MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

lunes, 12 de agosto de 2019

FAMILIA DE TIRANOSAURIOS

EL GREMIO DE EXPLORADORES
El Tyrannosaurus Rex o simplemente tiranosaurio es quizá el dinosaurio más popular y reconocible de todos. Está entre los primeros dinosaurios que fueron claramente identificados, pero precisamente por ello mucha información temprana que se dio por buena sobre ellos les asignó una mala fama inmerecida. En la fundamental serie educativa Erase una vez el hombre se describía al tiranosaurio con términos como “El terror mismo. El monstruo perfecto. La bestia más feroz de todos los tiempos”. Su nombre significa Rey Reptil Tirano, pero esas tres palabras están equivocadas.

No era ni el dinosaurio más alto, ni el más pesado, ni el más fuerte, ni el más inteligente, ni tan solo el más peligroso, por lo que difícilmente se le podría calificar como rey de los reptiles. Por no ser, no era ni tan solo un reptil. Los reptiles son animales de sangre fría, metabolismo lento, y por lo general, inteligencia social de nula a muy baja. Los dinosaurios en cambio eran de sangre caliente, metabolismo acelerado, y tenían una vida social compleja, comparable a la de los mamíferos. Y desde luego, el tiranosaurio no era esencialmente cruel ni tirano, no mataba por diversión, ni abandonaba a sus crías, si no que probablemente las defendía con ferocidad y las educaba hasta que estaban lo suficientemente crecidas.

Pero hay que reconocer que, con unos siete metros de altura y el doble de longitud, el cuerpo cubierto por duras escamas que formaban una cota de malla natural, y una boca llena de enormes colmillos afilados de 16 cm de largo (que además volvían a crecer siempre que los perdía, como les ocurre a los tiburones) debía ser una visión aterradora. La mandíbula del tiranosaurio tenia una articulación especial que le permitía abrirla de par en par, sustituyendo parte de lo que debía ser hueso por cartílago, capacitándole para tragar pedazos de carne casi del mismo tamaño que su cabeza. Eso sería una bola de carne de aproximadamente un metro de diámetro. ¡Albóndigas tamaño dinosaurio! 
Esta figura representa con bastante fidelidad como debía ser la boca del tiranosaurio.
El surco que recorre su cabeza desde la comisura de los labios era un cartílago elástico. 
En caso de necesitarlo, su boca prácticamente doblaba su ángulo de apertura.
M
Tenía muchas otras características físicas inusuales. Sus pies eran más anchos que largos, y tenía unos bracitos raquíticos aparentemente inútiles. Estos bracitos los empleaba siendo una cría para sujetar cosas y para levantarse del suelo si se tropezaba, pero llegaba un punto en que el resto del cuerpo seguía creciendo y los brazos no.
 
La cola era una especie de ancla que empleaba para frenar su carrera. Las articulaciones especiales de sus rodillas, necesarias para sostener sobre solo dos patas su enorme peso, solo le permitían correr en línea recta. Para cambiar de dirección debía detenerse totalmente y reorientarse andando antes de empezar a correr otra vez. 

Consejo de supervivencia del Planeta del Espacio: la próxima vez que os persiga un tiranosaurio, corred cambiando de dirección con frecuencia para obligarle a pararse y reorientarse continuamente. Eso le retrasará a él mucho más que a vosotros.

Se ha podido deducir (por el aspecto de la musculatura petrificada que se ha encontrado en algunos esqueletos) que al correr levantaba la cola para evitar que la fricción de esta contra el suelo lo frenara, pero en el momento de detenerse la dejaba caer de golpe para frenar en seco la inercia que llevaba y poder reorientarse más rápidamente.

A pesar de este pequeño truco de dinosaurio veterano, no era muy rápido. Avanzaba "solo" cuatro metros con cada zancada y corría a unos 30 km/h. Se cree que era principalmente carroñero, o que se dedicaba a acosar manadas de grandes herbívoros para identificar y atrapar a los más lentos. Y no abandonaba ni se comía a sus crías recién nacidas, como se dijo durante demasiado tiempo. En zonas de grandes extinciones debidas a plagas o erupciones volcánicas, se han encontrado grupos de esqueletos de tiranosaurios formados por un adulto o una pareja de ellos acompañados por varias crías en diferentes etapas de crecimiento. Los tiranosaurios se desplazaban como familias enteras, y los adultos permanecían juntos hasta que todas las crías crecían lo bastante para marcharse a buscar sus propias parejas.

Llamar a este animal Rey Reptil Tirano es totalmente inadecuado, pero a estas alturas ya no vamos a cambiarles el nombre, porque hay gente que no sabe cómo se llama el presidente del país en el que vive, pero todo el mundo sabe de que le estás hablando cuando le nombras a Drácula, a Conan, o a un tiranosaurio. 

Y puedes ver más figuras de tiranosaurios pulsando aquí.

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