EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS
¡ALERTA DE EXPOILERZ!
¡ALERTA DE EXXXTREMERZ!
¡ALERTA DE EXXXTREMERZ!
Presentado por… el profesor
Plot.
Saludos, ávidos lectores.
Esta es la cuarta entrega
de las aventuras de Druuna. Sigue en la línea de sus predecesoras,
mostrándonos un universo que degenera sin cesar como si ese fuera su fin último
y natural.
Comenzamos a bordo
de la nave que rescató a Druuna de La Ciudad en el número anterior. Al parecer, Druuna no es lo único que se llevaron de allí. El Mal, la misteriosa entidad
transdimensionál que se manifiesta en nuestra realidad como una virulenta enfermedad similar a la lepra, aparece ahora en esta nueva nave en forma de arañuelos mutantes.
La historia
comienza con Doc. (el alter ego de Serpieri) encerrado a cal y canto en lo que
parece una pequeña sala de control suplementaria. Conversa con el ordenador, y
por sus palabras podemos deducir que ha ocurrido algo terrible, y quiere dejar
constancia de ello en los archivos por si algún día la nave es encontrada por
otros humanos.
De ahí saltamos
a Druuna, que está sumida en una secuencia de pesadillas conectadas. Cuando
cree haber despertado de una, en realidad solo ha pasado a otra. Sueña consigo misma
embarazada, en manos de un grupo de grimosos cirujanos que la operan sin cuidado ninguno para extraerle el hijo... Sueña que está prisionera en una extraña
mansión, a merced de las depravaciones de sus muchos y locos habitantes... Cuando
despierta al mundo real (si es que en realidad llega a hacerlo en algún momento
de la historia) se encuentra en un laboratorio, donde al parecer se la mantenía
en un sueño artificial.
No hay nadie atendiéndola, y en uno de los monitores
aparece el rostro de Shastar. Su conciencia, unida a la de Lewis y transformada
en una corriente de datos, se trasmitió desde La Ciudad a los ordenadores de la
nave y ahora está integrada en estos. Shastar, que ahora parece ser la entidad
dominante sobre el conjunto Shastar/Lewis le advierte de un gran peligro. Pero
su memoria, simples datos sin un soporte físico vivo, parece corrompida o
incompleta, se expresa de forma confusa, y no consigue dar a Druuna una
explicación clara de lo ocurrido.
Druuna sale del
laboratorio, buscando a la tripulación. Encuentra algunos restos humanos y sangrientas marcas de arrastre, antes de toparse con Terry. Mientras ésta la guía
a través de conductos y caminos secundarios hasta el área donde se han
encerrado los que quedan vivos, le explica lo ocurrido: unas extrañas
criaturas se han extendido rápidamente por la nave en los últimos días. Gran
parte de la tripulación ha muerto o está desaparecida.
Las criaturas, además,
parecen tener la capacidad de replicar el aspecto y comportamiento de los humanos.
Esta imitación es tan perfecta, que las criaturas llegan a creer sinceramente ser la persona
replicada, y solo recuerdan su verdadera naturaleza cuando están hambrientas o
moribundas.
Cuando Terry y Druuna llegan
hasta esa zona segura, dos tripulantes les abren la compuerta. Uno de ellos es otra Terry, que dispara
contra la primera. La Terry que ha acompañado todo el tiempo a Druuna ignoraba
ser una réplica, y recupera su forma original al recibir el disparo.
La ¿verdadera? Terry
encierra a Druuna con los prolets. Los primitivos prolets
son capaces de distinguir a los humanos de las réplicas, pero Terry parece
sentir una fuerte animadversión hacia Druuna, y permite que estos la violen
hasta dejarla inconsciente.
Druuna tiene
entonces un sueño en el que Shastar/Lewis se pone en contacto con ella de
nuevo, usando la antigua conexión telepática que compartía con Lewis. En ese
sueño, Shastar le informa que los seres que hay a bordo tienen su origen en la
proximidad de la nave a un punto en el que el universo se solapa con otra
realidad, tal como ocurría con El Mal.
La nave está además atrapada en ese
punto entre dimensiones y la única forma de abandonarlo es saltando al hiperespacio
justo a través de él, lo que en teoría debería hacerles retroceder en el tiempo
hasta algún momento anterior a cuando entraron en esa zona del espacio.
Druuna
despierta, sola, y va en busca de Doc. para contarle esto, pero la nave ya está
plagada de criaturas. Los soldados corren de un lado a otro disparándoles, sin
estar seguros siquiera de si ellos mismos son humanos o réplicas. El propio comandante Will ha muerto a manos de una réplica de Druuna. Terry alcanza de un disparo
a la verdadera Druuna confundiéndola con la réplica, y a continuación ella misma cae en manos de las criaturas. Un caos absoluto.
Justo antes de morir, Druuna
le cuenta a Doc. lo que le dijo Shastar, y este decide intentar llevarlo a
cabo. Programa la computadora para realizar el salto de la forma que le indicó
Druuna, y se sienta a esperar mientras las criaturas se apoderan de toda la nave.
El salto se produce y Doc. aparece de
pronto veinticuatro meses antes del encuentro de su nave con La Ciudad. Todos
están vivos, y él es el único que recuerda lo ocurrido. Rápidamente le dice a
Will que deben cambiar de rumbo, y ante la urgencia de sus ruegos este lo hace,
esperando una explicación.
Aparentemente se han salvado… pero algo ha cambiado.
Druuna está con ellos, y nadie parece encontrar extraña su presencia a pesar que en ese punto temporal su nave no se ha cruzado todavía con La Ciudad, y por tanto en ningún momento la han rescatado de allí.
Druuna mira a Doc. y le sonríe, como dándole a entender que ella recuerda también lo ocurrido. Doc., confundido, comienza a sospechar que en realidad no consiguió realizar el
salto, que tanto él como Druuna y todos los demás han sido sustituidos por réplicas que ignoran serlo, y
que, simplemente, están siguiendo adelante con la misión que se encomendó a la
tripulación original, que las réplicas creen ser.
M
En esta historia vemos que la imagen de un solo ojo se repite. Es la forma en la que se representa el interfaz de la computadora de la nave. Druuna ve igualmente un gran ojo de piedra grabado sobre una puerta en uno de sus sueños. Un solo ojo es también el que tienen los arañuelos, que son la forma más común de las criaturas.
M
En esta historia vemos que la imagen de un solo ojo se repite. Es la forma en la que se representa el interfaz de la computadora de la nave. Druuna ve igualmente un gran ojo de piedra grabado sobre una puerta en uno de sus sueños. Un solo ojo es también el que tienen los arañuelos, que son la forma más común de las criaturas.
En el numero anterior vimos que en el sueño en el que Will se encontraba con una versión infantil de Druuna, un gigantesco ojo les bloquea el paso en un conducto, y también el grabado de un ojo podía verse en el edificio donde Druuna encontraba a Shastar. Lewis daba a entender que además de con Shastar, se había visto obligado de algún modo a unirse a La Criatura que se había extendido por toda La Ciudad.
Estas tres entidades parecen ya indivisibles unas de otras, y por ello el símbolo del ojo aparece relacionado tanto con Lewis/Shastar como con El Mal y sus manifestaciones físicas o los sueños que Druuna tiene sobre unos y otros. Y puesto que Druuna está telepáticamente unida a Lewis, es posible que allá donde vaya Druuna, El Mal vaya con ella.
La historia continúa en Mandrágora.
Carnívora. 1992. Paolo Eleuteri Serpieri (guion y dibujo). Druuna nº 4. Editorial Norma S.A.
Carnívora. 1992. Paolo Eleuteri Serpieri (guion y dibujo). Druuna nº 4. Editorial Norma S.A.
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