¡Eh!
¿Qué es esto? ¿Me engaña mi ojo, o realmente hoy es 29 de febrero? ¡Año
bisiesto! Eso solo pasa cada cuatro años. Y puesto que hoy es el día que
convierte a este año en bisiesto, parece un buen momento para darle un poco de protagonismo a los muchos seres bicéfalos anónimos y huérfanos que tenemos rondando por el planeta. Si no veis la relación entre monstruos bicéfalos y años bisiestos, no
os preocupéis. Puede que después de todo no la haya, o que sea necesario ser bicéfalo para entenderla.
SIN IDENTIFICAR
Los
monstruos bicéfalos o policéfalos son un gran clásico tanto entre los juguetes
como en las películas de fantasía, mitológicas, y en menor medida de terror. Hay
muchas leyendas sobre criaturas con múltiples cabezas: Cerbero, Hidra, o Briareo
en la mitología griega. Coatlicue en la azteca. Los ettins en la escandinava, etc.
Casi
todas las leyendas están basadas en sucesos reales que con el tiempo son
exagerados, y lo mas probable es que todos estos seres de dos o más cabezas que
llenan la mitología tuvieran su origen en animales malformados.
Saltemos ahora unos tres mil años hacia el pasado. ¡Hop! ¡Ya está! Mirad allí. Un pastor griego acaba de encontrarse con una pequeña culebra de dos cabezas mientras cuida su rebaño. Cuando vuelva al pueblo contará que vio una serpiente de un metro de
largo con dos... no, mejor con tres cabezas. Al día siguiente la historia correrá de
boca en boca por el pueblo, con la culebra aumentando de tamaño y cabezas cada vez que sea contada de nuevo. Y cuando la historia llegue al pueblo vecino, la serpiente tendrá ya cinco
metros de largo, siete cabezas, lanzará fuego por las bocas, y ya puestos, protegerá un tesoro. Algo que un pastor de esa época interpretaría como lo más valioso que pudiera imaginarse... por ejemplo, la piel de un becerro hecha de oro. La Hidra acaba de nacer. Ya sabéis cómo funcionan estas cosas.
SIN IDENTIFICAR
La
policefalia (tener muchas cabezas) es una malformación de nacimiento
relativamente común (dentro de la propia rareza de las malformaciones) en los
casos de endogamia animal. Es mucho más habitual entre los reptiles, animales
menos evolucionados que los mamíferos. Se da especialmente entre las serpientes
(¿el origen del mito de Hidra?), pero también se han visto casos en lagartos (¿Anfisbena?), perros y
lobos (¿Cerbero?), felinos (¿el león de cuatro cabezas bíblico, del Libro de
Daniel?) algunas aves (¿el águila bicéfala que se repite en tantos escudos
de armas antiguos?)… Se han registrado casos de humanos, no con dos cabezas (salvo
en los siameses unidos, que son un tema diferente) pero sí con dos rostros. Un raro
trastorno que hace que el afectado tenga un segundo rostro, gemelo pero
deformado, adherido a la parte posterior o un lateral del cráneo, cuyas facciones (boca,
párpados) a veces imitan el movimiento de las facciones del rostro principal.
En
el pasado, muchas deformaciones y enfermedades debieron ser tomadas por algo mágico o sobrenatural. Y la policefácilia (dentro de la cual, la bicefalia -tener dos
cabezas- es el caso más común) fue sin duda el origen de muchos mitos que terminaron convirtiéndose en monstruos legendarios.
SIN IDENTIFICAR
Y
así llegamos hasta la era moderna… donde estos seres horrorosos que llenaron de
miedo a nuestros antepasados, han terminado formando parte del mundo del
entretenimiento en películas, videojuegos, juegos de rol, y figuras de juguete,
desde el famoso TwoBad de los Masters del Universo al humilde dinosauro
de dos cabezas Made in China.
M
Un detalle que siempre me ha parecido particularmente encantador de los monstruos bicéfalos, es que se suelen introducir ligeros cambios en sus cabezas, en lugar de hacerlas iguales. Generalmente una tiene cuernos y las otra crestas. Pero cuando ambas tienen cuernos o ambas tienen crestas, también suelen tener diferentes numero de estos elementos o tenerlos dispuestos en el cráneo de forma distinta. De este modo, cada cabeza tiene, por así decirlo, su propia personalidad.
M
Esto es algo que también concuerda con la realidad, por cierto. En las series de dibujos o películas donde aparecen monstruos con varias cabezas, se recurre a hacer que discutan entre ellas para darle un toque de humor a la trama. Pero en los casos de animales reales bicéfalos se ha observado que cada cabeza cuenta con su propio cerebro, y en ocasiones pelean entre ellas por la comida (incluso en los casos en los que el animal tiene un estomago común para lo que coma cualquiera de ellas), intentan desplazarse en diferentes direcciones, o se "acurrucan" una junto a la otra para dormir.
SIN IDENTIFICAR
Todos los bicéfalos anónimos (y algún que otro
tricéfalo) del Planeta del Espacio han querido pasarse
hoy a saludaros.
Probablemente de aquí al próximo 29 de febrero habrá
paseándose por el planeta nuevos bicéfalos, así que… ¡hasta
dentro de cuatro años!
U^_^ ^_^U
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