MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

martes, 19 de noviembre de 2019

DINOGAME

EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, acérrimos pegacromos.

Dinogame fue una colección de cromos de dinosaurios de las muchas que salieron en 1993, pero era ligeramente diferente a las demás. Estaba contada como un comic, en el que cada cromo hacía de viñeta. Nos narra la historia de dos chavales sanamente obsesionados con los dinosaurios. Mientras trastean con un juego de realidad virtual sobre dinosaurios, un rayo cae sobre su casa, trasladando a uno de ellos al interior del juego. Este tipo de cosas eran comunes en los 80 y 90. El mundo es un lugar mucho más aburrido desde entonces.
En los 90 los videojuegos estaban ya completamente afincados en la cultura popular. Para un crio de la época, y más concretamente de 1993 (cuando se estrenó Jurassic Park) no podía haber nada más guay que los videojuegos, salvo quizá los dinosaurios. Probablemente basándose en eso surgió esta colección en la que ambos conceptos se aúnan.

La película Tron de 1982 nos contaba una historia en la que un hombre es desintegrado, convertido en un flujo de datos, e integrado en la programación de un videojuego. Casi toda la película son sus vicisitudes dentro de ese videojuego mientras lucha contra los programas de seguridad y se enfrenta a la implacable tiranía del programa principal. Con lo poco que sabíamos el público en general sobre los ordenadores (eran todavía algo raro, propio de empresas y bancos, pero no muy comunes en los hogares) nos bastaba para darnos cuenta que Tron era obviamente una ficción... pero no quedaba muy claro hasta qué punto. La realidad virtual era también un concepto que corría de boca en boca, y lo que sabíamos o creíamos saber sobre ella tenía más de especulación que de información. La historia que nos cuenta este álbum es como una fusión entre Tron y Jurassic Park.
Estando uno de los niños atrapado en el videojuego y el otro ayudándole desde fuera, única posibilidad de salvarle es completando la partida. El álbum está dividido en etapas. Tras la presentación, el juego comienza en el Triásico. La segunda pantalla o nivel es el Jurásico. A este le sigue el Cretácico, y finalmente llegamos al nivel final... ¡el Futuro!

Cada uno de estos niveles comienza con una pequeña explicación sobre las particularidades de esa época y nos muestra al chaval esquivando dinosaurios y ocasionalmente peleando contra ellos. El texto aprovecha estas situaciones para dejarnos caer datos sobre los dinosaurios, sus características y comportamiento, dando al conjunto un cierto valor didáctico, que nunca viene mal. Como el chaval está atrapado en un videojuego, irá encontrando ítems de armas y ayudas durante su recorrido o se le otorgarán como recompensa por resolver correctamente alguna situación. Algunas de las ilustraciones de los cromos están pixeladas, para representar como veríamos nosotros la pantalla del ordenador o recreativa de estar jugando, pero en la mayoría el dibujo está bien definido, tal como lo veríamos desde dentro del juego. 
M
Hay situaciones que me hacen sonreír porque están puestas ahí precisamente para evocar tópicos de los videojuegos de la época.  Hay un momento arcade en el que el chaval cruza un rio saltando sobre las cabezas de tres cocodrilos convenientemente puestos en fila. Y otra en la que debe pasar precisamente por un lugar bloqueado por un dinosaurio carnívoro. Lo consigue recogiendo una gran hoja verde y dándosela a un dinosaurio herbívoro que hay cerca. Al comérsela el herbívoro agita la cola derribando un árbol que cae sobre el carnívoro, con lo que el camino queda despejado: una secuencia de acciones y acontecimientos típicos de las aventuras conversacionales tipo ZorkDon Quijote o Cozumel.  
La forma de terminar cada nivel es encontrando un portal hacia el futuro que lleva al siguiente. El último de todos es tal cual El Futuro, donde hay que atrapar a seis dinosaurios mutantes o mutasauros que se han escapado del zoo.

Al completar el ultimo nivel, el chico sale del juego y vuelve al mundo real... trayendo con él un pequeño recuerdo: un huevo de dinosaurio que no tarda en abrirse y del cual surge una cría de dinosaurio, quizá como homenaje al final de El Mundo Perdido de Conan Doyle.

El conjunto es un poco extraño, como un intento de fusionar Tron con Jurassic Park, contado en forma de comic y en formato de álbum de cromos. No es de mis colecciones de cromos preferidas pero es agradable de leer, y desde luego, es bastante original.
M
Dinogame. 1993. Pannini España S.A. 180 cromos.

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