Desde su fundación en 1985, la compañía de origen
español Chupa Chups ha promocionado su producto estrella de muchas formas diferentes: anuncios protagonizados por actores de categoría como Harrison Ford o Telly
Savalas, una curiosa campaña que consistía únicamente en diversos planos de una adolescente (metiéndose
y sacándose un Chup Chups de la boca) acompañados de la frase “El placer de chupar”, o aquella vez en que hizo llegar un lote de Chupa Chups a los astronautas de la estación espacial
Mir, por citar algunos ejemplos.
La intención de la publicidad es, después de todo, vender el producto, y
eso se consigue despertando el interés o la simpatía de cuanta más gente mejor.
En mi caso, por ejemplo, he de decir que ayer volví
a comerme uno de estos caramelos después de unos quince años (más o menos) sin
probarlos. Porque una cosa es comerte simplemente una bola de azúcar hincada en un palitroque, y otra muy diferente
comerte un cráneo abierto con su correspondiente cerebro.
Esta versión “terrorífica” del popular caramelo se
vende en bolsas de seis unidades. La bolsa (que voy a conservar para mi
colección de envoltorios de temática monstruosa) está repleta de dibujitos y frases
promocionales (en inglés, imagino que también por motivos de marketing).
Estas frases son:
-¡Te hace perder la cabeza!
-¡¡¡Sabor asombroso!!! -Piensa más.
-Demasiado bueno para ser
-Piénsatelo antes de lamerlo.
-¿Que? Mantén la mente abierta.
-Bonita mente/Idea molona.
Los Chupa Chups vienen en envoltorios individuales
donde se repiten algunos de los logos de la bolsa. La forma de cráneo no está
tan bien perfilada como en el dibujo, pero es reconocible. La parte del cráneo
es de caramelo duro sabor fresa dulce, mientras que el cerebro es de otro tipo de
caramelo sabor lima acida que se deshace antes, a pesar de lo cual el regusto final que deja en la boca es acido. Como cuando comes cerebros de verdad...
¡Cerebro que te hayan gustado!
ResponderEliminar...conozco el camino de salida.
Pues si ya te marchas, te de-seso buenas noches.
EliminarMuy "terrorifibuenos" estos chupa-chups. Son indispensables para la noche de Halloween y para comer mientras vemos una película de terror con todas las luces de la casa apagadas ( y todas las puertas y ventanas cerradas con doble llave )
ResponderEliminarY el fuego encendido y una escopeta en el regazo, jaja. Y si es una película de zombis comecerebros, mejor.
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