ABIERTO HASTA EL AMANECER 3. La hija del verdugo

EL ORÁCULO DE LAS VISIONES
¡ALERTA DE EXPOILERZ!

                                                       Presentado por... Pecky.

Bienvenidos, amigos cinéfagos. Sí, aquí estoy otra vez. 

Al parecer tenemos algún pequeño problemilla con nuestro Artefacto Estatícador de Tiempo (cámara de fotos, creo que lo llamáis los Terrícolas). Pero contamos con varios instantes de tiempo estático almacenados, por lo que nuestros informes diarios no se van a interrumpir, por el momento. Eso sí, todas las fotos (¿se dice así?) que tenemos en reserva corresponden a películas y bolsilibros, por lo que, hasta que solucionemos el problemita, todos nuestros informes se limitarán a estos dos temas. ¡Y ahora, vamos con la película!

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La segunda parte de Abierto hasta el amanecer fue absolutamente decepcionante. Todo lo que la primera parte tenía de innovador y original, la segunda lo ignoraba, presentando una historia totalmente convencional, mil veces vista ya, y hasta inferior a la media de películas similares. Afortunadamente tenemos esta tercera parte para quitarnos el mal sabor de boca que nos dejó la entrega anterior.

Contamos con un protagonista singular: Ambrose Bierce, un personaje real. Exsoldado y escritor de historias bélicas antibelicistas y de terror, al que Lovecraft admiraba. Lo último que se sabe de él es que cruzó la frontera mexicana en 1913, y poco después se le perdió la pista. La película comienza precisamente en ese momento, con Bierce en México, buscando a Pancho Villa para unirse a su revolución.

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Otros personajes se irán incorporando a la trama: un matrimonio de predicadores con algo que ocultar. Una banda de forajidos liderados por un tal Madrid (¿se llama igual que la capital de España?). Esmeralda, una chica a quien ni el propio Madrid parece tener claro si ha raptado o rescatado. El padre de Esmeralda, verdugo de profesión, al que acompañan varios guardias y una niñata psicópata... 

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Todos ellos terminarán coincidiendo en una tasca llamada La Tetilla del Diablo, el mismo lugar en el que casi un siglo después tendrá lugar la primera película. 

Aunque en esta ocasión ya no se contaba con el factor sorpresa de la primera (todos sabíamos que aparecerían vampiros antes o después) la película sigue exactamente el mismo esquema. Los vampiros no hacen acto de presencia sino en la última media hora de película, siendo hasta ese momento una historia que no tiene absolutamente nada que ver con ellos, y que de no aparecer estos, hubiese funcionado perfectamente por si sola. 

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Volvemos a encontrarnos con las extravagantes criaturas de la primera parte, más extrañas aún si cabe. Su personalidad o poder no parece guardar relación con su antigüedad, que es lo normal en los mitos sobre vampiros. Vemos el caso de un vampiro masculino al que le arrancan la cabeza, y genera inmediatamente otra, pero femenina y con rasgos de cobra real. Y hay otro personaje (el vendedor ambulante de cepillos) que tan pronto como es convertido en vampiro comienza comportarse como fuera uno de sus líderes y estuviera al tanto de todo. Incluso la vampira que los dirigía hasta ese momento lo trata como a un igual. Es como si la personalidad de antiguos vampiros reviviera en nuevos cuerpos recién transformados, como un modo más de perpetuarse más allá de su destrucción física. 

Y cuando los vampiros revelan su verdadera identidad, los humanos hacen lo mismo. Independientemente de lo duro, frio o inocente que se muestre cada uno de cara a los demás, con la muerte a su alrededor cada personaje se muestra tal como es en realidad. La apatía se convierte en liderazgo, la indiferencia en instinto protector, la bravuconería en cobardía. A medida que los enemigos se multiplican y las opciones se agotan, los supervivientes se refugian cada vez más en su verdadero yo.

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Es una lástima que esto se reduzca a apenas los últimos veinte minutos de metraje. La caracterización de los personajes es de hecho lo mejor del film. La escena de la iniciación de la bandolera novata Reece en el viejo cementerio, o el desconcertante cochero/escolta ciego, son detalles memorables. Tal como ocurría con la primera, la historia que nos han presentado hasta ese momento es tan interesante sin la presencia de vampiros, que casi lamentamos que estos aparezcan, porque nos privan de ver el desenlace natural del conflicto.

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Sinceramente, y en lo que al argumento se refiere, no ofrece muchas diferencias respecto a la primera, pero como suele decirse en mi pueblo “Si algo no está estropeado, no intentes arreglarlo”. Hay que saber cuándo innovar, pero igual de importante es saber cuándo conservar. Teniendo en cuenta el fracaso que supuso la segunda parte precisamente por no parecerse nada a la primera, volver a darnos otra vez la historia original con unos pocos cambios fue lo mejor que pudieron hacer en ese momento. 

Puedes repasar el inicio de la saga pulsando aquí.  

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From Dusk till Dawn 3: The Hangman's Daughter. 1999. Robert Rodríguez, Álvaro Rodríguez (guion) P.J.Pesce (director) Marco Leonardi, Michael Parks (actores principales) Ara Celi (actriz principal). A Band Apart. Edición en DVD del 2000 por Miramax.