, gritando que es un diablo. Garko se defiende como puede, pero finalmente cae ante el acoso constante de los aldeanos. Estos observan su cadáver, prestando especial atención a sus ropas, ahora destrozadas, que muestran su torso.
Al día siguiente los aldeanos se bañan en el rio celebrando su victoria sobre “el diablo de dos ojos” y vemos que todos ellos tienen un tercer ojo de gran tamaño en medio del pecho. Al descubrir que Garko carecía de él, que para ellos es lo normal, decidieron que era un monstruo y optaron por matarlo.
Bueno, no han estado mal. Cazador de monstruos es quizá la que más me ha gustado, porque es muy habitual (en juegos de rol, o videojuegos, sobre todo) que alguien le encargue al héroe de turno la misión de matar a otro “porque es malvado”, o de arrebatarle un objeto a otra persona “porque ésta se lo ha robado a él”, y que el héroe acepte porque sí, que crea sin más lo que le cuenta un desconocido sobre otro desconocido. Y eso le pasa a muchas personas hoy en día; que están tan desesperadas por apoyar una causa que alguien les ha dicho que “es la correcta”, que están tan necesitados de ser “los buenos del cuento”, que no se molestan en investigar cuál es la realidad de la historia que les han contado. También El diablo es interesante en un sentido similar, porque nos recuerda que la intolerancia y el racismo no es exclusivo de nadie, y pueden ir de cualquier etnia, cultura o religión hacia cualquier otra.
Puedes ver el otro número comentado de este comic pulsando aquí.
Gespenter Geschichten nº 6. 1984. Varios autores. Bastei-Verlag. Publicado en 1984 por Editorial Bruguera S.A.
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