Comunicado del Supervisor General.
Comunicado del Supervisor General.
Un año más hemos celebrado
Halloween, y esta vez ha sido de pirata. Un disfraz un poco improvisado porque debido
a una serie de circunstancias que me han dejado casi sin tiempo para nada más, empecé a reunir lo que necesitaba el día antes. De haber tenido más tiempo, me habría cosido un loro de peluche al hombro y me habría procurado también un sombrero adecuado y un alfanje, pero no pudo ser. Lo único que preparé con antelación fue la barba, que me dejé crecer durante algunas semanas para tener más aspecto de viejo capitán cascarrabias.
M
Mi disfraz de este año estuvo
compuesto por:
-Chaquetón de Mar.
-Parche para el ojo.-Garfio para la mano (que se rompió antes incluso de empezar a repartir chuches).
-Pistolón de plástico.
-Saco de botín.
-Botas y ropa viejuna en general.
No esperaba que faltando unas
pocas horas para noviembre fuera a hacer tanto calor ^_^UUU. Me he asado dentro
del chaquetón, así que me buscaré algo mucho más liviano para el año que viene. Además, mantener mucho rato esa cara tampoco es fácil.
M
Hablando de piratas, este es
el sustancioso botín que teníamos preparado para repartir.
Casi todo monedas de chocolate, para concordar con la imagen de pirata. Esta vez ha sobrado, porque han sido menos los niños (y no tan niños) que han pasado por casa este año. Últimamente parece que prima
más lo de las fiestas organizadas en lugares cerrados que el viejo y clásico
vagar de puerta en puerta. Hasta cierto punto me parece bien, porque es más seguro
para ellos, pero algunas tradiciones es una lástima que se pierdan.
MONSTRUOS
QUE PASARON POR CASA EN HALLOWEEN 2019
(salvo
si olvidé tomar nota de alguno, que pudiera ser)
-Tres hadas y/o princesas.
-Un Dalí (de La Casa de Papel).
-Dos esqueletos.
-Dos fantasmas.
-Un decrépito hechicero.
-Una Momo (del creepypasta).
-Un V (de Vendetta).
-Una bruja piruja viajera.
-Un zombi.
-Uno al que no pudimos identificar.
-Y dos acompañantes sin disfrazar.
-Dos esqueletos.
-Dos fantasmas.
-Un decrépito hechicero.
-Una Momo (del creepypasta).
-Un V (de Vendetta).
-Una bruja piruja viajera.
-Un zombi.
-Uno al que no pudimos identificar.
-Y dos acompañantes sin disfrazar.
Total:
21 ¡Gracias por venir y feliz Halloween a todos!
Si otro año quieres repetir o rediseñar el disfraz de pirata, recuerda que tenemos un colorido loro de peluche, llamado Capitán Flint no por casualidad, que actualmente reposa en una percha pero que preferiría acompañar a un feroz bucanero aunque fuera una noche al año. Me lo ha dicho él mismo, así que tenlo en cuenta para otra vez.
ResponderEliminarSi, es evidente que al disfraz le falta alguno de los clásicos animales que llevaban al hombro los piratas, como un loro, un mono, o una vaca. Pero ya digo que ha sido algo muy improvisado por falta de tiempo. El año que viene pensaré en algo mas elaborado... y a ser posible, menos caluroso.
EliminarLeí este post en su momento, pero se me pasó comentar (pensé que lo había hecho).
ResponderEliminarMe resulta muy curioso saber que en España se hace lo de ir de puerta en puerta pidiendo caramelos para Halloween, solo lo había visto en las series y pelis americanas.
Recuerdo de más pequeña hablarlo con las amigas y proponer hacerlo, pero al final no nos decidimos porque nos daba vergüenza ir llamando a las puertas y creo que era muy reciente todavía el conocimiento de esa tradición yanki.
También imagino que no es lo mismo hacerlo en una urbanización con casas unifamiliares que en una ciudad con bloques de pisos... No sé cómo son las viviendas del Planeta ya que no he paseado por las zonas residenciales, pero es una suposición que tengo.
No tiene tantos seguidores como otras tradiciones importadas como Papá Noel, el árbol de Navidad o el Carnaval, pero si hay gente que lo hace.
EliminarVivo en un barrio de dúplex, así que por aquí los niños si pasan a pedir chuches de puerta en puerta. Pero he de decir que al menos en este barrio esa es una tradición que inicié yo. Cuando me instalé aquí pregunté a los vecinos si se celebraba Halloween y me dijeron que los niños si se disfrazaban, pero para hacer fiestas en casa o pasear por las calles principales.
Yo de todas maneras puse un cartel en la puerta indicando de que a que hora repartiría chuches y me gasté cuarenta eurazos en gominolas variadas. Hice bolsitas individuales con una combinación de gominolas y chicles (cinco piezas por bolsita) para entregar una por persona. No pasó nadie y terminé regalando a compañeros del trabajo las que no me comí yo, que no fueron pocas.
Al año siguiente puse el cartel con una semana de antelación y la gente lo veía al pasar por la calle. Ya empezaron a pasar chavales disfrazados a pedir y claro, pedían también en las otras casas de mi calle, pero yo era el único que daba. Y ahora mismo ya hay otros seis o siete vecinos que dan chuches. Imagino que les sienta mal decirle que no a los críos.
Y no pasan solo críos. No se la de brujas y zombis de más de veinte años que han pasado por casa teóricamente acompañando a sus hermanos pequeños, pero tienden la mano igual cuando empiezo a soltar bolsitas de chuches.
2019 fue un año relativamente flojito comparado con los tres anteriores. A ver si este se animan más a venir.
Pues me parece que aunque sea por interés, me parece una bonita y divertida manera de hacer comunidad.
EliminarEspero que este este año, si acaba la cuarentena, sea algo más alegre.
¿Por interés? º_º ¿Qué interés podría tener yo? ¡Oh mísero de mí, oh infeliz!
EliminarNi que fuera a sacar algo de hacer esto. Al contrario, me supone un gasto innecesario de tiempo y dinero. No lo hago por interés, sino porque… bueno, porque es Halloween ¡y Halloween mola! ^_^
No, no interés tuyo, interés del resto que son capaces de llamar a tu puerta solo en Halloween para que les des chuches gratis y el resto del año ni se acuerdan de ti...
EliminarLa sociedad de hoy en día se mueve por interés y es egoísta. Ojalá que tu Planeta sea más cordial en ese aspecto 🙂
En mi calle hay buen rollo en general. No en plan de “vamos a reunirnos todos y hacer una barbacoa cada mes” o “vente a tomar té con pastas a mi casa”, pero sí hay el mínimo imprescindible de respeto y cordialidad que debería caracterizar a toda comunidad civilizada. Cuando vivía solo y salía a navegar durante dos o tres meses, una de las vecinas regaba las plantas de mi porche con una manguera desde el suyo. No le pedí que lo hiciera, simplemente me enteré luego que lo hacía y cuando le pregunté me contestó que le daba pena que se secaran. Una vez me llamó otro vecino al timbre para decirme que nos habíamos dejado una luz encendida en el coche. Cosas así. Una vecina me riega las plantas… otro nos vigila el coche… yo doy chuches a sus hijos en Halloween. Con lo fácil que es llevarse bien con la gente, no hay motivo para llevarse mal.
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