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sábado, 1 de agosto de 2020

DRUUNA (5) Mandrágora

EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS
¡ALERTA DE EXPOILERZ!
¡ALERTA DE EXXXTREMERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, ávidos lectores.

Retomamos las cada vez más complejas aventuras de Druuna con la quinta entrega de la saga. Recordaréis que el numero anterior terminó con un intento a la desesperada de Doc. por atajar la plaga mutante que se había adueñado de la nave: un salto hacia atrás en el tiempo del cual únicamente él sería consciente. La arriesgada operación fue un éxito aparente. Su línea temporal retrocedió dos años, conservando los recuerdos de lo vivido en ellos. Sin embargo…
…sin embargo, algo no anda como debería. Algunos cambios críticos se han mantenido en ese salto atrás en el tiempo, como si formaran parte de un destino ineludible, y se han fusionado con su nuevo presente. Druuna se encuentra a bordo de la nave, dos años antes del momento en el que deberían encontrarse con ella de seguir el mismo curso de acciones que en la ocasión anterior. 

También las mentes de Shastar y Lewis están integradas en la computadora de la nave, interfiriendo en su funcionamiento. Y El Mal, la misteriosa enfermedad transdimensional que consumió La Ciudad, se ha manifestado a bordo. El salto atrás en el tiempo solo ha sido un pequeño aplazamiento.

Al haberse integrado elementos de una línea temporal en la otra, esta se ha reescrito de forma que ninguno de los implicados los cuestionan. Todos actúan como si la presencia de Druuna a bordo fuese normal, a pesar de no haberla encontrado todavía. Los personajes no parecen pensar demasiado en ello, y quizá deberíamos hacer lo mismo.

Doc. y Will informan a Druuna del brote de El Mal en la nave. Han desarrollado un antídoto, pero les falta por identificar un elemento clave para que funcione. Puesto que ella proviene de La Ciudad, donde El Mal era combatido con un suero, pretenden usarla de enlace para acceder a los bancos de memoria de Lewis, que debe conocer la fórmula completa. 

El plan es sumir a Druuna en un sueño en el que su mente conectará con la de Lewis y tratará de sonsacarle cual es ese ingrediente secreto que les falta para elaborar su antídoto. Casi todo lo que veremos en este numero es por tanto el sueño de Druuna, inmersa en el mundo onírico que la mente de Lewis va creando. 

El problema es que si bien hasta ese momento Lewis se había mostrado preocupado por la seguridad de Druuna, a su modo, ahora esto ha cambiado. Lewis ya dio muestras de estar obsesionado con Druuna, y ahora que su mente ni tansolo tiene un soporte físico y está mezclada con otras y con la computadora, se ha convertido en un loco peligroso. En su delirio, crea para Druuna un mundo virtual formado por una mezcla de recuerdos, fantasías, deseos reprimidos, y pesadillas.
En el sueño, Druuna aparece en una versión retorcida de La Ciudad, poblada únicamente por mutantes en diversos grados de degeneración. Algunos aún van vestidos con ropas comunes y otros ya ni tan solo mantienen su forma humanoide básica. Los únicos humanos reales que parece haber en este mundo están reducidos a un estado de primitivismo similar al de los hombres de las cavernas. También tiene encuentros esporádicos con la mente de Shastar, unida a la de Lewis y ya casi totalmente consumida, que la ayuda en lo que puede dándole ánimos y cripticas pistas.

Un grupo de mutantes descubre a Druuna y se abalanza en masa sobre ella. Cuando la cercan y se ve perdida, aparece repentinamente el enano zarrapastroso de los números anteriores. Seguimos sin saber quien es, como se llama o que función tiene en la historia. Este personaje es como El Compañero del Campeón Eterno de Moorcock; alguien que siempre está allí para ayudarla, que aparece de la nada y al que siempre termina perdiéndole la pista, pero reaparece una y otra vez aun contra toda lógica.

El enano zarrapastroso hace una escabechina con los mutantes y guía a Druuna a los niveles inferiores, confesando él mismo que no sabe ni como ha llegado allí ni por qué debe acompañarla. Ambos son capturados poco después por un grupo de mutantes que todavía son casi humanos, pero están cubiertos de llagas y marcas de las primeras etapas de El Mal. Druuna y su enano de la guarda son separados, y a este último ya no lo veremos más por el momento.

Estos hombres forman parte de una comunidad de mutantes obsesionados con conseguir muestras de semen puro. El suyo propio está contaminado por sus enfermedades y mutaciones, y necesitan muestras puras para alimentar con él una flor que tratan de cultivar. Recientemente han capturado a dos soldados de un lugar al que denominan el instituto, que parece ser un centro donde todavía existen humanos sin mutaciones. Obligan a Druuna a acostarse con ellos, y los estrangulan hasta matarlos justo cuando están a punto de eyacular, puesto que al parecer es imprescindible que mueran en el momento de proporcionar esa muestra de semen no contaminado.

Druuna no se da cuenta, pero ya ha obtenido la información que buscaba. Justo cuando los mutantes estrangulan al segundo soldado, un pelotón de estos irrumpe en el lugar con armas automáticas eliminando a todo el grupo, y llevándose a Druuna con ellos.
Sus nuevos captores la conducen al “instituto”, donde, con mejores maneras pero sin darle opción a elegir, se le explica que debe acostarse con un hombre que han elegido para ella. El lugar es más limpio y ordenado que la guarida de los mutantes, tiene incluso una cierta elegancia decadente, pero no es más que una repetición del esquema anterior. Quizá, al no haber sido capaz Druuna de captar la información a la primera, los bancos de datos corruptos de la mente de Lewis reinciden en ello, presentándosela de un modo diferente.

De nuevo el hombre con el que se acuesta es estrangulado en el momento de eyacular para que su semen no contaminado alimente a una flor, que todos parecen desesperados por cultivar. Esta vez, Druuna retiene el nombre de la planta: Mandrágora.

Al igual que ocurre con el jengibre, la raíz de la mandrágora en ocasiones adopta una forma levemente humanoide, y en la Edad Media eso desató la creencia que era una planta que crecía alimentándose no con agua, sino con semen humano. Esta creencia se vio mezclada con el hecho de que los ahorcados muchas veces tenían erecciones en el momento de morir, por la brutal contracción de los vasos sanguíneos y la falta de oxígeno que este tipo de muerte provoca. Ambas cosas se relacionaron en la imaginería popular y se llegó a la “conclusión” que era concretamente el semen de los muertos en la horca lo que hacia germinar la mandrágora.

Por tanto, debemos entender que el ingrediente clave para el suero que frena El Mal es algún elemento que puede extraerse o refinarse a partir de la mandrágora. En cuanto Druuna comienza a deducir esto, su mente abandona el sueño virtual de Lewis, pero no despierta. La conexión con la desquiciada mente de esta entidad ha dejado a Druuna sumida en un profundo coma del que Doc. no es capaz de sacarla. 

La historia termina con Doc. y Will contemplando atónitos la pantalla del ordenador, en la que la palabra MANDRÁGORA aparece como única explicación.

La historia continúa en Afrodísia.

Mandrágora. 1997. Paolo Eleuteri Serpieri (guion y dibujo). Druuna nº 5. Editorial Norma S.A.

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