¡ALERTA DE EXPOILERZ!
"Una rubia explosiva y una bestia salvaje... ¡solos en la selva!"
(Por si os lo estáis preguntando, no es una película porno).
De apenas una hora de duración, rodada en solo diez días y bastante desconocida (pero a mi entender muy interesante) la película empieza mostrándonos la panorámica de una hacienda completamente destrozada en la cuenca del Amazonas, mientras una ominosa voz en off nos prepara para los terribles acontecimientos que estamos a punto de presenciar. Toda la historia está
contada a modo de enorme flashback, como algo ocurrido hace muchos años.
El capataz y la mujer del patrón.
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La hacienda pertenece
a un hombre estricto, que vive en plena selva para tener un mayor control de su
plantación y sus obreros. Su joven y fogosa mujer se ve obligada a vivir a su lado, sin nada
que hacer ni lugar al que ir, y no tarda en comenzar a tontear con el capataz de
la hacienda. El capataz se lleva a muerte con su patrón... al patrón lo sirve con
devoción una anciana criada que es también la bruja local... la bruja no se fía
del capataz y no le quita ojo de encima… una situación de salida bastante tensa y embrollada, en medio del agobiante calor y el ambiente ya de por si inhóspito de la
selva.
Tras una fuerte
discusión, el capataz acaba con el patrón empujándolo junto a una serpiente
venenosa, que lo muerte oportunamente. La única testigo de todo esto es, como no, la devota criada, que en lugar de delatar al asesino se toma la justicia por su mano lanzándole una maldición vudú.
Poco después, la ahora rica y ciertamente no muy afligida heredera se casa con el capataz. Pero no todo van a ser besos
y caricias en la jungla. La maldición de la anciana comienza a manifestarse: el
asesino ha sido poseído por Zucaroth, el demonio de la selva, que a la caída
de la noche lo transforma en una bestia salvaje y lo impulsa a matar.
Es en realidad una
variación del tema del hombre lobo, pero cambiando la ciudad por la jungla y el
licántropo por un “gorilantropo”, para darle un toque nuevo y exótico. El capataz
siente como, poco antes de transformarse, sus sentidos se agudizan y nota que
“la selva lo llama”. Noche tras noche sale a recorrer la selva, transformándose en un gorila libre e indómito
que mata los animales con los que se encuentra, y regresa a casa por las
mañanas sucio y con las manos manchadas de sangre seca.
Esta sensación de poder y libertad es adictiva, y el hombre pierde totalmente el interés por la mujer y por la economía de la hacienda, descuidando por completo ambas. Pasa los días durmiendo agotado, y nada tiene valor para él más que la siguiente noche, en la que volverá a transformarse en una bestia.
El detalle más interesante de la película es que nunca llega a dejarse claro si esta
transformación en gorila es física o únicamente psicológica. El capataz ve como sus manos se vuelven negras y peludas, y se ve a si mismo con aspecto de gorila
ante un espejo, pero nadie más está con él cuando esto ocurre. El único momento
en que hay alguien más en la pantalla junto al gorila, es en una escena en que el
animal corre por la selva llevando a la que ahora es su mujer en brazos. Pero en esta escena
ella está inconsciente, por lo que sigue sin haber testigos de su supuesta transformación. Tampoco
sabemos si la maldición de la bruja es real (y es por tanto la causa de todo) o si por haber matado a un hombre, la mente del capataz se trastoca por el remordimiento y se ve a si mismo como una bestia, como un animal salvaje
cuyas acciones son por tanto justificables, exentas de culpa.
El final no nos aclara este punto, por lo que todo queda a la interpretación del espectador. Una película sin apenas presupuesto que en una hora condensa más historia que algunas superproducciones de dos y media.
El final no nos aclara este punto, por lo que todo queda a la interpretación del espectador. Una película sin apenas presupuesto que en una hora condensa más historia que algunas superproducciones de dos y media.
Por cierto, hasta
que fueron introducidos en 2013 como parte de un plan para regenerar la
población de gorilas en libertad, no había gorilas nativos en Sudamérica. Pero ese
tipo de detalles no se tenían en cuenta cuando la película se rodó, en 1951.
A una película titulada La novia del gorila no se le buscan fallos. Se la disfruta sin más.
A una película titulada La novia del gorila no se le buscan fallos. Se la disfruta sin más.
Bride of the Gorilla. 1951. Curt Siodmak (director) Lon Chanley Jr, Raymond Burr, Tom Convay,
Barbara Payton (actores). Editada en DVD en 2007 por L´atelier 13 Pictures.
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