MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

viernes, 3 de julio de 2020

CHIFLES NAVALES

EL GRAN BAZAR
Presentado por… el Supervisor General.
Los chifles navales o silbatos de contramaestre son un elemento común en las cubiertas de los buques. A pesar de todos los avances con los que cuentan los barcos actuales, de los sistemas de radar, sonar y GPS, de la megafonía integrada y los mapas electrónicos, el trabajo de cubierta sigue siendo esencialmente manual, a base de fuerza muscular, y coordinando a la gente mediante gritos.
Estos silbatos se utilizan en muchas situaciones. Emiten un pitido muy característico, que se eleva por encima del ruido de maquinaria, motores, tormentas y voces. Hay muchísimas señales diferentes, algunas de las cuales están dirigidas al personal del propio buque y otras a buques cercanos o personal del puerto que estén participando en la misma maniobra. 

Muchas de estas señales tienen a su vez una respuesta específica, también mediante pitidos de chifle, por lo que casi podríamos hablar de un lenguaje aparte, una jerga a base de códigos de sonidos en lugar de palabras. 

Se emplea en las maniobras de largar e izar el ancla, dar o soltar amarres, largar boyas, izar o arriar embarcaciones, dar instrucciones a los operarios de las grúas de carga, etc. También se emplea para marcar el ritmo en tareas comunes en las que un grupo de personas deben hacer algo todos a la vez (como remar en un bote, aunque en la actualidad esto solo se hace por deporte) o indicar que el capitán sube al buque por la pasarela o lo abandona. Realmente, hay días en que chiflas más que hablas.

Los chifles son algo muy personal para los que los usamos. Normalmente cada uno arregla sus propios chifles abollando la cazoleta, estrechando la salida del aire, o suavizando el interior de la cazoleta con una ligera capa de cera fundida. Todas estas modificaciones alteran de una forma u otra el sonido. El chifle debe sostenerse con la cazoleta en el hueco de la mano, y el sonido se modifica cambiando el ángulo de apertura de la mano mientras se sopla, lo que crea un pitido con una secuencia específica de altibajos que le dan significado al sonido resultante.

Hace algún tiempo me lesioné el hombro derecho en un accidente laboral y perdí gran parte de la movilidad del brazo. La lesión es irreversible, y poco a poco esto ha ido apartándome de los barcos a los que he dedicado las dos últimas décadas de mi vida. Ahora que mi tiempo de marino aparentemente ha terminado, estos instrumentos que para mí han sido herramientas que llevar siempre encima han pasado a convertirse en recuerdos que acumulan polvo en una estantería, y por tanto, en parte de mi colección.

1. Este es un chifle español, fabricado en latón, al que le estreché la salida del aire con plomo. Un trabajo bastante chapucero, lo admito. Es el que te daban para practicar en la escuela naval, y lo usé durante un par de años, aproximadamente.

2. Otro chifle español, de cobre, al que le achaté levemente la cazoleta y le estreché la salida del aire con estaño. Es el segundo que tuve, y el que he utilizado durante más tiempo, quizá unos doce años.

3. Un chifle argentino, de cobre. Sin modificar, porque no lo necesita. Los chifles argentinos y mexicanos están considerados los mejores del mundo. La cazoleta es un poco mayor que la de un chifle español, y ovalada en lugar de esférica, mientras que el extremo de la pipa (el tubo por el que se sopla) que desemboca en la cazoleta, está ya achatado de origen. Me lo regalaron hace unos seis años, y es el que he empleado desde entonces.

4. Por último, un sencillo silbato de hojalata, que se emplea para dar un tipo de señales más básicas, diferentes a las de los chifles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario