Este es un juego
de exploración de mazmorras de EDGE editado en el 2016,
en el que una serie de héroes deben adentrarse en diferentes laberintos y
cavernas en busca de sus tesoros, al más puro estilo de los RPG clásicos de
SuperNintendo. Las ilustraciones de las cartas incluso imitan los gráficos
pixelados de la época. Cada jugador toma el papel de uno de los héroes y... un
momento... no, perdón ¡lo que cada jugador adopta es el papel de uno de los
Monstruos Finales de la mazmorra!
El objetivo del
juego será construir una mazmorra que sea lo suficientemente tentadora para que
un gran número de héroes se arriesguen a explorarla, pero que a la vez sea lo
suficientemente letal para que todos perezcan en el intento.
Los jugadores
roban cartas de un mazo común, con el que van edificando su mazmorra. Cada
carta jugada se coloca a la izquierda de la anterior. Cada mazmorra está
compuesta por un máximo de cinco cartas, pero algunas cartas especialmente
poderosas pueden jugarse sustituyendo alguna de las cartas anteriores, con lo
que la mazmorra puede seguir aumentando su letalidad incluso cuando se ha
extendido todo lo posible.
Cada carta
representa una sección de la mazmorra con trampa o una zona habitada por un
monstruo. Nos encontramos cosas como el Pasillo del gas aturdidor,
el Túnel del ciempiés, el Burdel del vampiro, el Spa
del súcubo, el Abismo sin fondo... cada carta contiene también
un símbolo de tesoro, un nivel de daño, y una característica especial.
Los jugadores se
alternan para ir jugando sus cartas, extendiendo más y más su mazmorra, y en
determinado momento los héroes comenzarán a entrar en ellas. Cada tipo de héroe
se siente atraído por uno de los cuatro tipos de tesoro; los clérigos buscan
reliquias, los guerreros armas mágicas, los magos conocimientos, y los ladrones
van tras el vil metal. Los héroes se adentrarán en aquella mazmorra cuyas
cartas tengan un total mayor de los símbolos del tesoro que buscan.
Cuando un héroe
entra en una mazmorra, recorre todas sus cartas de izquierda a derecha. Lo
héroes tienen dos características: Salud (el daño que son capaces de soportar)
y Heridas (el daño que producen al conjunto de la mazmorra si la superan y por
tanto saquean).
A medida que un héroe pasa de una carta a otra, se comprueba cuando daño acumula por atravesar esa zona según cae en las trampas, lucha con los monstruos, y se resuelven los efectos especiales de las salas. El Monstruo Final de la mazmorra también puede emplear en este momento hechizos para dificultarle las cosas al héroe.
Si a pesar de los esfuerzos del señor de la mazmorra el héroe supera todos los monstruos y trampas y llega al final, la carta del héroe se deja junto al jugador mostrando su parte frontal, donde se indica la Heridas que produce al conjunto de la mazmorra.
Si en algún momento la mazmorra produce al héroe tanto o más daño que su Salud, este se coloca igualmente junto al jugador, pero mostrando su reverso, en el que se indica cuanto aumenta la categoría de la mazmorra.
Gana el Monstruo Final que primero acumula 10 puntos (uno por héroes
normales y dos por héroes épicos). Pero también deberá abandonar la partida
cualquiera que acumule 5 o más Heridas, por lo que, si en algún momento todas
las mazmorras menos una han sido saqueadas, ganará el Monstruo Final de esa
mazmorra aunque no haya logrado acumular 10 puntos.
El juego es muy sencillo, y está hecho con mucho sentido del humor, aunque se echa en falta más cartas de monstruos y salas distintas, puesto que la mayoría se repiten varias veces. Los diseñadores afirman haber estado desarrollando y probando el juego durante años, por lo que podrían haberle dado algo más de variedad.
Aun así, el juego está bastante bien. Su principal atractivo es precisamente el recordar a los juegos antiguos de gráficos pixelados y scroll horizontal.
Yo lo encuentro muy entretenido (en gran parte por el cambio
de perspectiva, haciendo el papel de señor de la mazmorra en lugar del héroe
que entra a ponerla patas arriba) pero quizá aquellos que no jugaron en su
momento a este tipo de aventuras no le vean tanto la gracia.
Es un juego que en su momento nos llamó mucho la atención, tal como dices por su diseño pixelado, homenaje a las primeras consolas, y por el hecho de interpretar al malo del calabozo en lugar del héroe.
ResponderEliminarSin embargo, creo recordar (lo jugué hace tiempo, tendré que darle un repaso) que el juego estaba un poco roto en cuanto al momento de hacer entrar a los héroes en tu mazmorra, si no me equivoco, a partir del segundo turno ya empezaban a entrar y tu mazmorra no estaba lo suficientemente desarrollada como para poder enfrentarse a la mayoría de los héroes.
También estoy de acuerdo en que, si es verdad que pasaron años desarrollándolo, podrían haber ampliado el abanico de posibles salas o monstruos para su mayor variedad.
Como filler no es mal juego.
Saludos, viajera Marmota. Los héroes empiezan a explorar las mazmorras muy pronto, si, y es difícil acabar con los primeros, pero ahí entra la propia capacidad del Monstruo Final para pasar desapercibido hasta que está listo. Como los héroes van hacia la mazmorra que más les atrae, según los tesoros que contenga, y al principio solo hay dos héroes, puedes colocar en tu mazmorra salas que quizá no te convengan mucho pero que contengan tesoros que no interesen a esos héroes, para hacerla menos apetecible que las otras mazmorras y evitar que te estén saqueando con las trampas a medio montar. Parte del juego es manipular indirectamente a los predecibles héroes, pasando desapercibido cuando te conviene y brillando más que nadie cuando has preparado el terreno para recibirlos. Pero esto no siempre se puede hacer y, efectivamente, muchas veces te dan la primera en la frente antes de poder reaccionar.
EliminarEn cuanto comienzan a entrar los héroes tu mazmorra puede que haga dos o tres puntos de daño, y hay algunos héroes normales tienen hasta ocho puntos de Salud, y es desesperante. También es extraño que la propia carta de Monstruo Final, que en teoría representa al mayor peligro de la mazmorra, no provoque daño a los héroes. En definitiva, que sí lo podrían haber pulido un poquito mas, pero pasas un buen rato lanzando a los héroes a Pozos sin fondo y además... ¿quién se resiste a tener su propia mazmorra llena de trampas y monstruos?
Tengo el juego aunque aun no lo he probado, lo compre por el aspecto de graficos pixelados, la nostalgia de la era de los 16 bits y encarnar a un jefe malvado me atraen mucho.
ResponderEliminarPruébalo cuando tengas ocasión, viajero Skaeflock. Es sencillo y se juega relativamente rápido. Al no estar muy detallado es posible personalizarlo o modificarlo con facilidad para adaptar las cosas que no te acaben de convencer.
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