¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por... Pecky.
Bienvenidos, amigos cinéfagos.
Esta película supuso el inicio de la saga que ha terminado por conocerse como “de los esqueletos
templarios”, "de los templarios sin ojos", o (de forma un tanto redundante) "de los esqueletos sin ojos". Al no tener una denominación oficial como saga, las variaciones de estos nombres abundan.
Su importancia dentro del cine de terror solo es superficialmente reconocida en España (su país de origen) pero en cambio está considerada una obra de culto a nivel internacional, especialmente en Alemania y Japón. Probablemente se deba a que las leyendas y supersticiones de cada país resultan más exóticas para los habitantes de otros países que para los suyos propios.
Las cuatro películas
que componen la saga fueron dirigidas por Amando del Osario… perdón, de
Ossorio. Amando de Ossorio. Al final se lía uno con tanto esqueleto.
Siempre se ha dicho que la primera se inspiró en El monte de
las animas y El miserere… y no digo que no pudiera ser cierto. Los inquietantes planos
iniciales de un pueblo abandonado y medio derruido, los canticos monásticos mezclados con
gruñidos de ultratumba, las escenas de los esqueletos con sotanas y armaduras montados a
caballo… recuerdan mucho a estos famosos relatos de Gustavo Adolfo Bécquer.
La historia comienza con el encuentro casual entre dos amigas, Elizabet y
Virginia, en un parador cercano a la frontera de Portugal con España. Aunque al
principio se alegran de verse, pronto el panorama se enturbia cuando Roger, un
amigo de Virginia, del que esta se encuentra enamorada en secreto, demuestra
más interés por Elizabet que por ella. Los tres deciden hacer una pequeña
excursión en un tren de vapor (la película es de 1971) a un pueblo vecino, pero la tensión entre las dos mujeres, (que
fueron amantes en su época escolar) ya es insostenible para Virginia. A mitad
del trayecto, esta salta del tren y corre a pasar la noche a un pueblecito
abandonado que ve en la distancia.
A
medianoche, las campanas de la abadía del pueblo comienzan a tocar solas, y del
cementerio de esta surgen una docena de esqueletos cubiertos de armaduras
y túnicas templarias. La escena de la aparición de los esqueletos está muy
lograda teniendo en cuenta los escasos medios con los que contaban en la época,
con sus jirones de niebla, el rascar de piedra sobre piedra de las lapidas al
ser movidas desde dentro, la ausencia de música de fondo, el ulular
del viento y los crujidos de la hierba seca…
Los
esqueletos, que cuentan con sus propios caballos-zombi cubiertos de mantos
costrosos, buscan a la intrusa y la persiguen, dándole caza como a un animal. En
una escena que aparece cortada en algunas versiones, al atraparla se
lanzan sobre ella y la matan a mordiscos, como si se tratara
de genuinos zombis romerianos.
Al
día siguiente, Elizabet y Roger, tratando de averiguar lo ocurrido a Virginia, se encuentran
con un viejo archivero que les cuenta una leyenda relacionada con el pueblecito
abandonado, llamado Berzano. Durante la edad media, toda la región estuvo bajo
el control de varias ordenes de caballeros templarios. Al regresar estos de las
Cruzadas, trajeron con ellos reliquias y creencias de una oscura religión que prometía
la inmortalidad en la Tierra.
Durante años los caballeros se dedicaron a raptar
mujeres jóvenes de los alrededores para sacrificarlas y beber su sangre. Cuando sus crímenes y actos blasfemos llegaron a oídos del rey, este mandó apresarlos y juzgarlos, y todos fueron ajusticiados. Sus cadáveres ahorcados quedaron expuestos a los elementos y alimañas hasta que los cuervos les sacaron los ojos.
Aparentemente, debido a que sus ojos fueron destruidos antes de enterrarlos, los esqueletos resucitados son incapaces de ver. Esta era una creencia medieval real, similar a la de enterrar a los peores criminales en las encrucijadas de los caminos, para que si resucitaban con animo de vengarse, no supieran por cual de ellos volver al pueblo donde los habían ejecutado. Pero aunque no pueden ver, perciben la presencia de los vivos
y se guían por el ruido que hacen, por sus gritos, y por los latidos de su
corazón. Roger y Elizabet, acompañados por Pedro y su novia (una pareja de contrabandistas
de los que la policía sospecha como responsables de la muerte de Virginia)
pasarán también la noche en Berzano para averiguar que hay de real en la
leyenda, debiendo enfrentarse a los esqueletos cuando estos aparezcan
nuevamente.
Los
personajes que dan vida a la historia son un verdadero circo. Virginia es una
jovencita estúpida que sale huyendo tan pronto como las cosas no se amoldan
exactamente a sus expectativas. Roger es ingenuo hasta la exasperación. Los policías
que investigan el caso, prepotentes e incapaces de hablar sin amenazar. El ayudante del forense, un sádico que tortura una rana por diversión y apenas puede
contener la risa cuando tiene que manipular un cadáver. Pedro y su novia, pendencieros y bravucones cuando no hay peligro, son los primeros en temblar como flanes cuando lo hay. Todo un espectáculo. Menos mal que los esqueletos nos libran de la mayoría de ellos.
Las
siguientes películas presentarían historias diferentes, pero siempre
relacionadas con los esqueletos templarios. No comparten personajes ni lugares
unas con otras, y ni tan solo el grupo de esqueletos son el mismo,
representando diferentes ordenes del culto, muy similares pero cada una con sus
particularidades.
Puedes ver un comentario sobre la siguiente película pulsando aquí.
La noche del terror ciego. 1971. Amando de Ossorio (guion y dirección). Interfilm / Plata Films S.A. Edición en DVD de 2004 por Divisa Home Video.
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