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jueves, 19 de junio de 2025

LA VERDADERA HISTORIA DE LOS DINOSAURIOS

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                              ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                       

                                             Presentado por… el profesor Plot.

Saludos, ávidos lectores. 

Tenemos un montón de libros sobre dinosaurios en nuestra biblioteca. Lo primero que he de decir sobre este, es que ni tan solo los expertos en el tema están de acuerdo en muchos aspectos sobre estas criaturas. Por ello, titular a un libro La verdadera historia de los dinosaurios (como si todo lo publicado hasta ese momento fuese falso) puede parecer muy  pretencioso. Ahora bien, este cambio fue una decisión del traductor o el editor, puesto que el título original que le puso el autor es el mucho más moderado A new look at the dinosaurs, que vendría a significar Los dinosaurios vistos desde un nuevo enfoque.

Otra cosa que quiero hacer notar, es que el libro se publicó por primera vez en 1979, pero esta edición es de 1993. Siendo un libro de divulgación científica, un campo que avanza continuamente y envejece más rápido que la novela, es extraño publicar algo escrito catorce años antes. Pero tengo una teoría: 1993 fue el año de estreno de Jurassic Park, y esto desató tal ola de dinomanía que toda empresa se lanzó a la desesperada a poner en el mercado cualquier cosa que tuviera que ver con dinosaurios. Es posible que los derechos de publicación este libro fueran lo más barato o accesible a lo que la editorial pudo echar mano, porque seguro que había otros estudios sobre dinosaurios mucho más modernos y con correcciones sobre algunas de las cosas que se indican aquí. Es una teoría propia... pero mucho de lo relacionado con los dinos son teorías, después de todo.  

El libro me ha parecido muy interesante, pero también muy denso. Está dirigido a gente que ya esté familiarizada con la terminología que emplean los paleontólogos. Los términos se explican cuando aparecen por primera vez, pero en cuanto pierdes de vista la página en la que te aclara, por ejemplo, la diferencia entre la rama de los cotilosaurios respecto a la de los pelicosaurios, te quedas igual cuanto te hablan de unos o de otros. Un índice de términos recurrentes para consulta rápida en las páginas del final no le habría venido mal.

Algo que me ha gustado mucho es que el autor se lamenta de que, como experto en la materia, mucha gente le pregunta cómo se extinguieron los dinosaurios pero casi nadie le pregunta como aparecieron y vivieron, que es el tema que él considera en verdad fascinante. Teorías sobre su extinción hay muchas. La más popular es la del famoso meteorito gigante que alteró el clima hasta el punto de hacer imposible la vida para la mayoría de ellos. Y si bien es cierto que sí parece estar claro que fue la radical alteración de su entorno lo que provocó su desaparición, ya no hay tanto acuerdo sobre que el responsable fuera un gigantesco meteorito o varios siglos de erupciones volcánicas y terremotos en cadena, que es otra de las teorías más aceptadas.

Una no muy conocida pero que se planteó en 1962, y que comentan aquí, es que los dinosaurios fueron exterminados por las mariposas. Dicho así suena un poco ridículo, pero se sabe que las flores fueron una mutación que desarrollaron las plantas en el Mesozoico, como reacción a la aparición de nuevas especies de insectos. Esta mutación, diseñada para atraer a los insectos, tenía como fin que estos pasaran de una planta a otra muy distante, polinizándolas a mayor distancia y con más eficiencia de lo que pudieran hacerlo las rachas de viento. 

Un tipo de insecto especializado que apareció en esta época como respuesta, a su vez, de la aparición de las flores, fue la mariposa. Debido a su alta toxicidad, las mariposas no tenían depredadores naturales y proliferaron enormemente. Y puesto que la primera etapa de la mariposa es la oruga, el mundo se llenó de orugas que ningún otro animal o insecto comía. Esta superpoblación de orugas que se alimentaba de hojas y hierba dejó sin alimento a los otros herbívoros. Al ir muriendo estos de hambre, los carnívoros se fueron quedando a su vez sin presas.

Pero, los que seáis fans de los dinosaurios, no os sintáis mal por ellos. ¡Su exterminio no quedó impune! La superficie permaneció en manos de reptiles, insectos, mamíferos y anfibios durante una buena temporada, pero unas pocas variedades de dinos sobrevivieron a esta gran hambruna. Quedaron los más pequeños, los que debido a su reducido tamaño aún pudieron sustentarse con las pocas hojas y plantas que las orugas no devoraban. Estos astutos mini dinos aprendieron a trepar a las copas de los árboles en busca de hojas. Y, como una forma rápida de desplazarse entre árboles sin necesidad de volver al suelo, aprendieron también a lanzarse de las ramas de unos a las de otros cercanos, adaptando su postura al hacerlo para volverse lo más aerodinámicos posible. Tras una cantidad vastísima de tiempo, esta nueva forma de vida que se vieron obligados a llevar fue cambiando la longitud y dureza de sus escamas para convertirlas en… ajá, sí… plumas. Estos pequeños y desamparados mini dinos, únicos supervivientes de su casi extinta especie, terminaron por evolucionar a las primeras aves. Aves que, entre otras cosas, siguieron especializándose, adaptándose, y cambiando sus gustos y necesidades, y en algún momento dejaron de alimentarse de hojas y pasaron a hacerlo principalmente de insectos. Las mariposas y orugas, que en un principio habrían provocado el declive de los dinosaurios, terminaron siendo la comida de aquello en lo que los dinos se convirtieron para no desaparecer por completo. ¡La larga venganza de los dinosaurios se había materializado al fin!😁

Esto es solo una teoría, pero también la del meteorito lo es. Y ambas lo seguirán siendo hasta que nuevos descubrimientos permitan confirmarlas o descartarlas por completo. En su momento llegó a plantearse seriamente la teoría de que los dinosaurios se extinguieron debido a que eran tan grandes que no cabían en el Arca de Noé, y todos se ahogaron en el Diluvio Universal.  

Otro detalle que el autor encuentra molesto respecto a la actitud de la gente hacia los dinosaurios, es que se emplee el término “dinosaurio” para hablar de algo desfasado, lento o torpe, como personas que han quedado muy ancladas en el pasado, sistemas burocráticos que han crecido tanto que son cada vez menos eficientes, o vehículos grandes y viejos. En realidad, “dinosaurio” debería ser un elogio, porque la variedad, capacidad de adaptación y la extraordinaria genética que desarrollaron, son de una complejidad que desafía a la ciencia.

Como es habitual en estos libros, se incluye un lote de láminas centrales satinadas con ilustraciones a color de dinos, que nos dan una mejor idea de su aspecto y tamaño, aparte de decenas de dibujos y esquemas en blanco y negro. 

Empecé diciendo que es muy denso, y para alguien como yo que no es un conocedor de la materia sino un mero aficionado, difícil de seguir a ratos. Pero también es muy interesante y pese a la acumulación de datos, se hace ameno de leer. En general, lo veo más como un libro de consulta puntual (por lo especializado de las explicaciones) que como algo para leerse de una sentada.

A New Look at the Dinosaur. 1979. Alan Charig. Publicado en 1993 por Salvat Editores S.A. 

2 comentarios:

  1. Hola, enhorabuena por el blog, le echaré un vistazo con calma.
    Las esferas rojas de fondo, estilo glóbulos rojos no se por qué me han recordado las ilustraciones de Fernando Fernández ( https://postimg.cc/gallery/zKF9NmD ) Trabajó también unas poquitas cajas de Tente, por cierto que no tienes nada de esta mítica marca, con la de sets que dedicó al tema espacial.
    Un saludo.

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    1. Gracias Langsdorff, y bienvenido.
      El fondo lo puse porque al verlo me sugirió una infinidad de mundos suspendidos en un universo extraño y desconocido. Quizá por eso te recuerda a Fernández, que daba a sus dibujos este toque surrealista y onírico. Creo que lo primero que leí de él fue Zora y los Hibernautas, cuando se publicaba por entregas en el Creepy.
      De Tente me temo que no tengo nada que mostrar. De pequeño tuve mucho de la línea espacial, naval y uno de los robots transformables. Lamentablemente no conservo nada de ello. Me he planteado el volver a coleccionarlo, pero ahora estoy en una fase de ahorro y llevo mucho tiempo reduciendo al mínimo mis compras de este tipo de material. Más adelante quizá me anime a comprar algunos barcos. Echo de menos mis barcos de Tente.

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