Presentado por...Zag.
¡Extra! ¡Extra! ¡Ultima historia del segundo tomo de Present! ¡No se la pierda! ¡En el suplemento de mañana comenzaremos con el tercer tomo!
El regalo del recuerdo. Makiko y Sakiko son dos grandes amigas. Siempre van y vuelven juntas del colegio, se sientan una junto a la otra en clase y van juntas a todos lados. Sakiko es mucho mejor estudiante que Makiko, algo a lo que nunca dieron importancia cuando eran más pequeñas. Pero, a medida que crecemos, las prioridades cambian. Makiko está empezando a sentir envidia de su amiga. En clase, la profesora le aconseja que estudie con Sakiko para ver si sus notas mejoran, y el chico que le gusta a ella parece interesado por Sakiko. A esto se une el que se fija en un broche que Sakiko ha empezado a llevar al cuello. Es un regalo que le hizo su tío, una antigüedad que tiene grabado el perfil del rostro de una mujer.
A Makiko no le gusta especialmente el broche, pero le pide que se lo regale. No puede quitarle sus resultados académicos ni puede hacer que el chico que le gusta le escriba notas de amor a ella en lugar de a su amiga, así que decide quitarle ese adorno solo por arrebatarle algo. Pone a Sakiko en un compromiso. Ella no quiere desprenderse del broche porque es un regalo que le hizo un familiar, pero su mejor amiga le insiste en que se lo de como prueba de que su amistad es verdadera.
Agobiada, la única salida que encuentra Sakiko es prometerle a Makiko que podrá quedarse con el broche cuando ella muera, puesto que de este modo no renuncia a él en vida y, al mismo tiempo, se lo está regalando de cara al futuro. Makiko se da por satisfecha con esto porque, a fin de cuentas, no quería el broche, sino establecer una jerarquía entre ambas. Ahora ya sabe que, por mantener su amistad, Sakiko accederá en mayor o menor medida a todo lo que ella le pida.
El destino quiere que esa misma noche se produzca un incendio en casa de Sakiko. Todos en su familia se salvan, excepto ella, que queda envuelta en llamas porque en lugar de huir inmediatamente trata de llevarse el broche para que el fuego no lo destruya. Cuando la llevan al hospital aún aferra el broche en su mano abrasada, y muere en el quirófano todavía con este entre sus dedos.
Al principio Makiko está triste por su muerte, hasta que, en el velatorio, oye a alguno de los familiares de Sakiko decir que el broche es una antigüedad muy valiosa, y entonces la tristeza se le pasa de golpe. Sakiko le prometió que le daría el broche cuando muriera, aunque nadie más sabe eso y el broche es colocado sobre el cuerpo abrasado de la niña antes de incinerar su ataúd. Makiko probablemente se habría olvidado del broche de no haber llegado a enterarse de que era valioso, pero ahora no puede olvidar que esta se lo dejó en herencia de palabra.
Durante las noches siguientes, Makiko tiene un sueño recurrente en el que le grita a su amiga recordándole que le prometió el broche, como si Sakiko la hubiese traicionado de algún modo porque incineraron el objeto junto con ella. En estos sueños, su amiga está de espaldas y se va girando lentamente hacia ella, pero siempre despierta antes de que se gire del todo y vea su rostro. Cada vez que el sueño se repite, Sakiko se gira un poco más, hasta que una noche se vuelve completamente hacia ella y Makiko ve su rostro carbonizado.
En ese momento despierta y algo arde en su pecho. Se le ha formado un verdugón justo debajo del cuello, a la altura en donde Sakiko llevaba el broche. La quemadura toma rápidamente forma. Es el rostro de perfil que tenía grabado el broche, pero los rasgos son los de Sakiko. La boca de la silueta se desgarra y Makiko oye la voz de su amiga brotando de su propio pecho, anunciándole que ya ha cumplido la promesa que le hizo. Desde el Más Allá, Sakiko le ha entregado a Makiko lo más parecido al broche que ha podido hacerle llegar: su propio rostro grabado a fuego sobre la piel.
¡Bueno! Podría decirse que esta historia termina bien porque después de todo Makiko obtiene lo que quería; un recuerdo imborrable de su amiga que hará que nunca pueda olvidarse de ella y estén juntas para siempre... ¿No es bonita, la amistad?
Esta es otra de las historias en que Kurumi no aparece, quizá porque incluso sin su presencia el desenlace natural es el mismo que habría forzado ella para dar una lección de humildad a Makiko.
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Present. 1993-1998. Kanako Inuki. Publicado en 2006 por Mangaline Ediciones S.L.



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