EL GREMIO DE EXPLORADORES
El Tyrannosaurus
Rex o simplemente tiranosaurio es quizá el dinosaurio más popular y reconocible
de todos. Está entre los primeros dinosaurios que fueron claramente identificados, pero
precisamente por ello mucha información temprana que se dio por buena sobre ellos les
asignó una mala fama inmerecida. En la fundamental serie educativa Erase una vez el hombre se describía al tiranosaurio con términos como “El terror mismo. El monstruo
perfecto. La bestia más feroz de todos los tiempos”. Su nombre
significa Rey Reptil Tirano, pero esas tres palabras están equivocadas.
No era ni el
dinosaurio más alto, ni el más pesado, ni el más fuerte, ni el más
inteligente, ni tan solo el más peligroso, por lo que difícilmente se le podría
calificar como rey de los reptiles. Por no ser, no era ni tan solo un reptil. Los reptiles son
animales de sangre fría, metabolismo lento, y por lo general, inteligencia
social de nula a muy baja. Los dinosaurios en cambio eran de sangre caliente, metabolismo acelerado,
y tenían una vida social compleja, comparable a la de los mamíferos. Y desde
luego, el tiranosaurio no era esencialmente cruel ni tirano, no mataba por diversión, ni
abandonaba a sus crías, si no que probablemente las defendía con ferocidad y las educaba
hasta que estaban lo suficientemente crecidas.
Pero hay que
reconocer que, con unos siete metros de altura y el doble de longitud, el cuerpo cubierto por duras escamas que formaban una cota de malla natural, y una boca llena de enormes colmillos
afilados de 16 cm de largo (que además volvían a crecer siempre que los perdía,
como les ocurre a los tiburones) debía ser una visión aterradora. La mandíbula del
tiranosaurio tenia una articulación especial que le permitía abrirla de par en
par, sustituyendo parte de lo que debía ser hueso por cartílago, capacitándole para
tragar pedazos de carne casi del mismo tamaño que su cabeza. Eso sería una bola de carne de aproximadamente un metro de diámetro. ¡Albóndigas tamaño
dinosaurio!
Esta figura representa con bastante fidelidad como debía ser la boca del tiranosaurio.
El surco que recorre su cabeza desde la comisura de los labios era un cartílago elástico.
En caso de necesitarlo, su boca prácticamente doblaba su ángulo de apertura.
M
Tenía muchas
otras características físicas inusuales. Sus pies eran más anchos que largos, y
tenía unos bracitos raquíticos aparentemente inútiles. Estos bracitos los
empleaba siendo una cría para sujetar cosas y para levantarse del suelo si se
tropezaba, pero llegaba un punto en que el resto del cuerpo seguía creciendo y
los brazos no.
La cola era una especie de ancla que empleaba para frenar su carrera. Las articulaciones especiales de sus rodillas, necesarias para sostener sobre solo dos patas su enorme peso, solo le permitían correr en línea recta. Para cambiar de dirección debía detenerse totalmente y reorientarse andando antes de empezar a correr otra vez.
Consejo de supervivencia del Planeta del Espacio: la próxima vez que os persiga un tiranosaurio,
corred cambiando de dirección con frecuencia para obligarle a pararse y reorientarse continuamente. Eso le retrasará a él mucho más que a vosotros.
Se ha podido deducir (por el aspecto de la musculatura petrificada que se ha encontrado en algunos esqueletos) que al correr levantaba la cola para evitar que la fricción de esta contra el suelo lo frenara, pero en el momento de detenerse la dejaba caer de golpe para frenar en seco la inercia que llevaba y poder reorientarse más rápidamente.
A pesar de este
pequeño truco de dinosaurio veterano, no era muy rápido. Avanzaba "solo" cuatro metros
con cada zancada y corría a unos 30 km/h. Se cree que era principalmente carroñero,
o que se dedicaba a acosar manadas de grandes herbívoros para identificar y atrapar a los más
lentos. Y no abandonaba ni se comía a sus crías recién nacidas, como se dijo
durante demasiado tiempo. En zonas de grandes extinciones debidas a plagas o
erupciones volcánicas, se han encontrado grupos de esqueletos de tiranosaurios
formados por un adulto o una pareja de ellos acompañados por varias crías en
diferentes etapas de crecimiento. Los tiranosaurios se desplazaban como familias
enteras, y los adultos permanecían juntos hasta que todas las crías crecían lo bastante
para marcharse a buscar sus propias parejas.
Llamar a este
animal Rey Reptil Tirano es totalmente inadecuado, pero a estas alturas ya no
vamos a cambiarles el nombre, porque hay gente que no sabe cómo se llama el
presidente del país en el que vive, pero todo el mundo sabe de que le estás hablando cuando
le nombras a Drácula, a Conan, o a un tiranosaurio.
Y puedes ver más figuras de tiranosaurios pulsando aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario