MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

domingo, 16 de agosto de 2020

EL MONASTERIO PERDIDO

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                       ¡ALERTA DE EXPOILERZ!

Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, ávidos lectores. Hoy veremos el octavo librito de la Selección Terror de Bruguera, el más antiguo que tenemos de esta colección.
 
Un pequeño minibús que va de vacío recoge a diez hippies que deambulan bajo una lluvia torrencial en la frontera franco-belga. Los deja a resguardo en una vieja abadía abandonada y sigue su camino. Los hippies encienden una hoguera y se acomodan para dormir como mejor pueden entre las ruinas del lugar, en espera que cese la lluvia. Aún no lo saben, pero lejos de hacerles un favor, el conductor los ha llevado a una trampa mortal.

Cuando la noche se cierra sobre ellos comienzan a oír aullidos de lobos que parecen bastante cercanos. La campana del monasterio empieza a sonar de un modo fúnebre, y una de las chicas del grupo desaparece. El amanecer no mejora la situación. Al intentar abandonar el monasterio y volver a la carretera, descubren que las ruinas están rodeadas por un intricado laberinto de setos, que no estaba allí cuando el minibús los dejó la noche anterior.

Ante la perspectiva de tener que abrirse paso por un laberinto de setos (rellenos de alambre de espino, como pronto descubrirán) en el que deambula un número indeterminado de lobos hambrientos, la mayoría se niega a moverse del lugar. La tenue amistad que les une empieza a difuminarse. Solo dos de ellos, llamados Tarnal y Vanessa, mantienen la serenidad.

Tarnal no es un hippy, en realidad. Ha sido contratado para localizar algo o a alguien y se está haciendo pasar por hippy para moverse en ese ambiente. Vanessa es una joven que como tantas otras se ha unido al movimiento hippy solo por la imagen de libertad y amor con el que este se vende, pero ha tardado poco en desengañarse.

Tarnal organiza a los demás para registrar por grupos el monasterio en busca de la chica desaparecida. Logran encontrarla, o al menos, parte de ella. Alguien ha clavado su cabeza a la pared junto a una vela negra encendida. Esto se irá repitiendo con cada nueva desaparición, puesto que han sido escogidos como el sacrificio de un siniestro ritual.

Uno o más individuos con máscaras de esqueletos y sotanas de monje deambulan por el lugar acabando con ellos uno a uno. Estos hombres parecen dominar a los lobos del laberinto de setos y moverse a sus anchas por el monasterio sin dejarse ver hasta que así lo desean. ¿Se trata de seres sobrenaturales o simplemente tienen un plan muy bien concebido?

A modo de curiosidad, el libro se escribió en 1973. Los esqueletos con espadas y sotanas eran muy representativos del terror español en esa época debido a las películas La noche del terror ciego de 1971 y a El ataque de los muertos sin ojos, del mismo 1973. Aunque sin relación con estas historias, si es muy posible que la imagen de estos esqueletos encapuchados influyera decisivamente en la elección de los villanos de El monasterio perdido.

Es texto es más extenso de lo normal. Tiene 120 páginas en lugar de las 90 habituales, pues el formato del bolsilibro todavía no se había estandarizado. Esto permitió al autor desarrollar más la historia a su gusto, lo cual se nota inmediatamente en lo trabajado de las descripciones del monasterio, los personajes y la ambientación general. La portada se hizo de forma expresa para esta historia, algo habitual en los primeros números pero que desgraciadamente luego derivó en una asignación casi aleatoria de ilustraciones.

Puedes ver otro libro de este autor pulsando aquí.

El monasterio perdido. 1973. Ralph Barby [Rafael Barberán] (texto) Jorge Sampere (portada). Selección Terror nº 8. Editorial Bruguera S.A.

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