MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

viernes, 28 de febrero de 2020

LA ERA GLACIAR

EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS
¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.

Saludos, ávidos lectores. 

En muchos lugares, la última semana de febrero suele estar reservada a los desfiles de Carnaval. Es por eso que el Supervisor General nos dijo que tuviéramos algo preparado en relación al Carnaval para publicarlo algún día de esta semana. Pero el Carnaval no es un tema que se dé muy amenudo entre las figuras de acción, ni en las películas de ciencia ficción… así que encontrar algo que comentar relacionado con el Carnaval y relacionado además con los artículos que solemos tratar aquí ha sido complicado ¡pero aquí lo tenemos! 

^_^U Mmm... sí... creo que esto servirá...

La Era Glaciar es el séptimo librojuego de la colección La Máquina del Tiempo. En nuestro papel de observador enviado al pasado a rellenar los huecos de la historia, somos enviados un millón de años atrás. Nuestro objetivo es descubrir que intentaban representar los hombres primitivos que hicieron determinadas pinturas rupestres. Unas en las que se muestra lo que a todas luces es un unicornio, a pesar que no se conoce ningún caso en que una pintura rupestre represente animales diferentes a los que se sabe que existieron en esa época.

Equipados con ropa térmica y unos pocos artículos de supervivencia, somos lanzados al pasado, donde deberemos determinar que impulsó al anónimo artista a dibujar un unicornio.

Lo primero que llama la atención es que llevemos ropa moderna preparada para el frio. En los otros librojuegos de esta colección, siempre que se nos envía al pasado vestimos ropas que imitan las de esa época. De este modo no llamamos tanto la atención, y si morimos en esa época (algo que en estos librojuegos era imposible que ocurriera, puesto que tenían un solo final) no dejamos nada en el pasado que pueda cambiarlo. En esta ocasión no vestimos pieles de animales, como las tribus de humanos primitivos que encontraremos. Quizá porque quienes nos envían a esta época, dan por supuesto que incluso si morimos, los tejidos de nuestra ropa de abrigo no resistirán los suficientes miles de años como para alterar la historia.

Así pues, deberemos ir saltando de continente en continente y unos cuantos cientos de miles de años arriba o abajo, tratando de concretar el momento en que los cavernícolas comenzaron a decorar sus cuevas, observar el proceso, y comprobar si realmente todos los animales que reflejaban en sus pinturas eran algo que habían tenido la ocasión de ver.

No tendremos muchas oportunidades de dialogar con nadie, y los encuentros con los humanos de la época casi siempre acabarán con un grupo de ellos persiguiéndonos para expulsarnos de su territorio, matarnos, y en algún caso también devorarnos.

Hay un momento en el que nuestra teoría sobre el verdadero motivo de los viajes en el tiempo que realizamos en esta colección (que comentamos en Los Anillos de Saturno) se ve apoyada por algo que hacemos. Uno de los saltos en el tiempo que llevamos a cabo nos deja en el pasillo de un instituto moderno. En lugar de volver inmediatamente a la prehistoria, asistimos a una de las clases en la que están hablando precisamente sobre las glaciaciones y los animales que habitaban el mundo en esas épocas. Y nos quedamos a escuchar la lección como si lo que estuvieran contando en ella fuera algo de una relevancia capital. Eso son datos que un historiador del futuro tendría que tener más que aprendidos, pero nuestro personaje parece desconocerlos por completo. Esto refuerza la idea de que gran parte de los conocimientos que deberían tenerse en el futuro del que proviene el viajero del tiempo se han perdido de forma masiva.  

Es posible que en este momento alguno de ustedes se esté preguntado que tiene que ver este librojuego con el Carnaval. ¡A eso vamos! Tras mucho avanzar y retroceder afinando los saltos, llegamos al punto exacto del tiempo en el que se dibujó el unicornio. 

Nos encontramos con lo que parece ser una fiesta, algún tipo de celebración en la que uno de los miembros de la tribu baila ante los demás tocado con una máscara fabricada con el cráneo de un animal, en cuya frente se ha incrustado el cuerno de otro. 

Es un disfraz. Tras danzar un rato con la máscara de unicornio, se la pasa a otro miembro de la tribu, y este baila también durante un rato. Y de este modo, la máscara va pasando de uno a otro para que todos tengan su oportunidad de transformarse en el animal.

Este es un final interesante, porque muchas veces se ha teorizado que el Carnaval podría ser la fiesta más antigua de la humanidad. Si tomamos la fiesta actual y miramos atrás, vemos que no es tan diferente de las danzas rituales de los brujos indios, que se cubren de mantos de plumas y mascaras totémicas que representan animales y espíritus. ¿Cuántas veces hemos oído expresiones como “Tiene una vista de águila”, “Tiene la fuerza de un toro”, o “Es silencioso como una serpiente”, y tantas otras parecidas, que muestran la soterrada envidia que sentimos hacia las capacidades de muchos animales, que nos gustaría tener?

Y mirando aún más atrás nos encontramos con los hombres-leopardo africanos, que se visten con pieles de estos animales porque así creen quedar imbuidos de su agilidad y fiereza. 

Y más atrás nos encontraremos con las rituales de transformación sumerios, donde los participantes intentaban capturar en sí mismos la esencia de los monstruos, dioses y animales de los que se disfrazaban. 

Hay indicios que los hombres de las cavernas ya se disfrazaban con pieles, huesos y garras de animales. No para confundirse con ellos y cazarlos, sino en la creencia que así podrían adquirir las cualidades que admiraban en ellos: su olfato, su fuerza, su velocidad… Realmente, ni tan solo hace falta irse tan atrás. Ahí tenemos también Halloween, las fiestas de disfraces, los festivales de cosplay, incluso la gente que, para ir a ver el partido de su equipo de futbol favorito, se viste como sus jugadores, como si fuera uno más de ellos. 

Es posible que los Carnavales actuales, en los que alteramos nuestro aspecto y comportamiento a semejanza de algún ser en el que nos gustaría convertirnos, o alguna profesión o concepto que desearíamos experimentar, no sean más que la evolución de esos ritos de imitación de las cualidades animales, que los humanos comenzamos a llevar a cabo hace, más o menos, un millón de años.

Así que, si esta noche vais a asistir como espectadores o participantes a alguno de los desfiles de Carnaval propios de estas fechas, pensad que estáis participando en el rito más antiguo de la humanidad, anterior a todas las religiones, quizá anterior incluso a todo lenguaje. Y que al menos durante una noche, tendréis en vuestras manos el poder de transformaros en aquello que deseéis.

Puedes ver un comentario sobre otro título de esta colección aquí.

Ice Age Explorer. 1985. Douglas Dixon (texto) Alex Nino (ilustraciones). La Máquina del Tiempo nº 7. Editorial Timun Mas. 

4 comentarios:

  1. Entonces, según esa teoria, ¿El 90% de las mujeres desean convertirse en, digamoslo suavemente, unas busconas? 🤔

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    1. Pues puede sonar raro, pero básicamente si. Algo en lo que están deacuerdo tanto psicólogos como psicólogas es que la mayoría de las mujeres se valoran más a si mismas por su apariencia que por sus logros, y en los hombres es al revés, se valoran a si mismos más por sus logros que por su apariencia. El ejemplo típico del disfraz de policía: el hombre prefiere un disfraz lo más realista posible (para parecerse de verdad a aquello con lo que fantasea ser) mientras que la mujer prefiere un disfraz lo más sexy posible (para, dentro de esa fantasía, resultar más atractiva de como ella se autopercibe en el día a día). Y eso se extiende a todo. Perder pelo hasta quedarse calvo o sufrir un accidente que te deja cicatrices en la cara, o la nariz rota y permanentemente torcida, es psicológicamente mucho más duro para una mujer que para un hombre. Las mujeres dedican mucho más tiempo y dinero a "ponerse guapas" del que dedica un hombre. La mujeres que van al gimnasio casi siempre lo que quieren es bajar peso, mientras que los hombres casi siempre quieren aumentar su fuerza, etc.
      Pero hay que tener clara la diferencia entre desear que realmente pase algo y solo fantasear con que pase algo. Una de las fantasías sexuales más comunes entre las mujeres (de nuevo, es algo en lo que están deacuerdo tanto psicólogos como psicólogas) es la de ser violadas. Pero es una fantasía. No significa que deseen que les pase de verdad. Una de las cosas con la que más fantaseamos los chicos cuando "jugamos a la guerra" siendo niños es con morir de forma heroica ¡y eso no significa que estemos deseando morirnos! Es simplemente una forma de experimentar de forma simulada algo que quizá nunca nos ocurra, y que realmente no deseamos que nos ocurra, pero por la que sentimos, digamos, curiosidad. Como las mujeres que, como tu dices suavemente, se disfrazan de busconas una vez al año y el resto de días se molestan si un hombre les mira descaradamente el pecho o las caderas.
      Bueno, no estoy seguro de si era esto lo que preguntabas, pero cuando empiezo a escribir... ^_^U

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    2. Sí, eso era 😅
      Muy interesante exposición. Y me alegro de no estar metida en ese redil...

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